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Homenaje al «gran olvidado»

Vecinos de Tamaraceite recuerdan a Jesús Arencibia en el 110 aniversario de su nacimiento

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Homenaje 50 años mural de Jesús Arencibia

La asociación Tasate celebra la tertulia ‘Una eucaristía para Jesús Arencibia’ con la finalidad de rememorar la vida del artista canario y reclamar que se ponga en valor su arte.

Tamaraceite rindió honor este domingo al pintor Jesús Arencibia al que consideran «el gran olvidado de Las Palmas de Gran Canaria y de la Isla». Así lo lamenta el presidente de la asociación Tasate, Yeray Castellano, quien reclamó un mayor reconocimiento al personaje que dio tanto por la ciudad que le vio nacer. 

Cuando eran las 17.00 horas la Iglesia de San Antonio Abad, en Tamaraceite, estaba repleta de vecinos que acudieron a presenciar la tertulia ‘Una eucaristía para Jesús Arencibia’. En ella, los invitados Juan José Laforet Hernández, cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria y Francisco Javier Pueyo, conservador en la Casa de Colón, rememoraron la vida del artista grancanario y dieron un paseo por sus inicios en la pintura. 

La tertulia inició con una ofrenda floral para el «personaje insigne de Tamaraceite» y con la lectura del acta de nacimiento de Jesús Arencibia (14 de noviembre de 1911) por parte del moderador e historiador Carlos Múgica. Y es que ayer se conmemoró el 110 aniversario del nacimiento del pintor y 50 años desde la bendición del mural de casi 100 metros cuadrados que está situado en la parroquia y que para los vecinos es «una de las más bellas obras» que pintó.

Eucaristía, así se titula esta creación elaborada con la técnica del pigmento disuelto en cera utilizando un soplete. Comenzó a pintarla el 27 de enero de 1970 tras la muerte de su madre, María Arencibia, conocida como ‘Mariquita Serapita’, una obra con la que «rompió el silencio», según apuntó Pueyo, y es que «tenía unos cuatro o cinco años» sin pintar.

Su estilo estuvo tan marcado que «cuando vemos un cuadro de él, aunque no esté firmado, sabemos que es un Jesús Arencibia», detalló deslumbrado el conservador de la Casa de Colón para quien esta obra es «un acto de amor tremendo hacía su madre». Y es que en el mural cuyo tema es La última cena y Cristo crucificado, Arencibia muestra también a «su madre vestida de negro y a él con una calavera en su mano izquierda mientras que con la derecha intenta tocar a su progenitora».

Para Laforet que le llegó a conocer cuando el pintor iba a la parroquia Matriz de San Agustín, en Vegueta, -en la que el cronista era acólito-, lo recuerda como una persona que le «transmitía espiritualidad». «Casi siempre estaba vestido de negro, algo que me impresionaba porque yo tenía unos 14 años. Una Semana Santa nos diseñó una túnica a la que le llamábamos la sotana de Drácula», recordó Laforet con ilusión. Para él, la «espiritualidad» de Arencibia está presente en el cuadro de Eucaristía, «en cada personaje» que aparece en la obra.

La asociación Tasate exige que el futuro centro cultural de Tamaraceite lleve el nombre del pintor

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El cronista reclamó además que se debe «crear la imagen de Arencibia para que dentro de 100 años se diga que Gran Canaria sin él no se entiende». Esto debido a que él no sólo lo considera un pintor vanguardista, sino un «cronista, memorialista y mucho más». De igual forma, manifestó su deseo de que la parroquia San Antonio Abad sea consagrada ya que este 26 de noviembre cumple 150 años y que se rescate una postal publicada en una revista del Centro de Iniciativas y Turismo que data de los años 60 en la que sale un mensaje de Jesús Arencibia de felicitación navideña junto a un dibujo suyo.

Francisco Pueyo, conservador de la Casa de Colón (i); Carlos Múgica, historiador (c), y Juan José Laforet (d), cronista oficial de la ciudad. Andrés Cruz

Pueyo, por su parte, pidió que se hiciera una exposición de las obras del artista canario ya que la última se hizo en 1991 y que, además, estén presentes en el futuro Museo de Bellas Artes de Gran Canaria. 

Yeray Castellano fue el encargado de cerrar la tertulia y aprovechó para expresar que con ella quisieron devolver el amor que el pintor entregó a su pueblo. «Hoy se conmemoran los 110 años desde que María dio a luz a Arencibia, 110 años desde que esa mujer dio a Tamaraceite un hijo predilecto», aseveró. «Jesús Arencibia se merece su propio museo», apostilló el presidente de Tasate, al tiempo que anunció que van a solicitar al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que el centro cultural de Tamaraceite lleve el nombre del artista. Asimismo, señaló que esa petición estará acompañada por la solicitud de que una de las calles del barrio lleve el nombre de María Arencibia ya que en memoria de ella fue que el pintor donó el mural que hoy se encuentra en la iglesia de Tamaraceite.

En la tertulia también se encontraba María del Carmen Bolaños Arencibia que es la hija de la prima hermana del pintor y convivió con él de manera fija. Ella lo recuerda como una «persona muy familiar. Me siento emocionada porque me doy cuenta de que los años han pasado súper rápido. Yo me acuerdo cuando se inauguró el mural, yo tendría unos seis años y la iglesia estaba repleta de gente, por lo que estoy muy contenta», explicó la mujer, al tiempo que exigió que se «reconozca lo que está dormido porque ya que él dio tanto para el pueblo y la ciudad, que ahora se reconozca su trabajo». También apoyó la solicitud de que se le ponga su nombre al futuro centro cultural del barrio porque entiende que al ser una persona importante debería tener algo que lleve su nombre más allá de la calle de Tamaraceite en su honor. Finalmente, hizo énfasis en que se le reconozca a la madre del pintor María Arencibia «porque hizo mucho por el pueblo». 

María Bolaños Arencibia junto a Yeray Castellano colocan la ofrenda floral en honor al pintor. Andrés Cruz

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