IV JORNADA HISTÓRICA DE LA ARMADA

"La marina ilustrada constituye los cimientos de la Armada actual"

El director del Instituto y Cultura Naval de la Armada Marcial Gamboa Pérez-Pardo destaca los cambios más relevantes que sufrió el cuerpo a mediados del siglo XVIII gracias a la Ilustración

Vista del salón dorado del Gabinete Literario, donde se desarrolló la IV Jornada Histórica de la Armada

Vista del salón dorado del Gabinete Literario, donde se desarrolló la IV Jornada Histórica de la Armada / L. SÁNCHEZ

«La marina ilustrada constituye los cimientos de lo que es la Armada hoy». Con estas palabras, el director del Instituto y Cultura Naval de la Armada Marcial Gamboa Pérez-Pardo unió pasado y presente durante la IV Jornada Histórica de la Armada, dedicada este año a uno de los periodos más fecundos de la Historia de España y de Europa en cuanto a desarrollo científico y cultural se refiere: la Ilustración, que se desarrolló en la segunda mitad del siglo XVIII y cuyo pensamiento influyó en todos los sectores de la sociedad, incluido el Ejército. 

El almirante Marcial Gamboa Pérez-Pardo hizo estas declaraciones este miércoles vía online desde la Casa del Mediterráneo, en Alicante, donde conjuntamente con el Gabinete Literario se desarrolló la jornada, en la que intervino también el cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Laforet, con una ponencia sobre Domingo de Nava-Grimón y Porlier y Rafael Clavijo y Socas, dos de los marinos canarios que tuvieron relevancia en la época y que ambos participaron en el proyecto de crear un puerto mayor para Las Palmas de Gran Canaria.

El Gabinete Literario acogió la jornada divulgativa sobre la historia naval de España, que se celebra desde hace cuatro años

La Jornada Histórica de la Armada, que fue presentada por el almirante del Mando Naval de Canarias José Lago Ochoa, se constituyó en 2019 para divulgar y dar a conocer a la población los acontecimientos, hechos y personajes más relevantes del cuerpo. La Armada escogió el 3 de mayo para la celebración de este evento porque supuso una de sus primeras victorias: la reconquista de Sevilla, que estaba en manos de los musulmanes, en 1248.

El vicealmirante Marcial Gamboa relató que tras el Tratado de Utrecht (1715) por la Guerra de Sucesión al Trono de España, «la Armada era inexistente» después de que a mediados del siglo XVII hubiera sido la primera potencia en el mundo, controlando las posesiones de España en América y en el Pacífico. «Había perdido todo su poder naval: buques, bases navales y marinos», explicó el militar a un público, mayoritariamente del cuerpo, aunque la jornada estaba abierta a la ciudadanía.

La nueva Armada

«Perderlo todo significó crear una Armada nueva, una nueva organización al estilo europeo» , explicó Gamboa, quien subrayó que gracias a los ministros ilustrados de la época se consiguió una transformación total, que puso los cimientos de la Armada que ha llegado a nuestros días. Entre aquellos ministros reseñó a Zenón de Somodevilla y Bengoechea, conocido como el marqués de Ensenada (1702-1781), que introdujo el concepto de Armada Real y las claves de su organización, y a José Patiño Rosales (1666-1736), quien ideó las bases y arsenales de Cádiz, Ferrol y Cartagena y la primera academia de guardamarines en Cádiz para formar a las tripulaciones, así como el cuerpo de ingenieros de Marina, convirtiendo a los artesanos de ribera en ingenieros navales.

El cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria Juan José Laforet participó en el evento dando a conocer las figuras de los marinos canarios Domingo de Nava y Rafael Clavijo

El director del Instituto y Cultura Naval no olvidó en su relato el papel relevante que tuvieron los ingenieros y marinos en expediciones científicas y en áreas como la cartografía marina, la astronomía, la geofísica o la hidrología; entre otros aspectos de vital importancia para el desarrollo de la sociedad. Antonio de Ulloa fue el fundador de lo que es hoy el Museo Nacional de Ciencias Naturales; Alejandro Malaespina, llevó a cabo una de las expedición científicas más interesantes para el conocimiento de América, y Vicente Tofiño contribuyó a editar el Atlas Marítimo de España, obra cumbre de la hidrografía española.

El cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria, por su parte, dio a conocer las figuras de Domingo de Nava-Grimón y Porlier (1740-1812) y Rafael Clavijo y Socas (1755-1813), dos de los marinos canarios más relevantes de la Ilustración. El primero, de origen lagunero, recorrió la costa americana en distintas misiones y participó en la campaña contra Argel y en el bloqueo naval a Gibraltar; el segundo, oriundo de Lanzarote, aunque pronto fue a vivir a Santa Cruz de Tenerife, fue un gran matemático y contribuyó a la defensa de Cádiz y a renovar baterías, puntales y trocaderos de la ciudad gaditana. También a la descripción marítima de Canarias.

Ambos contribuyeron a la creación de un puerto más ambicioso para Las Palmas de Gran Canaria. Domingo de Nava-Grimón proyectó en 1785 uno nuevo en la bahía de La Isleta, donde se edificaría mas tarde La Luz, pero la iniciativa no gustó al Ayuntamiento ni al Cabildo, que encargaron a Rafael Clavijo un nuevo proyecto. Este optó por ampliar el existente muelle de Las Palmas. «Un proyecto más modesto y ajustado a lo que se le pedía», dijo. Su idea se aprobó en Madrid en 1809 pero la idea ya era obsoleta cuando comenzó su construcción en 1811. 

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