El aumento del tráfico revienta una tubería y causa un socavón en Luchana

El aumento del tráfico en la calle Luchana de Las Palmas de Gran Canaria ha provocado la rotura de una tubería y un socavón en la calzada. El desvío provisional de Fernando Guanarteme por las obras del Residencial Las Américas -antiguo Gran Guanarteme- han provocado que por la vía vayan camiones, guaguas y vehículos cuyo destino o procedencia es la Carretera de Chile y los polígonos industriales de Las Torres. Los vecinos denuncian que la situación el ruido que están soportando es ya "insostenible" y que las grietas "se han multiplicado" por toda la calzada desde que se produjeran los cambios de circulación en el barrio el pasado mes de abril.

Un SOS desde el viejo Guanarteme

Desde el Ayuntamiento capitalina señalan que un equipo del servicio de Vías y Obras constató que existía una avería en la red de saneamiento bajo la calzada, por lo que comunicaron lo sucedido a Emalsa. Por su parte, fuentes de la empresa mixta de Aguas indican que procedieron a colocar una plancha de manera provisional para no interrumpir el tráfico. Está previsto que durante la noche los técnicos acudan al lugar y visualicen la zona de la rotura con el fin de conocer el alcance de los daños y repararlos lo antes posible.

«Estas calles no han tenido mantenimiento porque tienen pensado eliminarlas» apunta una vecina

Fuentes de la compañía mixta de aguas achacan al aumento del tráfico en Luchana el causante de la rotura. La vía ha pasado de ser una simple calle residencial con un solo sentido de circulación a soportar ambos sentidos además del tráfico pesado que procede o se dirige a los polígonos industriales Lomo Blanco y Díaz Casanova, además del tráfico privado que está de paso y dos líneas de Guaguas Municipales (35 y 47); de hecho, junto al socavón detectado este miércoles hay una parada de guaguas.

Las vibraciones provocadas por los trabajos de envergadura que se están realizando en el solar del Gran Guanarteme también podrían haber afectado al firme de la calzada y a la red de aguas. El proyecto del Residencial Las Américas consiste en la construcción de 468 viviendas y 831 plazas de garaje. Además supone el arranque de lo que será la prolongacion de la avendia Mesa y López hasta el centro comercial Las Arenas, lo que hará desaparecer en un futuro a la propia calle Luchana al integrarse esta en la nueva arteria que cruzará Guanarteme.

Los vecinos denuncian que desde hace dos semanas han visto cómo la calzada se ha ido hundiendo. Defienden que es «insostenible» que sigan pasando camiones de gran tonelaje por esta vía. «Estas calles no han tenido ningún tipo de mantenimiento, porque tienen pensado eliminarlas», señala Carmen Delia Hernández, residente en la calle Párroco Francisco Rodríguez Rodríguez casi en la esquina con Luchana. Hartos de los ruidos provocados por el tráfico y la contaminación ambiental, han comenzado a movilizarse. 

Federación de Transportes

Por el momento, «el Ayuntamiento nos ha dicho que a partir del 1 de julio pondrá señalética para que los camiones dejen de circular por esta calle», señala Pepi González, integrante de la plataforma Guanarteme se mueve. «Han hablado con la Federación de Transportes y han acordado que irán por otro lado a los polígonos industriales», aclara.

«Han roto la calle en dos meses», apunta otra vecina. Los residentes se quejan de la velocidad que cogen los coches y demás vehículos al pasar, «no respetan el paso de peatones muchas veces». Además de la contaminación acústica y ambiental que está suponiendo este incremento desmesurado que ha vivido Luchana. Sobre la calzada han escrito consignas como «nos están asfixiando» o «esto se hunde». De hecho, hay otros puntos con planchas que se han hundido en los últimos meses.

«La próxima semana tenemos concertada una reunión en la concejalía de distrito con técnicos para que nos expliquen cómo serán los cambios y qué tienen pensado hacer en la zona», apunta González. Junto a otros vecinos han reactivado la plataforma 'Guanarteme se mueve', con el fin de evitar la prolongación de Mesa y López. «Si siguen empeñados en ese capricho no nos vamos a ir de aquí, la calle tiene que pasar por detrás de las casas», resalta. 

Los vecinos se están reuniendo todos los miércoles con el propósito de ir implicando cada vez a más gente contra esta operación urbanística. «Hacemos pancartas y estamos repartiendo octavillas», apunta González. La actuación sobre plano supondría el derribo de todas las viviendas entre Luchana y la autovía del Norte.

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