Una asociación de ingenieros insta al Puerto de Las Palmas a instalar placas solares en la loma del Sebadal

Una asociación encabezada por los ingenieros industriales Juan Medina y Rafael Medina han presentado un proyecto a la Autoridad Portuaria de Las Palmas para convertir la loma que separa El Sebadal del Puerto en un gran centro de energía fotovoltaica capaz de suministrar electricidad a todo el recinto.

La idea de la Asociación Canaria de Sostenibilidad, Energías Renovables y Movilidad Prometheus es aprovechar los 36.000 metros cuadrados del talud para colocar los paneles solares, con la finalidad de que el Puerto de Las Palmas lidere su propia reconversión energética.

El proyecto presentado por este colectivo, que está en fase de estudio por los técnicos de la administración portuaria, promueve la instalación de un mínimo de siete a diez megavatios (MW) de potencia fotovoltaica, pero con la vista puesta en llegar hasta los 50 MW a corto plazo.

Mayor aprovechamiento solar

Ese objetivo es posible si se montan paneles de última generación, según los cálculos de viabilidad realizados por Prometheus, pues el rendimiento de esta tecnología durante la última década ha pasado del 13 al 27-28% actual. Estas nuevas capacidades técnicas están siendo objeto de acreditación para su uso industrial en España, al tiempo que el precio de los panales se ha abaratado un 10 %.

Esa doble combinación de factores -mayor rendimiento a un menor coste de producción- han propiciado la «democratización» de la energía fotovoltaica, hasta el punto de hacerla posible en pequeñas instalaciones privadas, de autoconsumos compartidos y de comunidades energéticas.

También la hacen más competitiva frente a otras fuentes de energía renovables por su facilidad de instalación en todo el territorio, tanto a ras de suelo como en altura, justo al contrario de lo que sucede con la eólica, con estructuras más grandes y complejas de montar.

El escenario de las energías renovables

Los autores del proyecto consideran que el Puerto de Las Palmas debe liderar la transición energética hacia un nuevo escenario en el que predominen las renovables «como máxima prioridad», porque el recinto arrastra un «déficit» de energía que «condicionará su crecimiento y consecuentemente el de Gran Canaria».

Por eso instan a la Autoridad Portuaria a convocar los concursos públicos que sean necesarios para aprovechar al máximo las instalaciones disponibles, esto es, todo aquel suelo que no esté sujeto a una concesión privada y que sea susceptible de albergar placas fotovoltaicas, como ocurre con el talud oeste del recinto portuario.

Las normas que regulan el paisaje protegido de La Isleta, en combinación con el Plan General del 2007, dificultan la colocación de paneles en dicha ladera, pero la revisión del planeamiento urbanístico hecha en 2012 abre la puerta al desarrollo de energías renovables o sostenibles en esos 36.000 metros cuadrados, siempre y cuando no se contravenga lo ordenado por las ordenanzas municipales.

La fronetra del Sebadal

Por eso el colectivo pone el foco en la loma y recomienda que la futura instalación se ejecute en esa zona, tanto por su situación urbanística, libre de concesiones, como por su situación estratégica, pues recibe sol directo durante todo el día y hace frontera con el Sebadal, por lo que también se podría acondicionar la futura instalación para que suministre electricidad a ese polígono industrial. 

Los técnicos recuerdan que uno de los principales retos de la transición energética es electrificar la movilidad y eliminar las emisiones que generan los motores de combustión. El Puerto, en ese sentido, dispone de amplios aparcamientos 

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