Los bañistas se saltan el cierre de la playa de El Confital

Las vallas que impiden la entrada a la cala cogen de sorpresa a visitantes y vecinos de la ciudad, algunos de los cuales no se frenan a la hora de darse un baño

Un usuario intenta acceder a la playa de El Confital por el paseo peatonal cerrado.

Un usuario intenta acceder a la playa de El Confital por el paseo peatonal cerrado. / Juan Castro

Benyara Machinea

Benyara Machinea

La prohibición de bañarse y la valla que impide el acceso a la playa de El Confital desde el pasado lunes, a raíz de unas actuaciones para reparar el muro que rodea la pasarela peatonal, han dirigido a muchos vecinos de Las Palmas de Gran Canaria a otras calas más concurridas. Sin embargo, no todos los usuarios han oído las advertencias del Ayuntamiento y decenas de personas acudieron ayer, aprovechando los días libres y el cielo despejado en esa parte de la ciudad, para disfrutar de una mañana bajo el sol. Algunos se retiraron ante los carteles, que señalan que la situación se extenderá hasta el 17 de noviembre, mientras que otros decidieron asumir el riesgo y buscar caminos alternativos para no renunciar a sus planes.

La noticia supuso un chasco mayor para los visitantes extranjeros y de otras comunidades autónomas, que llegaron a mediodía con la esperanza de encontrarse con una de las mejores calas de la ciudad para caminar, ajena a la masificación de toallas de otras zonas como Las Canteras. Se asomaron al risco, donde más abajo algunos pescadores preparaban sus anzuelos junto a las rocas, y observaron ensimismados el paisaje con el sonido del mar. La confusión llegó unos segundos más tarde, cuando leyeron los carteles que advertían de las prohibiciones.

"No sabía que me iba a encontrar con esta situación, a lo mejor ha sido culpa mía por no mirarlo antes, pero definitivamente ha sido una sorpresa", reconoció Juan Manuel López, que, procedente de Madrid, llegó a la entrada del acceso ataviado con unas gafas de sol, una gorra y unas zapatillas deportivas en su objetivo de pisar la playa. Antes de aterrizar en las Islas, unos conocidos le habían puesto en aviso de que se trataba de "una playa muy bonita y larga en la que se puede caminar perfectamente". 

Algunos residentes del barrio se quejan de que hay personas que van a la cala de madrugada para dar fiestas

Esta situación es especialmente fastidiosa para los vecinos de la zona, que no pueden acceder al paseo ante los peligros de que se produzcan desprendimientos de rocas. "Si lo cierran una semana, ojalá que en ese tiempo le metan caña, lo arreglen y hagan lo que tengan que hacer, pero lo que no puede ser es que permanezca meses cerrado y que no se vean cambios", exclamó Eduardo Jiménez, uno de los usuarios que se acercó ese día a la entrada del paseo junto a su perro. El residente del barrio expone su preocupación porque "un sitio tan bonito como El Confital te lo cierren y te priven de ello por unas reformas que van a hacer". "Me parece bien siempre y cuando se trabaje en ello", concluye.

Otros vecinos también expresan sus reticencias hacia unas obras que tienen prevista su finalización en diciembre de este año —aunque el paseo quedaría abierto un mes antes— y critican que, mientras algunas personas respetan la normativa, por las noches se suceden fiestas a altas horas de la madrugada. Entre las peticiones que más se repiten, está la instalación de puntos de luz y de duchas para los usuarios. 

Más de seis años con la bandera roja

A lo largo de esa mañana, y aprovechando la ausencia de trabajadores en la zona, llegaron decenas de personas para practicar bodyboard, aprovechando la marea favorable y la poca presencia de bañistas. La bandera roja, que se ha convertido en un elemento más de la playa tras más de seis años pegada al mástil, no frenó a algunos usuarios a la hora de adentrarse en el agua, ni tampoco el hecho de que la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias la retiró oficialmente del listado de zonas de baño de la capital en el mes de junio.

Las renovaciones anunciadas por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria comprenden una reposición de los muros actuales en los que se apoya el camino, un acondicionamiento de la pista de acceso para vehículos, una canalización de las aguas pluviales del talud, una mejora del camino peatonal y de su conexión con la plaza de Pepe el Limpiabotas, además de un reverdecimiento de las laderas con especies vegetales autóctonas.

Suscríbete para seguir leyendo