La Isleta inmortaliza a Manolo Vieira en un grafiti

El paseo de Los Nidillos luce un fiel retrato del cómico canario que puso en el mapa al barrio capitalino, valiéndose del humor y de la reivindicación de lo propio

Grafiti de Manolo Vieira en Las Palmas de Gran Canaria

LP/DLP

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Un grafiti anónimo rinde un homenaje póstumo al cómico Manolo Vieira en el paseo de Los Nidillos, entre las playas de Las Canteras y El Confital. Miles de vecinos y turistas han paseado estos días frente al retrato del humorista y han destacado tanto la imagen positiva que ofrece de la zona como el merecido homenaje a un vecino que situó al barrio de La Isleta en el mapa con su buen sentido del humor.

Manolo Vieira tenía el don de arrancar una sonrisa a todo aquel que le escuchara recitar alguno de sus monólogos. Es por eso que el ocho de febrero fue un día triste para los seguidores del humorista, que tuvieron que decir adiós a todo un referente de la cultura canaria. Con sus chistes puso en el mapa al barrio de La Isleta y su imagen sigue trayendo expresiones y guiños de complicidad a los viandantes que esta semana se han llevado la sorpresa de encontrar su rostro plasmado en el muro del paseo de Los Nidillos, en Las Palmas de Gran Canaria.

En la trasera de la parroquia de San Pedro, y a pocos minutos de distancia de su mítico local La Chistera, un grafiti sin firma rinde homenaje al cómico canario con un retrato realista en blanco y negro, rematado con la expresión "ños". El sorprendente dibujo pilló por sorpresa a muchos vecinos del barrio, que acogieron con los brazos abiertos esta nueva obra de arte y sacaron sus teléfonos móviles para plasmar la imagen en sus galerías. 

La gallega Mari Carmen Ramos, que reside en La Isleta desde hace años, se topó con el retrato mientras paseaba a su perro y, al percatarse de la novedad, tomó un momento para observar de cerca cada uno de los detalles. "Está muy bien, es su verdadera imagen", fue el primer comentario que expresó ante el merecido reconocimiento.

Mari Carmen Ramos: "Era un chico de barrio, luchador, trabajador y tenía esa cosa que nos alegraba a todos"

La viandante conoció al cómico hace casi 50 años, cuando el isleteño trabajaba como camarero en un pub de la capital. "Éramos una pandilla de jóvenes que íbamos todos los sábados a cenar a un restaurante gallego, La Queimada, cuando salíamos de trabajar. Terminábamos la comida e íbamos derecho al pub de al lado, en el que trabajaba él", explicó Ramos. La vecina recuerda que en todo momento era "atento y agradable" y que tenían "una muy buena relación" porque ambos eran de la misma edad.

"Le han hecho varios homenajes estos meses y me encanta que lo hagan porque se lo merece. Era un chico de barrio, luchador, trabajador y tenía esa cosa innata que era de él y nos alegraba a todos", expresó con nostalgia. La gallega señala que su suegro, que "era muy soso y no salía a ningún sitio", se reunía cada fin de año con su hijo para escuchar los chistes del humorista. "Tenía dos televisiones en su casa: una para ver a Manolo Vieira y otra para lo demás", explicó.

Otro vecino de la zona, Agustín Dieppa, lleva días viendo el mural en sus caminatas por el paseo marítimo y se alegra de que los miles de viandantes que pasean a diario por el lugar se encuentren de frente con la imagen del cómico. "Me asombró verlo, pero la verdad es que me gustó bastante y es una forma, por lo menos, de recordarlo y, aunque ya no está aquí con nosotros, lo tenemos en la mente", destacó.

Dieppa, al igual que Ramos, tuvo el placer de cruzar palabra con el cómico en múltiples ocasiones. "Yo iba bastante al local donde actuaba y, aparte, era amigo nuestro porque era socio del Club Victoria, solía estar mucho ahí y charlábamos cuando venía, pero por desgracia ya no lo podemos ver", apuntó. El vecino señaló que Vieira tenía "sus cosillas también, poquillas, como todos los de La Isleta, que tenemos nuestros arranques cuando no nos gustan las cosas".

Agustín Dieppa: "Es una forma de recordarlo y, aunque ya no está aquí, lo tenemos en mente"

En la mañana de este miércoles, cientos de personas se pararon frente al retrato, tanto residentes de la zona como turistas, que miraban con curiosidad el rostro del humorista canario. "En vida, a lo mejor los extranjeros no lo conocían tanto y eran más los peninsulares los que venían a La Chistera a ver su show porque conocían el idioma, pero si lo ponen aquí, en una zona tan turística, sí se pueden llegar a preguntar quién era este", comentó Francisco Caballero.

El vecino de Las Palmas de Gran Canaria, que reside en la zona de Altavista, reconoce que escuchaba con gusto los chistes del cómico, que siempre conseguían sacarle alguna carcajada. "No solo fue un humorista sino que también un símbolo de La Isleta porque siempre hacía chistes relacionados con la zona y puso al barrio en el mapa. Está bien que se le haga un homenaje y, además, queda bastante bien", enfatizó.

A mayor escala

El viandante señaló que el grafiti "está muy bien hecho" pero apunta a que, en esta misma línea, "estaría bien que pusieran más elementos alrededor" o que se repitiera ese modelo a mayor escala porque "puede pasar un poco inadvertido". En su cabeza, la figura del cómico podría formar parte de murales como los del barrio de Schamann, en fachadas completas de tres pisos.

"Más que los chistes, era su carisma, la forma que tenía de contarlos. A lo mejor si otra persona cuenta el mismo chiste no te ríes, pero ese es el mérito de Manolo Vieira y de cualquier humorista, que ya solo por la forma que tenía de contarlo, te reías", destacó Caballero.

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