Comercios históricos de Las Palmas de Gran Canaria

La panadería y pastelería La Madera cumple 45 años

Fue fundada en 1979 por Antonio López, panadero y repartidor desde los 15 años

En la actualidad sus cuatro hijos regentan la empresa

El fundador de La Madera, Antonio López frente a una de las tiendas.

El fundador de La Madera, Antonio López frente a una de las tiendas. / Juan Castro

Antonio López comenzó desde que tenía tan solo 15 años a trabajar como panadero y repartidor. Por las madrugadas preparaba el pan y por las tardes lo repartía por el barrio de Guanarteme, primero solo se podía permitir hacerlo caminando y luego en bicicleta. Años después no solo consiguió abrir su propia panadería, sino que en la actualidad cuenta con 14 tiendas repartidas por la Isla. Aunque La Madera ha cambiado mucho respecto a aquella primera que abrió en 1979, su pan ha mantenido la misma receta simple sin aditivos y realizado de forma artesanal. El negocio cumple este 2024, 45 años llenos de pasión por el pan y el dulce.

«No tiene conservantes, no tiene mucha levadura es un pan con masa madre. La industria les pone levadura para que el pan fermente rápido, es decir que si los de ellos fermentan en dos horas el nuestro a lo mejor lo hace en ocho horas o en diez», comenta Yeray López, hijo del fundador y actual gerente de la empresa. «El pan es agua, harina, sal y levadura, fin, ya que las cosas que le añadas o si le metes algo más es porque quieres que te dure tres meses en el congelador», concuerda Iri López, también hija de Antonio López, y directora de las tiendas.

Antonio López está jubilado en activo desde hace cinco años y ha delegado en sus cuatro hijos, Yeray, Iri, Toni y Alejandro, las principales tareas, aunque no pierde ojo del buen funcionamiento de la empresa.

Varias milhojas y tartaletas de La Madera.

Varias milhojas y tartaletas de La Madera. / Juan Castro

López se arriesgó y se tiró a la piscina al ver cómo una pequeña panadería se traspasaba en San Roque. El joven decidió empezar su propio negocio después de años de sacrificio. Y las cuentas comenzaron a irle bien, de tal forma que con el dinero que fue ahorrando consiguió comprar un solar en el mismo barrio para fabricar su propia panadería. Durante los primeros años la panadería aún no se llamaba La Madera, sino que tenía el propio nombre del dueño, por lo que habría que esperar hasta el 2000 para el cambio. «En ese momento fue cuando comenzó a dedicarse a fabricar el pan y directamente venderlo al público, que es cuando empieza a montar sus propios puntos de venta», destaca Yeray López.

También el concepto era diferente al actual, vendía pan y bizcochos principalmente, pero también tenía embutido o golosinas como una ventita de las antiguas. Una de las primeras panaderías La Madera abrió en Schamann en la calle Zaragoza en el año 2000, donde comenzó a trabajar la esposa de López, Paqui Naranjo. «Fue un traspaso también, era una tienda de toda la vida que se jubilaba la señora que regentaba la dulcería, y es su primer punto de venta», cuenta su hijo Yeray.

Expansión

«Nos van ofreciendo diferentes puntos de venta en la ciudad de pastelerías que han cerrado, como en su momento San Martín, en Tomás Morales, esa fue la más conocida, pero también alguna cafetería que cerraba te ofrecían el punto de venta y fuimos cogiendo traspasos», recuerda Iri López.

Fue precisamente en el traspaso de la pastelería San Martín cuando comenzaron a potenciar la preparación de dulces, que desde hace años endulzan cualquier paladar. «Ahí decidimos que íbamos a enfocarnos a la pastelería, pan y pasteles, y ya dejamos atrás la tienda de aceite, y ya pusimos una cosita más curiosa, más coqueta», refleja López. En la actualidad, La Madera no solo se conoce por ser panadería, sino que uno de sus principales reclamos también son los dulces como milhojas, queques de sabores como kinder u oreo o, incluso, tartas.

Una variedad de dulces donde se pueden observar los queques.

Una variedad de dulces donde se pueden observar los queques. / Juan Castro

Al principio compraban los dulces de otras pastelerías para encargarse de la producción seca como los cruasanes, palmeras y sandwiches. Aunque en la actualidad se encargan de preparar todos sus productos. «Hubo una época que estaban más demandando el dulce, pero ahora mismo ya reconocen lo que es un pan precocinado, congelado y un pan artesano, por lo que demandan mucho nuestro pan», comenta López.

Lo que comenzó como un modesto negocio en una pequeña panadería en Guanarteme ha conseguido expandirse y ser la tienda de referencia para muchos capitalinos. «Hablas de La Madera y te reconocen, hemos creado una marca de la empresa que empezó en un barrio de Las Palmas, una panadería pequeñita que amasaba 10 sacos de harina a lo que tenemos hoy en día, que es una industria, con puntos de venta en la ciudad y fuera», refleja Iri López.