Espérate al final

‘Las niñas de la banda’ vuelven a dar el cante en Triana y en el Mercado del Puerto

Espérate al final  | LP/DLP

Espérate al final | LP/DLP / Javier Bolaños

Javier Bolaños

Javier Bolaños

No están en el programa de las fiestas del carnaval capitalino. Y tampoco lo pretenden, al menos hasta ahora. Se trata de ‘Las niñas de la banda’, que llevan tres décadas repartiendo música y sonrisas.

Llevan 31 años, y solo han faltado a la cita en una edición por el obligado cumplimiento de la pandemia. Se trata de ‘Las Niñas de la banda’, un grupo que parodia los conciertos de música, con su peluca y siempre con el viejo traje de la banda de música de Teror, que en aquellos inicios dejaron sus compañeras para modernizarse, y al que ellos supieron darle un nuevo uso.

La presencia de ‘Las niñas de la Banda’ sigue siendo una cita ineludible para los amantes de la música, de la fiesta callejera y los disfraces. Como siempre, su escenario principal es Triana, donde este sábado llenaron la capitalina calle comercial, como si de estrellas del rock se tratara. Y su éxito se repetiría luego en el Mercado del Puerto.

Las ‘niñas’ de este año eran 25. Todos ellos, músicos o antiguos músicos de la Banda de Música de Las Palmas de Gran Canaria y de Teror, integrantes de Los Gofiones, la Parranda Teror y la Gran Canaria Big Band. «Para esto se reúne todo el mundo», asegura Roberto Ojeda, uno de aquellos que emprendieron esta fiesta y que no se ha bajado en estas tres décadas, junto a su hermano Tonono, Alexis Naranjo, Antonio Juan (Ñito) Peña, Jesús Quintana y casi también Carlos Quintana. Y hay quien ya tiene fijado en el calendario el sábado posterior al día de la gala de la reina para esta apoteosis musical, aunque con ello tenga que anular otros convites. Incluido, alguno asentado en Madrid.

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Espérate al final / LP/DLP

Este año se da la circunstancia de que se ha incorporado una segunda generación de músicos, aquellos que acompañaban a sus padres de pequeños. Y también se ha reincorporado una decena de antiguos amigos, que habían pausado su participación.

Y, como ellos bien dicen, para saber de dónde somos, «espérense al final». Pero aquí le podemos adelantar que proceden de Teror. Y que se enfundaron su traje en un momento en el que sus compañeras de la banda de música del municipio renovaron su vestuario, y quedaron olvidadas las faldas y el resto de los trajes en desuso en un armario. «¿Por qué no lo aprovechamos?». Se preguntaron. Y, a partir de entonces comenzaron a echar sus notas, inicialmente por los alrededores de la iglesia y La Alameda.

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Espérate al final / LP/DLP

Luego vendría otra pregunta. «¿Por qué no cogemos la guagua y nos vamos para las Palmas?». Dicho y hecho. Y se plantaron en Triana, para comer luego en Las Lagunetas, y seguir la marcha por otros puntos de parada, como Santa Catalina, Mesa y López, y el viejo muelle del jet-foil, cuando surcaba los mares. Desde entonces son unos habituales de la fiesta capitalina. Este sábado su punto de destino fue el Mercado del Puerto.

Los viejos modelos de ropa siguen vigentes, aunque la banda de música de Teror haya puesto otros tonos: camisa celeste, corbata morada, falda azul, y luego con los complementos carnavaleros.

Espérate                    al final

Espérate al final / LP/DLP

A todos les une su pasado en la banda de música de Teror y su espíritu fiestero.

El pasacalles de las niñas incluye en su repertorio los pasodobles (España cañí, Amparito Roca...), alegoría de películas (Grease) y repertorios de grupos como Abba y los Beatles.