De Canadá a Las Palmas: Faye Kozack, la mujer plataforma

Una jubilada viaja a la capital grancanaria para subirse al buque perforador que la naviera Noble bautiza con su nombre para agradecerle sus 33 años de trabajo "ejemplar"

"Me siento abrumada", confiesa la octogenaria

Faye Kozack, tras recibir flores y una placa en el buque que lleva su nombre.

Faye Kozack, tras recibir flores y una placa en el buque que lleva su nombre. / José Carlos Guerra

Faye Kozack es una de esas empleadas para las que el trabajo y la familia son lo mismo. Es de Alberta, Canadá, y desempeñó su carrera profesional en Noble Drilling, una multinacional de Estados Unidos especializada en el sector offshore que es pionera en la perforación y la explotación de pozos de petróleo. Empezaron en una granja de Oklahoma a finales del siglo XIX y hoy tienen una flota integrada por más de 30 plataformas.

Kozack, de 84 años, se retiró en 2010, tras 33 años en los que se encargó del personal de la compañía y de la gestión administrativa, con viajes por todo el mundo para reclutar tripulaciones, impartir conferencias o participar en reuniones al más alto nivel con los principales operadores del sector.

Un detalle del buque perforador 'Noble Faye Kozack'.

Un detalle del buque perforador 'Noble Faye Kozack'. / José Carlos Guerra

Por las manos de la octogenaria canadiense ha pasado la documentación de 65 buques y plataformas de perforación, desde los reconocimientos médicos y los visados hasta la información reservada de las expediciones, una dedicación a la cultura estadounidense del trabajo y a su propia empresa que el grupo Noble no olvida.

Agradecida de estar en Canarias

Por esa contribución «ejemplar» le han puesto el nombre de la jubilada a uno de sus buques, al tiempo que han invitado a Faye Kozack y su hermana a la capital grancanaria para que conozca el barco que lleva su apellido por todo el mundo. «No había estado en Canarias, me siento abrumada por este recibimiento, es un honor que Noble le ponga mi nombre a uno de sus buques plataforma», asegura la homenajeada.

Kozack fue recibida la semana pasada en el muelle Reina Sofía del Puerto de Las Palmas por la tripulación del barco y una delegación de Astican, encabezada por el director general de la compañía, José Carlos Álvarez, y por el jefe de Desarrollo de Negocio, Joaquín Bosqued. La empresa isleña se encarga desde noviembre de preparar la plataforma para afrontar su próximo destino en Brasil.

Se trata de un contrato de perforación importante, de dos años y medio de duración, por encargo de la corporación brasileña Petrobas. De ahí la relevancia de que Noble mande su buque al Puerto de Las Palmas desde EE UU, con la finalidad de que Astican lidere su puesta a punto y lo adapte a las exigencias de su nueva misión en aguas profundas brasileñas.

Una trabajadora de Astican en la cubierta del buque.

Una trabajadora de Astican en la cubierta del buque. / José Carlos Guerra

Trabajos de alto nivel

Entre las reparaciones más espectaculares realizados hasta la fecha destaca el cambio de sus seis hélices azimutales Rolls Royce, de 70 toneladas de peso cada una, un sistema con forma de triángulo situado en proa y popa que permite al buque mantenerse en el mismo sitio independientemente de las condiciones de mar. Esto resulta fundamental para garantizar la precisión de las perforaciones, gracias, entre otros mecanismos, al sistema de posicionamiento dinámico.

Tras la entrega de flores y regalos a pie de muelle, Kozack recibió una placa conmemorativa y subió a bordo para conocer el buque y pasar el día con la tripulación, que la recibió en el salón de actos, para luego enseñarle el puente de mando y la superficie destinada al aterrizaje de los helicópteros, entre otras partes de la plataforma.

La tripulación de Noble y la delegación de Astican, en el homenaje a Faye Kozack.

La tripulación de Noble y la delegación de Astican, en el homenaje a Faye Kozack. / José Carlos Guerra

Arriba, en el gigantesco puente de mando, a unos 40 metros de altura, la capital grancanaria se ve pequeñita, como un decorado en suspensión mientras los barcos entran y salen de la bocana del puerto.

El mecanismo para extraer crudo

El escenario impresiona aún más cuando sales a cubierta y atraviesas sus 227 metros de eslora, o te subes al ascensor para llegar a la planta novena, que es donde aterrizan y despegan los helicópteros. Al descubierto quedan un sinfín de tuberías de perforación y los grandes tubos del sistema riser, que conectan el buque con el lecho marino a través de un sistema de válvulas de seguridad (BOP) para evitar escapes de crudo.

Los tubos de perforación se enlazan unos con otros y bajan por los risers hasta taladrar el lecho en busca de las cavidades porosas que contienen el hidrocarburo. Por los risers se suministra un barro especial para lubricar las brocas, que luego se utiliza para conducir hacia la plataforma los escombros generados en la perforación del lecho, el cual se recicla de manera constante y es fundamental para compensar las altas presiones a las que sale el preciado líquido.

De todo esto sabe Faye Kozack, la empleada «ejemplar» que ahora comparte su nombre con uno de los buques más avanzados en perforación submarina, una mole de 60.000 toneladas GT, cuatro grúas y capacidad para llegar hasta los 3.000 metros de profundidad y perforar unos 9.000 o 10.000 metros de forma direccional en el lecho.

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