Entrevista |

Auxiliadora Díaz: "La ley del 'sí es sí' no es un capricho del legislador, incorpora la norma internacional"

"Casi un 12% de las mujeres desisten de su demanda en medio del proceso, lo encontramos a diario", señala la magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Las Palmas de Gran Canaria

La jueza titular de Violencia Sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Auxiliadora Díaz.

La jueza titular de Violencia Sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Auxiliadora Díaz. / gerardo ojeda

María Auxiliadora Díaz Velázquez (Las Palmas de Gran Canaria, 1967) es la titular del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, directora de la cátedra de Derechos Humanos y Estudios Críticos de Género de la ULPGC y miembro del Observatorio contra la Violencia Doméstica, del Consejo General del Poder Judicial. Participa este martes en la 67 sesión del Cedaw (las siglas en inglés de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer), de la ONU, para hablar del concepto amplio de la violencia de género e impulsar una Red de Feminismos Jurídicos.

¿Podría dar unas pinceladas sobre el discurso que pronunciará en la ONU por el Día Internacional de la Mujer?

Voy a la Cedaw 67 (siglas en inglés de la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer), en Naciones Unidas, con la finalidad de hablar de ese concepto amplio de violencia de género, de acuerdo con lo que establece la normativa internacional más allá del ámbito de la pareja o expareja, y por otra parte, de la necesidad de contabilizar y visibilizar los datos reales de esa violencia a nivel mundial. En el congreso internacional que realicé en noviembre, pusimos en marcha la Red de Feminismos Jurídicos con el objetivo de visibilizar la discriminación que sufren los grupos que experimentan formas múltiples e intersectoriales de discriminación, como las mujeres con discapacidad, de color o migrantes.

¿A qué se refiere con violencia de género en sentido amplio?

Pues me refiero al concepto que recoge el Convenio de Estambul en su artículo 46 al referirse a que no es necesario ningún tipo de vínculo entre la víctima y el victimario para hablar de violencia de género. Incorporaría los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, contra la libertad sexual, matrimonios forzados, mutilación femenina y acoso por razón de sexo. Datos que a día de hoy no existen. A través de esa Red de Feminismos Jurídicos, podemos llevar a cabo una recapitulación de datos para saber cuál es esa realidad social y después promover y llevar a cabo las políticas públicas necesarias. El proyecto forma parte de la Cátedra de Derechos Humanos y de Estudios críticos de Género de la ULPGC, de la cual soy directora.

Hablaba que existen datos que todavía no se establecen en las estadísticas de violencia de género, y en ese sentido, hay operadores jurídicos que ya abogan por ampliar las funciones de los juzgados especializados, ¿qué opinión le merece a usted?

Totalmente de acuerdo. Es necesario llevar a cabo una ampliación de las funciones. De conformidad con lo que establece el Convenio de Estambul, en ese amplio concepto de violencia de género, la totalidad de competencias deberían ser asumidas por los juzgados especializados con independencia del vínculo que pudiera existir entre la víctima y el victimario, siempre y cuando ese tipo de acto de violencia se dé sobre la mujer por el mero hecho de ser mujer.

¿Es España un estado que en la actualidad protege a las mujeres víctimas de violencia de género? ¿Qué se podría mejorar?

Ahora mismo, esta nueva ley que acaba de salir, que es conocida como del sí es sí, intenta incorporar lo que el Convenio de Estambul viene a establecer en su artículo 26 y siguientes cuando habla de esa necesidad del consentimiento en los delitos contra la libertad sexual. En realidad, lo que ha hecho el legislador español no es un capricho, sino trasponer la normativa internacional dentro del ordenamiento jurídico español. Eso sí, la ley establece la creación de juzgados especializados en violencia sexual, y lo que yo creo es que ese tipo de competencias lo pueden asumir los juzgados de Violencia Sobre la Mujer, ya que la mayor parte de los operadores jurídicos que trabajamos en ellos estamos formados en esa materia.

Ello generaría una mayor carga en unos juzgados ya saturados.

Deberíamos crear más juzgados de violencia, sin duda. Yo abogo también por la comarcalización, que todo se lleve a la capital de la provincia, en tanto en cuanto se presupone que tenemos más medios. Pero claro, esa comarcalización requeriría crear otro juzgado, al menos. Y también es importante que nos incorporáramos como juzgados de guardia, al igual que ocurre con los juzgados de Instrucción. Esto ocurre ya en otras provincias, como Valencia, Madrid, Bilbao o Barcelona.

Y con ello, la exigencia de más medios será todavía mayor.

Sí, son necesarios más medios. Otra de las grandes cuestiones que todavía no se ha dado cumplimiento es la creación de las Oficinas de Atención a las Víctimas, sin ningún tipo de dotación presupuestaria. En Canarias, todavía no existe dicha oficina, tan necesaria para que las mujeres vayan a ellas con carácter previo a la interposición de una denuncia. En ellas, tendrán asistencia jurídica, psicológica e incluso si fuera necesaria, económica, para que cuando vayan al órgano judicial tengan la totalidad del elemento de prueba que sea necesario para un buen resultado y que puedan salir de esa violencia. Y que también las atiendan en el momento de la ejecución de la sentencia, algo que dicen ellas mismas: que una vez dictamos sentencia, nos olvidamos de ellas completamente.

Premio Francisca de Pedraza a la jueza Auxiliadora Díaz

Auxiliadora Díaz, tras recibir el premio Francisca de Pedraza en noviembre / LP/DLP

Comentaba, sobre la Ley Orgánica 10/22 -denominada del sí es sí-, que era una trasposición positiva de la legislación internacional. ¿Qué está pasando para que se hable mal de ella?

Tenemos que diferenciar dos cosas. Por un lado, el legislador español ha incorporado el concepto amplio de violencia de género al ordenamiento jurídico nacional. Pero no nos podemos olvidar del gran error del legislador al no tener en cuenta la posibilidad de aplicar de forma retroactiva la norma y que eso haya dado lugar a que muchos de los agresores condenados salgan a la calle. Pese a ello, no podemos olvidarnos de lo bueno que supone esta norma. Es un gran avance.

¿Qué detalles son los que hacen buena esta nueva Ley?

"Estoy convencida que el incremento del número de denuncias se da por una mayor concienciación"

Lo que es muy importante es que el tribunal sentenciador deberá extraer de la prueba practicada si concurre falta de consentimiento, porque es uno de los elementos del tipo. Se tiene que probar que, efectivamente, se obtuvo ese consentimiento, que no estaba viciado. Por otra parte, el cambio de nomenclatura: desaparece el abuso y solo quedará la agresión sexual. Al final, "abuso", desde el punto de vista etimológico, significa "mal uso" y si eso lo trasladamos a las mujeres, las estaríamos cosificando. Otra cosa que se dice de la ley es que establece márgenes demasiado amplios, pero eso también da lugar a que el órgano judicial sea mucho más preciso a la hora de determinar la pena. Se incorpora la anulación de la voluntad, es decir la sumisión química que está tan en auge en la sociedad, como un supuesto agravado. Pero también hay vacíos en la norma: hubiera sido mejor que el legislador hubiera incorporado, en el caso de violaciones de forma conjunta, un tipo específico de violación grupal.

¿Sigue siendo España un referente en materia de protección a la mujer?

Es un referente mundial en protección de la violencia de género en cuanto a la normativa. Pero existen muchas cosas que nos quedan por hacer. Uno de los grandes retos que tenemos es la aplicación de la perspectiva de género por parte de todos los operadores jurídicos. No me refiero a hacer más caso a las mujeres que a los hombres, sino que llevar a cabo una interpretación de una norma a priori desigual para evitar perjuicios.

¿Hay muchas mujeres que desisten de su denuncia en mitad del proceso judicial?

Hay un número importante de mujeres, casi un 12%, que retiran las denuncias. Es la realidad que nos encontramos día a día. Y, por supuesto, después hay un gran bloque de mujeres que todavía se encuentran ocultas, que están viviendo la violencia de género en sus casas.

Canarias es la región con mayor tasa de feminicidios, ¿qué características tiene esta región que la hace tener estas estadísticas?

Esa es una de las grandes cuestiones que nos hemos planteado desde el Observatorio. Es verdad que tanto Canarias como Baleares han despuntado siempre. Canarias, en 2021, estaba en el tercer puesto y Baleares en el primero, y ahora mismo, Canarias está en el primer puesto, y detrás de nosotros está Baleares. El hecho de la insularidad es lo único que nos hace pensar que pueda haber más violencia que termine con resultado de muerte, porque otra cosa es el número de denuncias que se presentan. No existen datos objetivos que nos den una respuesta clara a esa pregunta, pero algo ocurre.

¿Considera que el aumento de denuncias por violencia de género se debe a una mayor concienciación o que existen más episodios que antaño?

Estoy convencida que el incremento de denuncias supone una menor tolerancia social y una mayor concienciación, lo cual supone que ese bloque de mujeres que no se ha atrevido a denunciar cada vez es menor.

¿Está dando la sociedad pasos hacia atrás?

Yo creo que sí. Durante un tiempo, hace unos años, la gente era mucho más prudente al hablar de violencia de género: había gente que no creía en ello y se callaba porque entendía que no estaba bien visto. Pero a día de hoy, esta gente es mucho más expresiva. Y esto es bastante peligroso, porque existen cosas que parecía estaban totalmente salvadas, y volvemos a plantear si efectivamente es violencia de género o no. También somos bastante tolerantes en la protección a los menores, un maltratador no puede seguir visitando a sus hijos, por ejemplo. El no entender que estamos reproduciendo el hecho de la violencia de género, hace que la sigamos manteniendo en la sociedad.

¿Se ha olvidado la sociedad de los hombres en la ecuación de la violencia de género?

Sí. Si no adoptamos también políticas públicas de reeducación y reinserción social de los hombres, desde que salga a la sociedad, volverá a cometer violencia de género. El programa de reinserción (PRIA) es muy importante porque, cuando a los agresores se les suspende la pena y se les condiciona que se sometan a tratamientos, se da que menos de un 11% reinciden. Esa reincidencia es mucho mayor, hasta del 41%, si no pasan por el PRIA. Siempre nos hemos focalizado en la mujer, pero también hay que centrarse en el hombre.

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