4.098 menores canarios pidieron auxilio al teléfono de la Fundación ANAR en 2022

Las llamadas a la fundación desde Canarias crecen un 38% con respecto al año pasado

La centralita de la Fundación ANAR desde la que atiende las llamadas

La centralita de la Fundación ANAR desde la que atiende las llamadas / LP / DLP

4.098 menores canarios pidieron auxilio al teléfono de la Fundación ANAR en 2022. El teléfono de ayuda de la Fundación ANAR recibió el año pasado 4.098 llamadas de menores y adolescentes canarios solicitando ayuda ante situaciones de violencia o por casos de salud mental, según el Informe Anual 2022 del Teléfono/Chat Anar publicado este miércoles. Esto supone un incremento del 38% de los casos atendidos en Canarias en relación con los registrados durante el 2021, cuando se atendieron 2.961 llamadas desde el Archipiélago.

En el conjunto del país el teléfono y el chat de ayuda atendió 217.693 peticiones de ayuda, lo que supone un descenso del 13% con respecto a las 251.118 llamadas atendidas durante el 2021.

«Del total de llamadas 17.896 eran casos graves en los que era necesaria la intervención de un psicólogo, un abogado, un trabajador social, o de varios de estos profesionales a la vez para resolver el caso que se estaba planteando. En total hemos hecho 74.428 derivaciones a recursos de infancia de toda España», explicó Benjamín Ballesteros, director técnico de la Fundación ANAR.

En el último año atendieron 1.454 casos de gravedad más que en el año 2021. Además en los últimos seis años casi han duplicado los casos globales atendidos con un incremento del 94,7%. Castilla y León fue la que registró el mayor número de llamadas a este servicio gratuito y disponible las 24 horas del día todos los días del año con 48.734 peticiones seguida de Madrid con 44.002.

Salud mental

Por primera vez desde la puesta en marcha de este servicio de atención a la infancia las llamadas relacionados con casos de salud mental han centrado la mayoría de peticiones de ayuda, siendo el motivo del 45,1% de las consultas, frente a los casos de violencia tanto escolar como familiar que se han quedado como segunda opción aglutinando el 34,7%.

«Entre ellos tenemos que destacar la conducta suicida que se ha convertido en el principal motivo de consulta. En total fueron 4.554 casos de menores y adolescentes a los que pudimos dar una solución para ayudarles a resolver el problema que en ese momento se lo estaban planteando. Se hallaban en una situación absolutamente límite. De ellas, 1.275 presentaban el intento autolítico, es decir, la tentativa de suicidio ya se había iniciado cuando hablaban con nosotros», remarcó Ballesteros.

El estudio divide entre las llamadas realizadas por los propios menores o adolescentes y las hechas por su entorno adulto. Aquí se ve una gran diferencia. Mientras los primeros centran sus peticiones en temas de salud mental los segundos lo hacen por casos de violencia, ya sea familiar o en los centros educativos, detectados en los menores de su entorno. «No ha descendido el número de casos de las consultas que hacen los propios menores sobre violencia lo que ocurre es que ha crecido mucho el porcentaje que consultan por temas de salud mental y, por eso, parece que hay un descenso. Numéricamente estamos hablando de la misma cantidad de casos que en años anteriores», apostilló.

Entre las causas de salud mental más repetidas en las llamadas están la ideación o intento de suicidio que supusieron el 17,1% de las peticiones, otros problemas psicológicos, como trastornos alimentarios, (16,6%) y las autolesiones  son el 9,8%.

En cuanto a las llamadas realizadas por menores y adolescentes relacionadas con la violencia, el 9,3% son por maltrato físico, el 7,4% por acoso escolar y el 6,2% por maltrato psicológico.

Redes sociales

«Más de la mitad de los casos tienen una duración de más de un año, la gravedad es alta y la frecuencia es diaria. Estamos ante una situación que puede provocar traumas y complejos para estos menores de edad, por lo que es muy importante dar a conocer al máximo las líneas de ayuda de la fundación», destaca.

Otro de los factores que destaca el informe es la influencia, para mal, de las redes sociales entre los menores y adolescentes. «Vemos que todos estos aspectos que hemos mencionados están relacionados con la tecnología de una forma muy significativa, ya en la actualidad suponen cerca del 30% de los motivos de llamadas, los que tiene alguna relación con la tecnología. Los menores nos hablan de la sensación de soledad que sienten, lo llamamos soledad acompañada», subrayó.

El estudio deja claro que los jóvenes sufren cada vez más de ansiedad, depresión y problemas para relacionarse.

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