Una anciana con alzhéimer pasa doce horas en la camilla de una ambulancia esperando a ser atendida en Canarias

"Mi madre estaba en el pasillo de fuera de urgencias, donde está admisiones, esperando a que la pasaran, sin comer y sin medicación y yo todo el rato de pie", denuncia la hija

Una anciana con alzhéimer pasa doce horas en la camilla de una ambulancia esperando a ser atendida  en Canarias

La madre de Carmen, una mujer de ochenta años que sufre de alzhéimer, hipertensión y diabetes, fue atendida este lunes en un centro de salud en el norte de la isla de Tenerife, donde recibió el diagnóstico de neumonía. Tras someterse a pruebas médicas y recibir tratamiento, los médicos determinaron que necesitaba ser trasladada al Hospital Universitario de Canarias (HUC) en una ambulancia. Una vez en el hospital, la paciente tuvo que esperar en la zona de admisiones durante un período prolongado que, según su hija, se extendió aproximadamente por unas doce horas, mientras permanecía en la camilla de la ambulancia. Según su hija, Carmen "mi madre estaba en el pasillo de afuera de urgencias, donde está la admisión, esperando a ser atendida, sin poder comer ni recibir medicación, y yo estuve de pie todo el tiempo", contó a los micrófonos de SER Canarias.

Durante este extenso período de espera, Carmen observó que continuaban llegando más pacientes que se acumulaban en la misma área, lo que impedía que las ambulancias pudieran continuar con su servicio. En palabras de Carmen: "Luego llegaron tres pacientes más, en total cuatro ambulancias estuvieron estacionadas allí durante toda la noche, y por la mañana llegó otra más, sumando cinco en total". Todos estos pacientes tuvieron que permanecer en las camillas de las ambulancias durante varias horas.

Una vez que finalmente atendieron a la paciente, esta continuó esperando en el pasillo durante unas tres o cuatro horas adicionales, según lo relatado por Carmen, hasta que un médico la examinó y ordenó que se realizaran más pruebas, incluyendo una analítica de sangre y una radiografía. La hija de la paciente describió la situación dentro de la sala de urgencias como caótica, con una gran cantidad de pacientes ocupando los pasillos y camillas, y la necesidad de mover camillas para dar paso a otros pacientes o permitir que los médicos accedieran a las áreas de atención.

Carmen quiso destacar el trato amable recibido por parte del personal de salud y expresó su agradecimiento a los técnicos de las ambulancias, enfermeros y auxiliares por su atención excepcional. Hizo hincapié en que no quería dar la impresión de que el personal no estaba dispuesto a acelerar los procedimientos, ya que estaban haciendo todo lo posible con los recursos disponibles. Carmen también mencionó que pudo hablar con los técnicos de las ambulancias, quienes, a pesar de pasar largas horas de pie, eran conscientes de que el tiempo en que estaban inmovilizados en el lugar eran servicios que no podían brindar, y que estaban dedicados a su trabajo y su vocación era ayudar a los pacientes, no pasar todo su turno de pie en la entrada del hospital.

Hospital Universitario de Canarias

Hospital Universitario de Canarias

En cuanto a las quejas, la hija de la paciente agregó que "los pocos enfermeros que salieron antes de poder ingresar a mi madre en urgencias me instaron a presentar quejas, ya que estaban cansados de que no se les hiciera caso." Varios profesionales de la salud han expresado la necesidad de aumentar la plantilla para garantizar una atención rápida, de calidad y efectiva, con el fin de evitar situaciones en las que los pacientes pasen largos períodos en los pasillos de los centros de salud esperando ser atendidos.

El Hospital Universitario de Canarias afirmó que estas situaciones ocurren "de manera puntual" y que "hay días de gran afluencia" en los que los servicios de urgencias pueden verse desbordados.