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Aviso de la DGT: estos conductores cambiarán la manera de adelantar desde julio

Algunos vehículos no podrán realizar este tipo de maniobras como hasta ahora debido a una normativa europea

Estos conductores tendrán que tener precaución con los adelantamientos desde julio por normativa de la DGT

Estos conductores tendrán que tener precaución con los adelantamientos desde julio por normativa de la DGT

Han saltado todas las alarmas entre los conductores porque la Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado que los vehículos matriculados desde esta fecha no podrán realizar determinados tipos de maniobras de adelantamiento como hasta ahora se hacían, debido a una normativa de la Unión Europea que las cambiará por completo.

Por esta razón, la jefatura de tráfico pide a los propietarios que revisen sus coches para ver si lo incluyen ya, y pide a los que se vayan a comprar uno nuevo que comprueben si viene incluido, porque será obligatorio desde el 6 de julio.

Los adelantamientos, un problema para la DGT

Los adelantamientos indebidos son una de las principales causas de accidentes de tráfico en carretera, con un 20% de las víctimas mortales en 2023. Según la DGT, en el último año se registraron 1.100 accidentes con víctimas mortales en los que el adelantamiento estuvo involucrado, lo que representa un 15% del total.

La normativa de tráfico establece que solo se puede adelantar por la izquierda, siempre que haya suficiente visibilidad y espacio libre para hacerlo sin peligro. Además, el vehículo que adelanta debe hacerlo a una velocidad superior a la del que circula delante, sin sobrepasar el límite de velocidad permitido. Sin embargo, muchos conductores no lo hacen, poniendo en riesgo al resto de vehículos de la calzada.

Los adelantamientos indebidos pueden ocasionar diversos problemas, como:

  • Colisiones frontales con vehículos que circulan en sentido contrario.
  • Colisiones por alcance con el vehículo que se adelanta.
  • Salidas de la vía por exceso de velocidad.
  • Atropellos a ciclistas o peatones.

La solución son los ADAS

Los sistemas de seguridad y ayuda a la conducción (ADAS) son un conjunto de tecnologías que se integran en los vehículos para mejorar la seguridad tanto del conductor y pasajeros como del resto de usuarios de la vía, incluyendo peatones y ciclistas. Los ADAS utilizan una variedad de sensores, como cámaras, radares, láseres LiDAR y ultrasonidos, para monitorizar el entorno del vehículo y detectar posibles riesgos. Estos sensores recopilan información sobre la posición y la velocidad de otros vehículos, peatones, ciclistas, obstáculos en la carretera y señales de tráfico.

Estos sistemas son de gran ayuda para el conductor, pero en ningún momento sustituyen su labor. Por eso la Unión Europea ha obligado a los fabricantes a incluir obligatoriamente en todos los vehículos un mínimo de estos asistentes. Entre ellos se encuentra el Asistente de velocidad Inteligente (ISA), que te limita algunas maniobras en carretera y evita que se exceda la velocidad obligatoria. Esto hará que los adelantamientos cambien para siempre porque no se podrá sobrepasar el límite de la vía impuesto por la DGT.

¿Cómo funciona el ISA?

El ISA utiliza una combinación de cámaras y sensores para detectar las señales de tráfico que indican la velocidad máxima permitida. Esta información se compara con la velocidad actual del vehículo y, si se supera el límite, el ISA puede actuar de dos maneras:

  • Alerta al conductor: El ISA puede emitir una señal acústica, visual o vibratoria para avisar al conductor de que está superando el límite de velocidad.
  • Reduce automáticamente la velocidad: En algunos vehículos, el ISA puede reducir automáticamente la velocidad del vehículo hasta que se alcance el límite de velocidad permitido.

El ISA se activa automáticamente al arrancar el vehículo y permanece activo mientras se circula, pero se puede desactivarse manualmente por el conductor si lo desea. Tenerlo encendido provoca una serie de ventajas como: respetar los límites de velocidad de manera automática, reduce el riesgo de multas y la probabilidad de accidente, mejora la eficiencia del combustible al llevar una velocidad continua y reduce el estrés al volante, porque el conductor no tiene que estar pendiente de si pisa de más el acelerador.