Una mula finge tener movilidad reducida para evadir un control en el aeropuerto tras ingerir un kilo de coca

El traficante llegó a Gran Canaria en un vuelo europeo que hizo escala en Madrid

El pasajero llevaba ocultas en su organismo 58 cápsulas con el estupefaciente

Tráfico de drogas en el aeropuerto de Gran Canaria

La Provincia

A simple vista, era un pasajero con discapacidad y movilidad reducida que necesitó asistencia y una silla de ruedas para moverse por el avión y el aeropuerto. En su maleta de mano llevaba ropa, calzado y otros enseres para pasar, supuestamente, una temporada en Gran Canaria. Pero este no era su único equipaje, él no era un viajero cualquiera y, para más inri, la supuesta discapacidad y problemas para caminar resultaron ser mentira.

Se trataba de una mula de la droga que quería introducir en la Isla un kilo de cocaína que llevaba oculto en el interior de su cuerpo y que, como suele habitual en estos casos, se lo había tragado en varias cápsulas.

La Guardia Civil del Aeropuerto de Gran Canaria, bajo la dependencia funcional de la Administración de Aduanas e Impuestos Especiales del Aeropuerto de Gran Canaria, detuvo a este pasajero, de 49 años y procedencia africana, por un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas. 

Una de las cápsulas con cocaína que había ingerido el pasajero detenido

Una de las cápsulas con cocaína que había ingerido el pasajero detenido / LP/DLP

El traficante acababa de aterrizar en Gran Canaria en un vuelo procedente de Madrid, aunque la capital fue solo una escala. El origen era Europa y no se descarta que antes hubiese volado desde otro país, bien en África o en Sudamérica. Suelen ser las rutas habituales del contrabando que realizan las mulas.

Inspección

Los agentes se fijaron en el hombre, que hizo uso del servicio de personas con movilidad reducida del aeropuerto para tratar de evadir el control. Sospecharon que algo no iba bien y le realizaron una inspección, aunque en el equipaje de mano no hallaron nada. Fue su actitud nerviosa la que llamó la atención y le pidieron que se sometiese a una prueba radiológica.

Al pasar por el escáner vieron decenas de cápsulas en el interior de su organismo. Todas en forma de cilindros. Eran, en total, 58, de unos cinco centímetros de longitud, las había ingerido y llevaban cocaína, contó al saberse descubierto.

El pasajero fue ingresado en un centro hospitalario por el riesgo que corría su vida si una de las cápsulas reventaba, hasta que la expulsó todas. Del análisis se descubrió que eran casi mil gramos de estupefaciente. El viaje se acabó para esta mula, que ingresó en prisión por un delito de tráfico de drogas.