La UD Las Palmas echa el cerrojo con el récord del curso

La UD Las Palmas del telón de acero. La muralla de Pimienta. El cuadro grancanario alcanza la mejor racha sin encajar un tanto en esta temporada de los récords. Los 400 minutos imbatido –los cuarenta últimos ante el Mirandés y los duelos íntegros ante Huesca (1-0), Burgos (0-0), Lugo (3-0) y el de anoche contra el Leganés (0-0)–. Pulveriza de esta manera el anterior registro de 373’ sin recibir una diana desde la pasada novena jornada hasta la 13ª. Además, van 17 fechas ligueras sin encajar en esta temporada (catorce con Valles y tres con Álex Domínguez bajo palos).

Con quince tantos en contra, tras la disputa de 28 jornadas, la UD recibe 0,53 tantos por partido. Un guarismo que no se había dado en esta punto de la competición en todas las temporadas de los grancanarios en la categoría de plata. Pimienta lo aplaudió en la sala de prensa de Butarque: «Es digno de reconocer, un acto de justicia. Todos estamos comprometidos». Ante el Leganés, y por la baja de Sergi Cardona por sanción, Eric Curbelo ya se convirtió en el más utilizado con 2.175’ (por los 2.120’ del lateral de Lloret de Mar.

Solo 15 tantos en contra

Para darle la dimensión precisa al dato de los quince tantos en contra, recordar que en la pasada temporada, Las Palmas había encajado a estas alturas 34 dianas –19 más que en la actualidad–.

Solo el Burgos resiste el rigor defensivo de los amarillos (también con quince tantos en contra pero con un partido menos). El bloque más batido en el colista Ibiza con 40. Además, con una diferencia favorable de +18, la UD es el campeón en esta categoría.

En los puestos de ascenso directo, los de Pimienta acumulan 21 fechas ligueras. Una vuelta. Con 53 puntos y primero clasificado, también figuraba la UD de Paco Herrera en la edición 14-15 tras la disputa de 28 jornadas. Ese equipo, con el Chino Araujo de pichichi (acabó el curso con 25 tantos).

Si Marc Cardona es el pichichi (siete dianas) y Viera es la estrella, Valles está maravillando bajo palos. El de La Rinconada, que asistió al nacimiento de su hija Antonella el pasado viernes, lleva 400 minutos sin recoger el balón de la portería. Ayer, en un mano a mano ante Juan Muñoz, lució su instinto felino a los tres minutos.

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