La batalla de la gambeta

Las Palmas, el equipo que más regates realiza de Segunda División con un total de 696, recibe al Sporting, tercero de la categoría con 565 | Pejiño y Moleiro, los más ‘bailongos’

Pejiño protege un balón en juego de Guille Rosas, lateral del Sporting de Gijón, en el partido disputado en El Molinón de la primera vuelta liguera.  | | LOF

Pejiño protege un balón en juego de Guille Rosas, lateral del Sporting de Gijón, en el partido disputado en El Molinón de la primera vuelta liguera. | | LOF / David Rodríguez

David Rodríguez

David Rodríguez

Llega el partido de los descarados. La batalla de la gambeta tendrá lugar el domingo en el Estadio de Gran Canaria (20.00 horas, #Vamos) entre la UD, el equipo que más regates acumula en lo que va de temporada, con 696 quiebros, frente al Sporting de Gijón, tercero en el apartado estadístico de la categoría con 565 en las 32 jornadas disputadas hasta la fecha.

Dentro del encorsetamiento de las estrategias y tácticas que se llevan a cabo en la última década, en la que el análisis de los rivales han derivado a un juego estático en el que se intenta maximizar las debilidades del rival, el conocido como juego de calle se ha ido diluyendo poco a poco. Los regateadores se han perdido con el paso del tiempo y las burlonerías con el balón ya es cosa del pasado.

Sin embargo, Las Palmas abandera el regate como una de sus virtudes bajo la batuta de García Pimienta desde el banquillo. El estilo de toque y compartir el balón potencializado por el intento de superar líneas con las fintas.

Ahí, el equipo amarillo opta por los regates ante los cerrojazos que sufre en sus carnes cada jornada. Muchas veces se le reclama un mayor ritmo en la circulación del balón, pero ahí los datos reflejan que con 696 regates es el equipo que domina con holgura el arte de la gambeta.

Le sigue en la clasificación analítica el Andorra, que con Eder Sarabia en el laboratorio y compartiendo filosofía Cruyffista con García Pimienta, contabiliza 602 fintas en el transcurso de la temporada. Noventa y cuatro menos que las que acumula la UD.

Y justo, en el tercer escalón, por sorprendente que pueda parecer después de que Abelardo dirigiese al equipo asturiano durante las primeras 23 jornadas ligueras con un estilo opuesto al del tiki-taka, es el Sporting quien aparece como el equipo que ha ejecutado 565 regates en la campaña.

Ahora, con la verborrea de Miguel Ángel Ramírez Medina en el banquillo asturiano, el estilo que se promulga en Mareo es totalmente distinto al del Pitu. Ahora existe una propuesta más cercana a la de Pimienta en El Molinón. Así, el domingo, en Siete Palmas, se abre la puerta a una pelea de correcalles con un campo abierto en el que a la UD vislumbre las puertas del Olimpo.

Los príncipes del potrero

Si ya el cantante argentino Rodrigo Bueno puso en valor el recurso de la gambeta forjada en un potrero –terreno sin edificar en el que los más jóvenes juegan– cuando homenajeó a Diego Maradona con el sencillo La Mano de Dios, en el vestuario de la UD es Pejiño y Alberto Moleiro quienes honran veneración por el engaño con la pelota en los píes.

El gaditano lleva el regate en su sangre. Forjado en las playas de Barbate, el 24 amarillo es de esos extraños jugadores que sobreviven en los terrenos de juego. De los que te muestran el balón y un segundo después lo tiene en la otra pierna para volver loco a su defensor. 122 veces ha intentado superar su marca en lo que va de temporada, de las cuales 64 le ha salido bien al andaluz, o lo que es lo mismo, casi una de cada dos veces que intenta dejar atrás a su rival con una finta es óptimo su intento de progreso.

Le sigue en este apartado Alberto Moleiro. El guardián de la otra banda. Si Pejiño progresa por la derecha, el producto más codiciado para la lonja veraniega lo hace por la izquierda. El 10 amarillo lleva 114 regates en su cuentakilómetros. El descaro del que todos hablan a su alrededor, tras la estela del barbateño y con el apadrinamiento de Viera, el más ducho en la escuadra dada su trayectoria.

El éxito de regate del tinerfeño es menor que la de Pejiño, aunque no por ello se aleja de la danza con la pelota pegada a sus pies. Moleiro ha superado 53 veces a sus rivales, aunque en 61 se ha dejado el balón atrás o se lo han robado.

Un recurso que sin embargo le mantiene en la segunda plaza de los mejores asistentes de la categoría con ocho pases de gol –sólo superado por Callejón, del Granada, con nueve–. Regateador sí, pero chupón, no.

En la escuadra rival, quien es el más descarado del plantel rojiblanco es Juan Otero. El extremo colombiano ha tirado 102 regates en el campeonato, de los que en 59 ocasiones no le ha resultado como esperaba.

La lista de los hombres de Pimienta es extensa en cuanto al número de regates que intentan. Así, Jonathan Viera suma 88 –en 23 partidos jugados–, Enzo Loiodice llega a 58; Marc Cardona suma 47, Óscar Clemente se queda en 44 y Sergi Cardona refleja 38 en su haber.

Por la parte asturiana la nómina está más repartida: el defensa Guille Rosas firma 50; Pedro Díaz son 48 regates los que lleva; mientras Cristo González, el peligro sobre el marco que defenderá un Valles con la lupa puesta, registra 45.

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