Kirian, ‘El renacido’

El mediocentro de Candelaria aparece en el momento clave para ganarse el puesto como titular | Contra el Zaragoza confirmó que estaba sano y ante el Eibar da una lección de juego

La renovación de Kirian por la UD Las Palmas

H. U. D.

David Rodríguez

David Rodríguez

En el mes de agosto del año pasado a Kirian Rodríguez se le detectó un linfoma de Hodgkin que le apartó del fútbol. El tinerfeño le ganó la partida al cáncer y en enero comenzó su puesta a punto para regresar a los terrenos de juego. Se vistió de corto en La Romareda hace dos semanas y demostró estar más que en forma. Pero en Ipurúa fue el lugar de la consagración de Kirian, El Renacido, que se suma al plan ascenso.

Kirian Rodríguez, el Leonaro DiCaprio de la plantilla que dirige Xavi García Pimienta. Si el actor estadounidense tuvo que esperar un sinfín de nominaciones como mejor actor en los premios Oscar para alzar la estatuilla con la película El Renacido, al mediocentro de Candelaria le separaron nueve meses de calendario para sentirse de nuevo el actor principal con la camiseta amarilla.

Al igual que DiCaprio, a Kirian le zarandeó un oso llamado linfoma de Hodgkin. El tinerfeño le ganó la batalla al cáncer, detectado a principio del mes de agosto del año pasado, y en enero su pelea fue la de convencer a Pimienta de que estaba apto para ser una pieza importante en el navío insular.

La oportunidad le llegó frente al Zaragoza en la jornada 38 hace dos semanas atrás. Ahí, en La Romareda, arropado por unos 300 incondicionales que se han recorrido la Península todo el año, disputó los últimos 18 minutos del encuentro para ver en primera persona cómo Jonathan Viera conseguía poner el empate 1-1 desde el punto de penalti al batir a Cristian Álvarez.

Sustituyó Kirian a Enrique Clemente para encarar los últimos 18 minutos –más el descuento– y con el equipo volcado sobre la meta aragonesa en búsqueda de un punto que ahora sabe a oro del bueno, el 20 comenzó a dar síntomas de que su presencia estaba más que justificada.

Por delante de Loiodice, que retrasó su posición después de que Mfulu fuera retirado al banquillo, regresó el jugador de la cabeza alta que pide el balón constantemente. Kirian había regresado como el mejor Kirian.

A pesar de que la primera pelota que tocó se convirtió en una pérdida, el mediocentro no se arrugó y empezó a combinar con Jonathan Viera y Moleiro por dentro y siempre quiso encontrar a los Sandro, Loren y Marc Cardona que coincidieron en la punta de ataque. Ahí, la comandancia de llevarles el balón a los arietes pasaba por el tinerfeño y no falló.

Después, en zona mixta en La Romareda, juró su amor por el escudo que defiende a pesar de que concluye su contrato el 30 de junio y varios cantos de sirena provenientes de su Isla de nacimiento retumban en su entorno.

Tras volver a Barranco Seco, Kirian expresó que no dudaba de Pimienta. «Es quien mejor saca el rendimiento de Kirian, nadie me puede conocer mejor que él. Ha sido muy cercano conmigo. Es el jefe y decide cuándo juega cada uno. Me ha estado valorando durante tanto tiempo, viendo qué tal estoy y ha decidido que el momento es ahora», resaltó el 20.

Y su momento quedó claro que fue en Ipurúa. Ahí, con la presión que suponía la final contra el conjunto armero para que la UD se alzara con el liderato de la categoría que ostenta actualmente, Rodríguez se exhibió.

Jugando de seis, un poco más atrás de donde comenzó a dar sus primeros pasos como profesional y donde se prodigaba Aimar, su referente en el pasto. En la sala de máquinas, Kirian se convirtió en el jefe del plantel de Pimienta a falta de tres jornadas para la conclusión de la temporada.

El de Candelaria repartió 69 pases en los 82 minutos que permaneció en el terreno de juego. Solo falló siete intentos de combinar con sus compañeros. Todo pasó por su brújula, con Viera en el césped hasta el minuto 38 y sin él cuando se lesionó.

Pimienta está feliz. Tiene a una nueva pieza en su arsenal. Un actor de Hollywood que anhela quitarse el mal sabor de boca de la pasada campaña y ascender a Primera con la estatuilla de El Renacido.

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