Opinión

¡UDLP, vaya momento!

LaLiga SmartBank: SD Éibar - UD Las Palmas

LaLiga SmartBank: SD Éibar - UD Las Palmas / LOF

Alicia Llarena

Durante el reciente bache de la UD, la afición cayó en el desánimo absoluto, la crítica incluso despiadada y la petición de la cabeza de Pimienta. Después del 0-1 frente al Eibar la afición se vino arriba de nuevo, feliz y esperanzada, pidiendo llenar el Estadio y que la guagua vuelva a pasar por Fondos de Segura. Somos una afición bipolar, de emociones extremas. Y también, por lo mismo, intensamente quejica. Si jugamos bien y no ganamos, porque siempre pasa lo mismo y lo importante es ganar. Si tenemos la posesión del balón, pero no la victoria, porque a ver cuándo aprendemos a competir. Si ganamos, pero no jugamos bien, porque así no se puede jugar ni confiar en el equipo ni ascender. Si estamos quintos, porque no aprovechamos las ocasiones de ser líderes. Si somos líderes, porque los demás están fallando y no por méritos propios. Si sí, porque sí. Y si no, porque no. Nunca estamos conformes, somos nuestros propios enemigos, enfocándonos siempre en lo negativo en lugar de leer la temporada con un foco más amplio. El lema de la UD esta temporada es: La unión hace Las Palmas porque Ninguno de nosotros es mejor que todos juntos, que es la frase que leen los jugadores en el pasillo del vestuario antes de salir al campo. Y así es, juntos somos mejores, juntos todos, afición y equipo, en las buenas, pero sobre todo en las malas rachas. Esta LaLiga Smartbank no es fácil, ni siempre se gana jugando bien, ni siempre se pierde jugando mal. No hay equipo perfecto ni jornada que no depare sorpresa porque desde hace ya años cualquiera puede ganarle a cualquiera y en cualquier momento de la temporada. El pasado lunes se quejaban en Éibar de que la UD no había pasado de medio campo y se llevó el partido; en la primera vuelta nosotros nos quejamos de que el Eibar se llevó un empate sin pasar de medio campo y solo por un regalo clamoroso de Curbelo al despejar mal un balón. Y a pesar de recuperar el liderato, aficionados de la UD se quejaban de que no habíamos competido, como si defenderse como jabatos en la ratonera de Ipurua no fuera competir también. Hubo quien se quejó porque solo tuvimos la ocasión de Sandro y por pura suerte acabó dentro. Lo mismo que dijimos cuando el Oviedo nos levantó el partido en una ocasión aislada y nosotros estrellamos varios tiros en el palo. Qué cosas. El equipillo, pase lo que pase, ha hecho una buena temporada, se la está jugando contra plantillas y rivales descendidos de Primera y llega exhausto al photo finish como el resto de equipos de la zona alta. La liga es larga y exigente, está loca en esta segunda vuelta y sobre todo en este tramo, donde todos pinchan y ninguno toma ventaja. El ascenso directo es una lotería y no estará claro hasta la última jornada, pero tenemos un boleto para jugarla, lo hemos tenido toda la temporada, incluso en la mala racha. Estamos teniendo la suerte del campeón y quizás nos toca el gordo en la última jornada. Eso es lo que yo creo, que tenemos suerte, la suerte de disfrutar con fe esta posibilidad de ascenso, que la pelota es redonda y en un partido nunca se sabe lo que sucede hasta que sucede y que hay 21 equipos a los que les gustaría estar hoy en nuestro lugar. He confiado siempre, incluso en la mala racha, precisamente porque en esta temporada tan extraña la UD ha tenido suerte y nunca se descolgó de las opciones de ascenso, parecía que cada vez que fallábamos, los demás también lo hacían. Siempre dije que hay que confiar hasta que los números den opciones, que hasta el rabo todo es toro. Tranquilidad pase lo que pase en el próximo partido, o en el siguiente, lo que cuenta es el final. Ya no se trata de jugar bien, sino de competir con la energía que queda y ganar puntos. Si ascendemos directos, qué maravilla, a celebrarlo y dar las gracias a la Virgen del Pino. Si no, a intentarlo en la promoción. Y si tampoco, en la próxima temporada, que no se piense que ha sido un fracaso batirse con los mejores y estar ahí arriba, donde quería estar el Málaga con su plantel de lujo. Y mientras tanto, pensamiento positivo, buena vibra hacia el equipillo, empujando todos juntos en el Estadio, desde el bar, desde casa, haciendo honor a nuestro nombre y lo que nos hizo grandes en la historia: UNIÓN Deportiva Las Palmas. Unión y fe, palabras mágicas. Elijan creer. Es lo que podemos controlar porque está en nuestro tejado. Lo demás lo sabremos cuando acabe la temporada.

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