Los reyes amarillos del Carnaval

Guadalupe Porras Ayuso corrió al centro del campo tras el gol de Marc Cardona. El árbitro no. Ayuso, jueza de línea que vigilaba la banda de Trubuna en la segunda parte, y Katia Gutiérrez, Reina del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, han sido las dos mujeres con protagonismo en el partido.

La Reina Katia hizo el saque de honor que podían haber realizado los jugadores del Molina, campeones de Copa de hockey, pero la celebración en el avión con demasiadas copas empañó el éxito. Algunos se comportaron como ‘juergolistas’, que en el diccionario de José Luis Coll se define así al jugador de fútbol de vida alegre y disipada.

Juergolistas

De amarillo, en otro tiempo, los había. Ahora no se los conoce. Todo lo contrario. Disfrutan y festejan sobre el verde. Si la Reina hizo el saque de honor con su pierna derecha, los Reyes del Carnaval se han coronado los de García Pimienta. Dos a cero al Valencia. No pudo terminar mejor. Tres puntos más y la salvación ya mucho más cerca. Por momentos parecía que los visitantes se resistían e incluso inquietaban. Álvaro Valles, que hasta quebró a un contrario de tacón y jugó con los pies tanto como acostumbra, o más, evitó un gol en propia meta de Mika con una parada antológica, de las que revelan la verdadera categoría de un guardameta. Esas hunden la moral del contrario, que se golpea contra un muro bajo los palos, y lanzan a los compañeros. Como así fue. Tres o cuatro taconazos despachó Kirian que gana en autoridad y liderazgo. Casi siempre elige bien el destino del balón y pierde pocos, distribuye juego, pero sus compañeros más que un equipo parecen jugadores sueltos. Un defensa hoy vale para atacante mañana. Salva el míster y los aficionados. Esta UD está bien nutrida de jugadores de calidad. Como demostró Marc Cardona anoche que pudo jugar siete minutos, dejar seco a un defensa y crear el primer gol de Álex Suárez, y meter el segundo. No sabemos que hubiera hecho en 45 minutos. «Dios, que buen vasallo, si tuviese buen señor», como se lee en Cantar del mío Cid.

Suscríbete para seguir leyendo