Día Internacional del Migrante | El potencial de la movilidad humana

Los migrantes apuntalan el futuro y el presente de Canarias

El Archipiélago irían al ralentí sin los 138.348 trabajadores de otros países que ayudan a poner en marcha el motor económico

Los migrantes apuntalan el futuro y el presente de Canarias

Los migrantes apuntalan el futuro y el presente de Canarias

Isabel Durán

Isabel Durán

Canarias fue tierra de migrantes y ahora lo es de acogida. Es difícil no cruzarse por la calle con alguien que llegó a las Islas para forjarse una vida mejor, perseguir un sueño o buscar refugio. Los migrantes sirven cafés, dan clases de idiomas, preparan comidas, cuidan a los mayores, recogen fruta en el campo, limpian casas, pasan consulta médica o reforman edificios. Son 288.489 personas que viven en el Archipiélago y que aportan sus conocimientos, experiencia y fuerza productiva.

Sin ellos, Canarias sería una región sin presente y sin futuro pues, al fin y al cabo, de ellos depende el incremento de población de la comunidad autónoma, así como más del 20% de los nacimientos. Hoy se celebra el Día Internacional del Migrante, con el que se destaca la contribución de las más de 184 millones de personas que han abandonado su país de origen y se han instalado en un nuevo hogar; que conservan sus raíces, a la vez que abrazan las costumbres de sus comunidades de acogida.

¿Qué pasaría si en Canarias no hubiera extranjeros? Si el Archipiélago se quedara un día sin migrantes, una de cada tres cervezas o menús no llegarían a las mesas y el check in de los hoteles se vería colapsado, pues el 30,28% de los trabajadores de la hostelería son foráneos. Así, este es el sector en el que trabajan más profesionales nacidos fuera del país, según el último Informe sobre migración laboral en Canarias, elaborado por el Observatorio Canario de Empleo (Obecan).

En las Islas hay un total de 138.348 trabajadores migrantes, lo que supone el 18,36% de la población ocupada del Archipiélago. A esta cifra habría que sumar los trabajadores invisibles, cuya labor no está recogida en las estadísticas oficiales. En 2022, la contratación de personas extranjeras registró un crecimiento total anual de 50,3%, ligeramente por debajo de las contrataciones de los nacionales, que se incrementaron un 60,1%.

Además de la hostelería, el sector primario también concentra un gran número de empleados extranjeros. Los migrantes suponen el 22,83% de las personas que trabajan en el campo canario, que no encuentra relevo generacional entre los jóvenes isleños, pues siete de cada diez agricultores superan los 60 años. En 15,69% de la mano de obra en el sector de la construcción también es foránea y en la industria del Archipiélago uno de cada diez trabajadores es de fuera.

Si de un plumazo se borrara a todos los empleados nacidos fuera de España y que ayudan a sacar a delante la economía de la región, la isla que tendría más problemas para seguir a flote es Fuerteventura, donde el 32,86% de la mano de obra es extranjera. En concreto, La Oliva y Antigua son los municipios canarios en los que más migrantes están trabajando, con un 44,78% y un 40,74%, respectivamente. Lucas Pérez, profesor de Derecho de Extranjería y director del Campus Internacional de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), señala que con el despunte económico tras la pandemia ha habido una importante necesidad de buscar con rapidez empleados formados. Por esto, los migrantes han sido esenciales para cubrir las contrataciones en los sectores en los que había dificultades para completar la plantilla. «Si no existiera esa mano de obra, a quién hubiésemos contratado al salir de la crisis derivada de la pandemia», se pregunta Pérez.

El 28,43% de los trabajadores de Lanzarote ha nacido fuera de España, con lo que es la segunda isla con más extranjeros en activo, seguida de Tenerife, con un 19,51%, y La Gomera y El Hierro, que rozan el 18%. En el lado contrario de la balanza están Gran Canaria, donde solo el 12,84% de la mano de obra es migrante; y La Palma, con un 13%.

Pero, ¿de dónde son los migrantes que trabajan en el Archipiélago? Italiano, de entre 25 y 45 años. Ese es el perfil mayoritario de los extranjeros que han llegado a las Islas para trabajar. Dos de cada cinco foráneos contratados son europeos y el tres de cada diez proceden de América del Sur. Además, el 15,09% de los empleados son de origen africano; el 11,88% han llegado desde América Central; el 4,61% de Asia; el 0,3% de América del Norte; y apenas el 0,02% ha nacido en Oceanía.

Relevo generacional

Uno de cada cuatro trabajadores extranjeros en Canarias son italianos, lo que convierte a esta nacionalidad en la más numerosa. Le sigue los venezolanos (17%), los cubanos (15%) y los colombianos (13%). Los marroquíes son los africanos más empleados en las Islas y copan el 11% de los contratos a extranjeros. «El 60% de los migrantes que viven en Canarias son europeos, frente al 10% de africanos. Son personas que se integran rápidamente, con lo que entran al mercado laboral de forma muy sencilla y directa», apunta Pérez.

Por edades, el 58,13% tiene entre 25 y 45 años; mientras que los mayores de 45 ocupan el 28,7% de los puestos de trabajo. En términos económicos, la inmigración que llega a Canarias supone introducir a personas jóvenes en el mercado laboral, un factor importante para compensar el envejecimiento de la población isleña. La falta de trabajadores jóvenes ha sido denunciada desde distintos sectores económicos a lo largo de los últimos meses. Ejemplo de ello fue la petición que realizaron los hoteleros en agosto de traer a trabajadores extranjeros al Archipiélago ante la escasez de personal. Lo mismo ocurre en la construcción, donde el 80% de los obreros tienen más de 50 años, como denunció en octubre Comisiones Obreras.

Pero los extranjeros que vienen al Archipiélago no solo llegan con la intención de ser contratados, también son emprendedores y generan empleo. La experiencia es la principal fuente de conocimientos para crear nuevas empresas en el sector turístico de las Islas y los migrantes construyen gran parte de sus conocimientos sobre su experiencia laboral previa, que les sirve como base para la creación y puesta en marcha de nuevos negocios, según revela Pedro Calero, profesor de la Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote, en su tesis doctoral titulada Conocimiento e innovación en las nuevas empresas de emprendedores inmigrantes en el sector turístico: una aplicación al sector de la restauración de los destinos insulares, que elaboró bajo la dirección de Desiderio García, catedrático de Organización de Empresas de la ULPGC. «Al haber trabajado en el sector turístico, desarrollan conocimientos que los preparan no solo para sus empleos, sino también para la futura actividad emprendedora», explica García, quien añade que los emprendedores migrantes atesoran más experiencia en los países de acogida que en sus zonas de origen.

Emprendedores

Según los datos recogidos en esta tesis, el 56% de los emprendedores inmigrantes en el sector turístico prueba nuevas ideas con frecuencia; el 61% ha buscado nuevas formas de hacer las cosas y el 57% ha sido creativo en sus métodos de operación. Además, destaca que el 43% de sus empresas han sido de las primeras en sacar al mercado sus productos o servicios. «Existe un impacto de la innovación en el rendimiento de los nuevos restaurantes propiedad de los migrantes, con lo que estos emprendedores cuentan con mayores niveles de éxito empresarial», afirma García.

Más allá de la aportación que hacen los migrantes a la economía de las Islas está su impacto en la demografía. Con la natalidad en mínimos históricos, según los datos del INE, el 21,74% de los niños que nacieron en Canarias a lo largo de 2022 fueron de madres extranjeras. El experto en Geografía Humana de la Universidad de La Laguna (ULL) José León, señala que a pesar de los datos, el peso de la inmigración no es suficiente como para enderezar la enorme caída de la natalidad que se está produciendo. Además, sostiene que, «con cierta rapidez, las mujeres foráneas se adaptan a las pautas de comportamiento de las madres españolas», con lo que reducen el número de hijos que querrían tener. La tasa de natalidad –número de nacimientos registrado por cada 1.000 personas– entre las mujeres canarias es de 5,04, frente al 8,76 de las extranjeras.

Además de los migrantes que están recogidos en las estadísticas, se encuentran aquellos que son prácticamente invisibles y que subsisten sin derecho a nada. En España se estima que hay cerca de medio millón de migrantes que viven y trabajan sin papeles desde 2020, según datos de Por Causa. La mayoría de ellas (58%) son mujeres de origen latinoamericano que se dedican al sector de los cuidados. A pesar de que este año se ha batido récord en Canarias con la llegada irregular de más de 37.000 personas a bordo de cayucos y pateras, la principal puerta de entrada de la inmigración son los aeropuertos y el acceso por vía marítima apenas supone el 6% del total de las llegadas. 

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