Dos años de la reforma laboral: 40% menos empleo temporal y acelerón de los fijos discontinuos

La norma cumple su segundo año en vigor con un récord de trabajos fijos pero con dudas sobre su calidad

Un trabajador de la construcción rehabilita una vivienda.

Un trabajador de la construcción rehabilita una vivienda. / Juan Carlos Castro

Luces y sombras en los dos años de andadura de la reforma laboral. La norma ha conseguido uno de sus propósitos estrella: reducir la alta tasa de temporalidad del mercado laboral español. En el caso de Canarias, el empleo eventual se ha recortado en un 40% entre abril de 2022 y el mes pasado y su aniversario llega conjuntamente con un récord de trabajadores fijos. Sin embargo, el nuevo marco de relaciones laborales, impulsado por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también se empaña por las dudas que genera la calidad de esos empleos que se han convertido en indefinidos. Entre ellos, destaca el acelerón de los contratos fijos discontinuos, una modalidad que se caracteriza por tener periodos de actividad e inactividad, y que en el Archipiélago se han incrementado en un 66% desde la entrada en vigor de la reforma. 

Los cambios vinculados a la norma comenzaron a aplicarse en enero de 2022, pero no fue hasta abril de ese año cuando se desplegaron por completo las nuevas modalidades de contratación tras el plazo de adaptación que se otorgó a las empresas. Canarias tiene ahora 86.522 trabajadores fijos con jornada completa más que en aquel momento, lo que quiere decir que este tipo de empleo se ha visto incrementado en un 25% en dos años. De esta manera, el Archipiélago rozó en abril los 427.000 trabajadores con esta modalidad de contrato, una cifra nunca vista antes en el mercado laboral de las Islas. 

Este crecimiento viene aparejado a la drástica caída que han experimentado los trabajadores temporales en las Islas, tanto a tiempo parcial como a tiempo completo. La reforma laboral limitó mucho las casuísticas en las que las empresas podían recurrir a esta modalidad de contratación, que antes de su entrada en vigor era sobreutilizada, como demostraba que la tasa de temporalidad en España era mucho más alta que la media de la Unión Europea (UE). 

La reforma estableció entonces el contrato indefinido como el más habitual, algo que ha motivado un drástico recorte de la temporalidad. En el Archipiélago, el empleo eventual a tiempo parcial se ha reducido un 34% desde la entrada en vigor del nuevo marco de relaciones laborales y los contratos con una duración determinada y con jornada completa han caído un 52% en dos años. O lo que es lo mismo, en Canarias hay ahora 66.000 trabajadores menos con un contrato temporal, un 40% menos que en estas mismas fechas de 2022. 

Sin embargo, detrás de esta reducción se esconden algunas dudas acerca de hacia dónde ha sido el trasvase de estos contratos que han tenido que dejar de ser temporales y si la aplicación de las nuevas medidas asociadas a la reforma laboral han provocado una mejora en la calidad del empleo o solo han transformado la precariedad. Si bien el empleo fijo a tiempo completo parece haber recogido una parte de esa transformación, los contratos fijos en los que los trabajadores no tienen jornada completa lo han hecho en mayor medida, han crecido casi un 30% y ahora hay 6.331 trabajadores más contratados bajo esta modalidad. 

Pero sin duda el tipo de contratación que más se ha disparado desde que se aprobara la reforma laboral es la de los fijos discontinuos. Al restringir las posibilidades de aplicar los contratos temporales, el Gobierno amplió los casos en los que se puede recurrir a ellos. Estos empleados trabajan de manera intermitente, pero no se desvinculan de su empresa en los periodos de inactividad, ya que de hacerlo tendrían que cobrar una indemnización, lo que les da los mismos derechos que a los fijos. En Canarias hay 12.844 personas más que tienen un contrato fijo discontinuo respecto a antes de la aprobación de la reforma laboral. Su figura ha sido una de las más cuestionadas a la hora de analizar las cifras de empleo, ya que no son contabilizados como parados cuando están en un periodo de inactividad lo que ha llevado a la oposición a criticar al Gobierno de Sánchez y acusarlo de estar maquillando los datos. 

Suscríbete para seguir leyendo