Los últimos de Correos

Con el 23J a la vuelta de la esquina y en sus cabezas la incertidumbre de una documentación electoral que no llegada a sus domicilios. Así han acudido a votar una parte de los electores a las oficinas de Correos. Una carrera a contrarreloj de la que unos cuantos han podido salir victoriosos gracias a la ampliación del plazo del voto por correo hasta este viernes a las 14:00 horas.

Algunos de los más rezagados han decidido apurar hasta el último minuto del tiempo de descuento. Rubén Francés, natural de Las Palmas de Gran Canaria pero afincado en Madrid, llegó a la Oficina de Correos de la avenida Primero de Mayo a solo una hora del cierre para presentar su sobre con las papeletas al Congreso y al Senado. No es la primera vez que recurre a este sistema para participar en los comicios, porque ya se había estrenado en las elecciones municipales del 28M. «Estaba de vacaciones en Fuerteventura y llegué ayer», justifica Francés cuando se le pregunta acerca de la tardanza en la entrega de las papeletas. Este elector reconoce con picardía su decisión de retrasar la cita con las urnas «todo lo posible» a la vez que bromea asegurando que en los anteriores comicios fue más puntual.

«Se puso en duda la profesionalidad del servicio de Correos de cara a estas elecciones», matiza Francés en referencia a la polémica relacionada con la veracidad del voto postal y la fecha escogida para la cita con las urnas. A su juicio, las dificultades con las que partían las elecciones generales han sido solventadas y recalca que la medida adoptada por la Junta Electoral de prorrogar el plazo para presentar el voto es muestra del buen hacer del sistema democrático. Francés es uno de los ciudadanos que forma parte del éxito de participación que se ha registrado en el voto por correo, que ha conseguido movilizar a más de 2,6 millones de españoles, de los que el 93,8% han depositado su papeleta, según informa Correos. Para las personas como Francés, que están censadas en su lugar de nacimiento pero residen habitualmente en otras partes de España, entregar su papeleta en una oficina supone una solución más cómoda de participar en la democracia.

Cifras redondas

Fueron muchos los que se echaron las manos a la cabeza el 29 de mayo, al ver al Presidente del Gobierno sorprendió con la llamada a las urnas en pleno julio. La primera idea que se instaló en el imaginario colectivo fue: «en mis vacaciones, no». Este es el caso de Rocío Valerón, que en esta cita electoral puede disfrutar de haber cumplido con su responsabilidad como ciudadana, y que ahora desde la piscina del hotel solo le quede seguir el escrutinio para conocer si el resultado se corresponde (o no) con el partido que ella ha apoyado. «Por su comodidad, es un método que sin duda seguiré usando en el futuro», sentencia Valerón, quien no tardó ni tres minutos en realizar el trámite en la Oficina de Correos de la avenida Primero de Mayo.

Los datos reflejan un amplio abismo de participación con respecto a anteriores comicios. Sin embargo, este último día ‘de regalo’ para entregar el voto ha pasado sin pena ni gloria por la oficina de Primero de Mayo. Casi ni se han notado en el local los 123.822 electores que faltaban por entregar sus sobres. La última jornada para la presentación del voto postal ha estado protagonizada por otros usuarios que visitaban el local para realizar trámites rutinarios o recoger su última compra online. «No he venido a votar ni pienso hacerlo», alegaba atropelladamente un señor mientras salía con prisa de la oficina de Correos.

La opción por correo moviliza a más de 2,6 millones de españoles, de los que el 93,8% votaron

Aun así, las cifras no dejan de ser históricas. En comparación con las elecciones generales celebradas el 28 de abril de 2019 se registra un crecimiento del 98% en el número total de votos admitidos (1.241.716); y un 81% más que los registrados en los comicios del 26 de junio de 2016 (1.357.745), que hasta ahora ostentaba el récord de solicitudes. ¿Estamos ante el inicio de una era moderna de la soberanía nacional? El 23J ha abierto una nueva ventana para los ciudadanos no solo por el auge del voto postal, sino por el boom del sistema telemático de solicitud de voto. Este método se estrenó en 2015, pero ha sido este año cuando se ha popularizado su uso.

Servicios especiales

Los comicios del 23J contarán con un despliegue logístico especial en el que Correos prevé la participación de más de 14.000 empleados necesarios para entregar los sobres en las mesas de los colegios de toda España. Durante la jornada, los carteros harán dos entregas de votos –una a primera hora, con la constitución de las mesas, y otra a media tarde–, para asegurar que los sobres que lleguen a las oficinas a lo largo del día también se depositen en las urnas. Por último, como ya es habitual en las jornadas electorales, un tercer turno de carteros recogerá de las 60.314 mesas electorales, distribuidas en los 22.562 colegios, el denominado ‘tercer sobre’ que contiene el resultado final del escrutinio.

Más de 14.000 empleados serán necesarios para entregar los sobres en las mesas

En el caso del proceso de recogida del voto, la alta demanda se ha paliado con medidas especiales destinadas a mejorar la atención al cliente, como la apertura de oficinas los sábados y domingos y una ampliación de los horarios habituales de lunes a viernes. El presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, envió la semana pasada una carta dirigida a los empleados de la empresa postal pública en la que hacía referencia al esfuezo que tendría que hacer la plantilla para afrontar el reto de garantizar el proceso democrático, entregando las papeletas solicitadas y recogiendo los sobres con los votos. «Soy consciente de las muchas horas de trabajo y de fines de semana sin descanso», aseguraba Serrano, al tiempo que ratificaba la contratación de 19.400 trabajadores «de refuerzo» para «permitir que todo aquel que quiera votar por correo pueda hacerlo».

A menos de 48 horas para el comienzo de las votaciones, los electores traspasan el testigo de la carrera contrareloj a los trabajadores de Correos. La ciudadanía afronta la jornada electoral con la incertidumbre de si los sobre con los votos por correo llegarán a tiempo a los colegios antes de que comience el escrutinio. En todo caso, la Junta Electoral vigilará el proceso a fin de garantizar que se cumplen las normas de la democracia, y así el esfuerzo de la entidad pública no caiga en saco roto.

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