Picaduras ardientes y guardianes del equilibrio marino: así es el gusano de fuego que ha cerrado Agaete al baño

No solo el pez globo amenaza las playas de Gran Canaria este mes de agosto. El Ayuntamiento de Agaete y la concejalía de Playas procedió, este miércoles, al izado de la bandera roja en la playa de Las Nieves al detectarse la presencia de gusanos de fuego (Hermodice carunculata), en la orilla.

Son una especie perteneciente al grupo de los poliquetos o gusanos anillados marinos. Tienen una forma ligeramente aplanada y están divididos en segmentos llamados metámeros, tanto en su exterior como en su interior.

Picaduras ardientes

Son llamados así por su vibrante colorido y capacidad de generar picaduras ardientes, poseen una estructura corporal que no deja de asombrarnos. Su cuerpo, ligeramente aplanado y segmentado en metámeros, es un ejemplo perfecto de adaptación a la vida marina. Cada metámero está equipado con un par de parapodios, apéndices especializados que les permiten moverse, enterrarse en el sustrato y crear corrientes para obtener alimento.

La playa de Agaete, cerrada al baño por gusanos de fuego

Una de las características más distintivas de estos gusanos son las quetas de color blanco que adornan sus parapodios. Estas finas cerdas rígidas y calcificadas cumplen múltiples funciones, desde el movimiento hasta la defensa. Sin embargo, su toque puede resultar peligroso, ya que estas quetas están rellenas de un veneno que causa una sensación de quemadura en la piel de quienes se atreven a tocarlas.

Adaptación

El gusano de fuego no solo destaca por sus quetas venenosas, sino también por su atractiva apariencia. Las quetas blancas contrastan vívidamente con las ramificaciones rojas, que son branquias esenciales para su respiración. Además, en su cabeza presentan un órgano quimiorreceptor de color rojo que desempeña un papel crucial en la localización de presas. El cuerpo de estos gusanos está protegido por una cutícula, mientras que un saco de líquido llamado celoma les otorga la habilidad de contraerse con destreza en el agua.

Han encontrado su hogar en las aguas del océano Atlántico tropical, habitando lugares tan diversos como arrecifes coralinos, áreas bajo rocas, pastos marinos y sustratos fangosos. Estos poliquetos son depredadores ávidos que se alimentan principalmente de la pulpa blanda de corales pétreos y corales blandos, además de anémonas. Sin embargo, su menú puede ampliarse para incluir pequeños crustáceos, camarones, almejas, krill e invertebrados.

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Guardianes del equilibrio marino

La reproducción de los gusanos de fuego presenta un fascinante ballet biológico. En un espectáculo luminoso, las hembras emiten un resplandor verde fosforescente para atraer a los machos. Estos responden con destellos propios, creando un juego de luces submarino. La reproducción puede ser tanto sexual, donde las hembras liberan sus gametos cerca de la superficie después de la luna llena, como asexual, fragmentándose para generar nuevos individuos.

La importancia ecológica de los gusanos de fuego es indiscutible. Como depredadores, controlan el equilibrio de especies en el ecosistema marino, y su influencia llega incluso a la dinámica y composición de los suelos submarinos. Estos seres, al desempeñar un papel fundamental en la cadena trófica, son también indicadores de la contaminación marina, ya que pueden acumular contaminantes en sus tejidos, revelando el estado del entorno acuático.