Ingenio

Los cañones de Tomás

Cruz se alegra de que den su nombre «en vida» al paseo del Burrero tras hallar en 1969 los 13 cañones de un galeón pirata del XVIII

No hay ni uno en la Villa 

Tomás Cruz, en imagen de archivo en el Burrero y el Roque.

Tomás Cruz, en imagen de archivo en el Burrero y el Roque. / La Provincia

El paseo sur de la playa del Burrero llevará el nombre de Tomás Cruz, que siguiendo su instinto, descubrió los cañones de una embarcación que fue abatida desde Gando hace casi 3 siglos. Los restos del pecio continúan sumergidos, o lo que queda de él. La familia reclama recuperar los 13 cañones que fueron a Madrid y Santa Lucía. Piden que vuelva lo que es historia del municipio y que se instalen en el paseo. 

Había marea baja y se podían ver unos objetos férreos a escasos 10 metros de la costa de la playa ingeniense de El Burrero, junto al Roque. Tomás Cruz, vecino del Carrizal, profesor de colegio y asiduo a la playa, pidió unas gafas prestadas de buceo de las que carecía para sumergirse.

Aquello le había llamado mucho la atención y dicho y hecho. Se sumergió y su sospecha se hizo realidad. Cruz se convertía en 1969 en el descubridor de un hallazgo que posteriormente sería reclamo para investigadores arqueólogos. Se trataba de un cañón de 2,45 metros de largo que se baraja que provenía de un galeón pirata del siglo XVIII. 

Según las hipótesis de los primeros investigadores, podría tratarse de una de las 13 piezas de batir que pertenecían al conocido como El Canario, una embarcación pirata que hacía de las suyas robando en las costas isleñas. Pero se barajan otras hipótesis. De todos modos, el galeón fue abatido desde la costa de Gando y los piratas echaron por la borda lo que más pesaba: los 13 cañones, con la idea de no zozobrar. Pero encalló y se hundió.

Ninguno en Ingenio

Los cañones, tras el descubrimiento de Cruz, fueron rescatados. Pero ninguno se quedó en Ingenio. Uno, el mayor, fue al Museo Naval en Madrid y el resto, al museo de la Fortaleza, en Santa Lucía.

Los cañones del Burrero.

Los cañones del Burrero. / La Provincia

De este modo, ninguno de estos 13 cañones se encuentran dentro del patrimonio de la villa. Es algo que reclama Cruz, que se recuperen para que formen parte del paisaje urbanístico del nuevo paseo marítimo del Burrero, en su zona Sur. Ahora, este espacio marítimo, recién estrenado por los vecinos, llevará el nombre de Tomás Cruz, en reconocimiento a su hallazgo.

«Cuando estoy en vida»

«Es una gran alegría para mí y me hace mucha ilusión, pero el reconocimiento, aunque un poco tarde, ha llegado». Agradece además «que el reconocimiento llegue cuando aún estoy en vida».

Cruz, que hoy día tiene 83 años, recuerda que le da «pena» que un legado que pertenece al pueblo de Ingenio esté perdido.

«No se hizo nada por recuperarlo cuando fueron sacados del mar, y allí llegaron de Madrid y el grande que fue el primero que vi, está hoy día en el Museo Naval de Madrid», dice con nostalgia.

Del resto, asegura tanto Cruz como su hijo homónimo que «en aquel entonces no se cuidó y llegaron los responsables del museo del casco de Santa Lucía y se los llevaron». Tanto padre como hijo, además de su otra hija, Nuria, declaran que siguen allí y reclaman su devolución al pueblo de Ingenio y en concreto, al Burrero.

La familia pide que el museo del casco de Santa Lucía los devuelva y que sean patrimonio del pueblo

Cruz padre reconoce que nada le haría más ilusión que junto a su nombre en el paseo, se ubicaran los cañones que hoy día alberga el museo santaluceño como el primero que descubrió, del que dice sentirse «muy orgulloso» y que no entiende por qué se encuentra en un museo naval de Madrid «cuando es nuestro», reitera.

Tomás Cruz está casado con Carmen Hernández hace también medio siglo, 52 años. «Aunque conocí al pecio antes que a ella», comenta bromeando. Tiene dos hijos y una nieta, de la que habla con un orgullo que aparte de sus progenitores, sólo lo haría un abuelo: «Es Laura. Nuestro orgullo. ¿Sabes que sabe inglés, alemán y hasta chino?». Con eso lo dijo casi todo sobre su nieta. Fue cuando aparte de su señora, dejó de recordar los cañones y su ya inolvidable historia para orgullo del pueblo de Ingenio.

Sus hijos son Nuria y hijo Tomás Cruz explica que aunque el barco continúa bajo el mar, «solo conserva una parte central y ya no conserva la estructura de un barco. Hace más de 300 años que se encuentra ahí».

Se esmera en explicar que «nuestro sueño, y sobre todo el de mi padre, es traer a el Burrero todos los cañones». En su opinión y la de muchos ingenienses, sobre todo de vecinos de Carrizal y el Burrero, «es de justicia que nuestro legado histórico vuelva a su lugar de origen».

Fue el pleno ordinario de septiembre celebrado por el Ayuntamiento de la Villa de Ingenio el que aprobó el pasado mes de septiembre ofrecer a Tomás Cruz que su nombre pase a formar parte de la historia de Ingenio al dar nombre al tramo ampliado al sur del paseo marítimo de la playa del Burrero.

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