La esposa del general del Ejército, María Esther Vaquero, declaró en el juzgado, dos días después de que ocurrieran los hechos, que "pensé que el que venía en sentido contrario era el otro vehículo", en relación al coche del inspector de policía contra el que casi impacta de frente. Poco después de prestar declaración en el juzgado de guardia, reconoció los hechos y acordó una sentencia de conformidad con el Ministerio Fiscal.

"Vi como el coche en el que circula el señor que posteriormente se identificó como policía aparece en mi mismo carril, pero de frente, y pensé que estaba haciendo un adelantamiento prohibido", explicó en el juzgado. La mujer relató que su intención era acudir a comprar al supermercado de Mercadona en El Batán, y que una compañera de trabajo le explicó que tenía que coger la segunda entrada a la derecha dentro de la rotonda de Las Brujas, ubicada en la carretera del Centro de la capital grancanaria.

Sin embargo, la conductora explica ante el juez que, en vez de coger la segunda, entró por la tercera, metiéndose en sentido contrario a la vía. De esta forma, su vehículo se dirigía en dirección a Triana mientras que el resto de coches subía hacia Tafira. Un informe elaborado por la policía concluye que, para entrar por el carril en sentido contrario la conductora tuvo que hacer un giro de ciento ochenta grados dentro de la citada rotonda, lo que supone una maniobra realmente compleja.