El vivero de empresas de El Sebadal se degrada ante el abandono municipal

El Centro de Emprendedores del polígono industrial de El Sebadal, en Las Palmas de Gran Canaria, ha entrado desde hace meses en una especie de limbo que está provocando la falta de mantenimiento de las instalaciones y la degradación de las mismas, a lo que se añade la desaparición de los servicios.

El ascensor no funciona desde el pasado mes de enero y tampoco están operativas las cámaras de vigilancia; los extintores están caducados desde noviembre de 2022 y la alarma contra incendios permanece desconectada.

Los emprendedores se ven obligados a levantar a pulso la puerta del garaje si quieren salir o entrar con sus vehículos en horario de tarde, porque el artilugio dejó de funcionar un buen día, tras múltiples fallos y avisos previos, y ya no responde al mando a distancia. Por la mañana la puerta permanece abierta todo el rato y cualquiera de la calle que lo desee puede entrar, advierten los emprendedores, que se quejan además de la falta de limpieza en el garaje, que ha sido tomado por las cucarachas. Los concesionarios detectaron esta semana el último contratiempo: no había luz en el garaje.

Quevedo asegura que ya se está trabajando en la resolución de las deficiencias

La situación de nulidad en que se encuentran varios contratos de servicios, una circunstancia que provoca enormes retrasos en el pago de los trabajos prestados, ha provocado la desaparición del servicio de vigilancia que había por la tarde y también el mantenimiento del ascensor, que lleva roto varios meses, pese a que una de las empleadas del edificio tiene un 60% de discapacidad. La nulidad del contrato telefónico ha traído como consecuencia que sólo quede en funcionamiento un teléfono fijo en todo el edificio. 

El concejal de Empleo y Desarrollo Local, Pedro Quevedo, ha manifestado en varias ocasiones, tras ser preguntado por el Partido Popular (PP), que el mantenimiento del centro no es de su competencia tras llegar a un acuerdo a finales del año pasado con el área de Patrimonio -que depende de la concejala Encarna Galván- para que se encargue de estos servicios.

El edil resaltó que el IMEF carece de medios para encargarse de dichas funciones, «ante la inexistencia de personal para ello». El IMEF está para mejorar el empleo y la formación, no para encargarse del mantenimiento del centro de emprendedores, señaló.

En cualquier caso, lo importante a juicio del edil es que Patrimonio «ya está trabajando» en la resolución de la deficiencias.

El problema es que hasta que no entren en vigor los presupuestos municipales de este año, pendientes todavía de aprobación definitiva, Patrimonio no puede hacerse cargo de estas labores y la situación del vivero empeora cada día que pasa, según denunció en el pleno pasado uno de los empresarios que tiene su oficina en el edificio, Ignacio Lamamie. 

En el limbo

«Entre que Empleo se lo quitó de encima y Patrimonio no lo ha recibido aún, el centro se encuentra en un limbo», se queja Lamamie.

«En agosto pasado», añade, «presentamos a la gerente del Instituto Municipal de Empleo y Formación (IMEF)», Ana Blázquez, para que fumigaran el sótano por la presencia de cucas. El garaje «hace años que no se limpia y tampoco se fumiga», subraya. 

«A día de hoy no ha habido respuesta al escrito de agosto», se queja Lamamie, quien destaca que desde enero pasado los concesionarios de las oficinas pagan un alquiler que oscila entre los 200 y los 305 euros al mes por utilizar los despachos, además de 25 euros, por el garaje. Los talleres pagan más, por la mayor superficie de las naves, aunque el precio establecido es de cinco euros por metro cuadrado, frente a los nueve euros por metro cuadrado en el caso de las oficinas.

«Aquel escrito lo firmaron 15 empresarios. Ahora hay tres menos, que se fueron en enero cuando empezaron a cobrar» el canon. 

Las competencias de mantenimiento y los servicios han sido traspasadas del IMEF a Patrimonio

«El año pasado no teníamos derecho a reclamar porque no pagábamos nada. Pero ahora sí y el reglamento establece que el mantenimiento del centro y la seguridad corren por cuenta del Ayuntamiento. Otra deficiencia es la ausencia de iluminación nocturna en el exterior del edificio.

«La zona del callejón está oscura y se corre el riesgo de que roben en las naves que están debajo. Como las cámaras de vigilancia no funcionan, si pasara algo, tampoco hay forma de investigar lo que ha pasado», dijo.

«El mes pasado intervine en el pleno con un «objetivo constructivo, para que los problemas se arreglen a la mayor brevedad posible».

Lamamie advierte del peligro que supone la desconexión de la alarma contraincendios, dado que la planta baja está llena de talleres mecánicos, en los que «se manejan gases y combustibles».

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