Las bacterias fecales no ahuyentan a los bañistas en El Confital

Los bañistas no quieren dejar atrás los días de sol y ocio en El Confital, a pesar de que Salud Pública ha eliminado la playa de la lista de zonas de baño y pide la prohibición permanente del baño. Las aguas de la costa isletera llevan cinco años presentando picos de bacterias fecales por encima de los permitidos, por lo que el baño está prohibido. Tan solo desde 2018 los análisis han demostrado 26 picos graves. Sin embargo, los usuarios no dejan de disfrutar de la playa a pesar de la bandera roja ondeante.

Hortensia Gutiérrez va todas las semanas a El Confital desde Santa Brígida y asegura que "por supuesto" que seguirá bañándose porque siempre ha visto el mar limpio. "Soy una enamorada de este lugar", afirma. Camina sin prisas con un bolso del que sobresale la toalla y una sombrilla colgada del hombro. "Es salvaje, rústica, yo la llamo el Miami Beach de Gran Canaria", defiende. Cuando era pequeña su madre le prohibió acceder a la zona por la supuesta inseguridad de las chabolas edificadas a finales de la década de los 60, por lo que descubrió el paraje natural hace tan solo dos años y no pudo quedar más sorprendida.

El Confital pierde la condición de zona de baño al persistir la contaminación

Pedro Quevedo, el concejal de Ciudad de Mar, aseguró que, a efectos prácticos "no cambia nada", porque los usuarios siguen bañándose, por lo que los servicios de limpieza y Cruz Roja seguirán trabajando con normalidad. La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento capitalino, Jimena Delgado, ha tildado de "irresponsables" las declaraciones grupo de gobierno. "Restan importancia a un hecho de esta gravedad diciendo que lo único que ha hecho Salud Pública es dar de baja El Confital como zona de baño", criticó Delgado.

Un lugar para la desconexión

Precisamente muchos usuarios no le dan importancia al asunto porque se resisten a perder su espacio de desconexión. Fran Quintero va a la playa para buscar un momento de soledad, ya que en verano el resto de playas de la ciudad están "masificadas". Quintero explica que a partir de ahora se bañará "con precaución", es decir, "sin tragar el agua" para evitar la contaminación. Aunque detalla que para él no es ningún impedimento, porque antes que darse un chapuzón prefiere leer, meditar o tomar el sol.

Jesús González lleva dos años disfrutando "siempre" de la playa. "Nosotros vamos a seguir bañándonos porque hay que disfrutarla mientras la tengamos", opina. "Es un hueco que tiene la gente para bañarse y relajarse", añade.

La isletera Nadine Falcón destaca que nunca ha visto el agua sucia, no como otras playas "como Las Alcaravaneras o Las Canteras". "Es mi playa favorita porque soy de La Isleta y todos tenemos ese sentimiento de preferencia", indica. Por lo tanto, no dejará de disfrutar de la playa como todos sus conocidos que han "hecho caso omiso" al anuncio del órgano dependiente del Gobierno de Canarias.

El grupo de amigos de Kilian suele practicar bodyboard y consideran que "es normal" que a veces existan picos de contaminación. "Lo que queremos es relajarnos y disfrutar", y por ello, toman dos guaguas y caminan "un buen trecho" para coger buenas olas en esta zona de la bahía con contaminación o sin ella.

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