El Risco de San Nicolás, museo a cielo abierto

La Fundación Farrah y el artista lanzaroteño Feo Flip, a través del Cuerpo de Solidaridad Europeo, han desarrollado una ruta de murales por San Nicolás

El proyecto Escaletras busca potenciar el patrimonio artístico y cultural del barrio

Proyecto Escaletras: murales en Los Riscos

LP/DLP

Poco a poco, El Risco de San Nicolás ha comenzado a convertirse en un museo al aire libre. A base de arte urbano, las viejas paredes de muchas de sus construcciones y solares se están transformando en lienzos perfectos para reflejar su realidad. A una serie de pequeñas aportaciones, algunas de ellas casi expontáneas, se le ha sumado ahora el proyecto Escaletras. Con el soporte de la Fundación Farrah -entidad que trabaja con niños y niñas de barrios vulnerables-, un puñado de artistas han plasmado en diferentes calles de esta loma de LasPalmas de Gran Canaria sus obras, lo que ha dado pie a crear una ruta guiada que permite dar una visión diferente del barrio.

Todo comenzó hace tres años cuando el artista Francisco Feo, más conocido como Feo Flip, ganó un concurso organizado por la Fundación Farrah, «fue el germen de todo esto», explica Claudia Boni, miembro de la asociación. Natural de Haría y con piezas en Italia, Alemania, Brasil o Uruguay -además de Canarias-, pintó un mural con el título Escaleras al Risco en la calle Domingo Guerra del Río, muy cerca de la ermita. Intentó reflejar así el pasado del vecindario y dejó la frase abierta «Una historia por escribir». Toda una declaración de intenciones. En 2022 llegaría una nueva composición de gran formato, en este caso en lo alto de la calle Nogal, con una especie de homenaje a los cambulloneros y a Tomás Morales.

Desde Farrah vieron que había que dar un paso más allá. El pasado verano pusieron en marcha el proyecto Escaletras con el que pretendían poner en práctica esa «herramienta de transformación» que puede llegar a suponer el arte urbano, según ha llegado a expresar Feo. Un grupo de jóvenes de dentro y fuera del barrio implicaron al Cuerpo Europeo de Solidaridad y que la iniciativa haya contado con financiación de la Unión Europea y del Injuve -dependiente del Ministerio de Derechos Sociales-.

Historias populares

El equipo, capitaneado por la propia Fundación Farrah y por Feo Flip, se encargó de recopilar historias populares, «identificar paredes susceptibles de pintar y hablar con los vecinos de esas calles para ver si estaban de acuerdo», detalla Boni. El objetivo de la iniciativa, precisa, es potenciar el patrimonio histórico, artístico y cultural del barrio, además de «romper los estigmas que pesan sobre los riscos, promoviendo el sentimiento de pertenencia y el desarrollo comunitario».

Una vez tenían las ideas, Feo se encargó de buscar a un grupo de artistas de manera paritaria entre chicos y chicas. A estos se les pasó las ideas y a su vez se plasmó en una decena de composiciones, de mediano y pequeño formato, repartidas por todo el laberinto de callejones del Risco. Cada una ha sido dotada de un código QR, «así quien quiera hacer la ruta por su cuenta puede conocer un poco sobre el autor y el significado del mural», matiza Boni.

Si uno parte de la ermita de San Nicolás, por Domingo Guerra del Río, lo primero que se encontrará es con la pieza original de Escaletras, de hace dos años. A continuación, unos pasos más adelante, Feo, con la ayuda de los adolescentes que acuden a las actividades socioeducativas Farrah, ha aprovechado la tapia de un solar tras el reciente derribo de unas viejas casas terreras.

La pieza lleva por título Los invasores, coincidente con el nombre por el que se conoce unos bloques en la parte alta del barrio. En este caso, «el autor ha querido mostrar la degradación del medio ambiente, donde un grupo de animales huyen de la contaminación y persiguen al hombre causante de ese desastre», indica Alessandra Biolcatti Álamo, guía turística y colaboradora con la fundación.

Proyecto Escaletras: murales en los riscos

Proyecto Escaletras: murales en los riscos / José Pérez Curbelo

«Este mural lo hizo Feo con la ayuda de los chicos y chicas de Farrah [mayoritariamente del barrio]», apunta Boni en compañía de Biolcatti y de Patricia Izquier, joven vecina y colaboradora. En este caso, el artista propuso la idea, marcó unas pautas y a partir de ahí voló la imaginación para escoger los animales y colores. Además, se encargaron de pintar parte de la composición final.

Toca continuar, por el camino, en la bocacalle de Lirio, se puede observar un gato azul de Feo anterior al proyecto. Una vez en el cruce con Nogal, habrá que subir escaleras -cuyos peldaños están pintados de amarillo como parte de una actuación de 2017-, hasta llegar a un muro donde se asoma una mujer en estilo tradicional canario con fondo violeta.

Con el lema «las costumbres de las abuelas no han de olvidarse», esta pieza de Cristina Medina viene a ser «un homenaje a las mujeres que bajaban a por agua al pilar cuando no había en las casas o a las que recibían a sus maridos marineros con sábanas blancas», detalla Biolcatti. La artista es además trabajadora social y busca «promover la acción social a través del arte como terapia enriquecedora».

Proyecto Escaletras: murales en los riscos

Proyecto Escaletras: murales en los riscos / José Pérez Curbelo

Siguiendo por el laberinto, en la esquina de Madera con Roble, Feo Flip ha realizado su tercera gran obra en el Risco. En este caso ha utilizado como lienzo una fachada donde ha plasmado el barrio en una pieza con el título de Ecos del pasado. Aprovechando la pared desvencijada del edificio, de tal manera que la pieza ha quedado fusionada, ha representado la maraña de callejones, escaleras y casas terreras con todo lujo de detalles -de las azoteas a las mujeres subiendo cargadas- en una composición en forma de cometa sujetada por dos niños corriendo delante de ella.

Doctor Manuel de la Nuez

En la ventana contigua hay una pequeña actuación floreada de Makarrón, artista cuya pieza principal se encuentra en la calle Doctor Manuel de la Nuez, a la altura del número 18. En este caso, cuatro artistas han aprovechado la pared de unas casas terreras abandonadas. Sophie abre la composición con una flor de trazos geométricos, «es su primera obra en público», añade Boni.

Una flor que acompaña a una calle donde los propios vecinos han colocado macetas en sus fachadas. «La idea es que siempre esté ahí, floreciendo», añade la guía. Junto a esta, un barco Flotando, también de Feo Flip, en el que ha plasmado una embarcación que lleva consigo misma en su interior el barrio «trayendo esas historias de sus viajes».

Proyecto Escaletras: murales en los riscos

Proyecto Escaletras: murales en los riscos / José Pérez Curbelo

Junto a estas, las puertas y ventanas de una casa abandonada se han transformado en una estampa pintoresca de la mano del artista Dr. Nubah. «Está formado por elementos típicos del barrio», precisa Biolcatti. Con guiños a las casas de colores, las flores de los callejones y a los perros y gatos callejeros de la zona.

Completa este frente de Doctor Manuel de la Nuez el artista Makarrón, con una pieza singular, «aprovechó la foto de la señora que vivió aquí y que formaba parte de una exposición, la restauró», señalan. A esta le dio un conjunto de plantas y casas de colores.

Risco arriba, en Gregorio Gutiérrez, donde los propios vecinos llevan años embelleciendo su calle con flores y murales, la artista Irene León ha plasmado la pieza El portador de semillas en el marco de la ventana de una vivienda abandonada. En este caso, «ha querido representar la protección del medio ambiente y la importancia de cultivar la infancia», añade Biolcatti. Así, se trata de un niño de cuya mochila a la espalda florece una planta.

Cierra la ruta, ya en lo alto del Risco de San Nicolás, la pieza Agüita, del artista Cui, participante en el grupo Crew BCL en Berlín. Situada en la escalera de Mulhacén, «ha querido reflejar la importancia del agua, de cuando no había en las casas», además de la cercanía del barranco Guiniguada. Resaltan sus reflejos.

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La idea de la Fundación Farrah será continuar el proyecto Escaletras por el risco de San Juan. En principio, ya han acordado con la asociación de vecinos Artemi crear un mural de gran formato en la calle Camino al Polvorín, en la parte alta del barrio. Se trata de una pared de unos 50 metros de largo que ha sido recientemente rehabilitada. Desde Farrah señalan que tienen pensado llevar acabo un proceso similar al que han realizado en en San Nicolás, de escucha a los vecinos y la colaboración de los mismos para poder encontrar el mejor motivo a plasmar. Esta fundación lleva diez años trabajando con niños y niñas en barrios vulnerables de la capital, aunque su acción se ha centrado en San Nicolás, donde han desarrollado el proyecto A pie de Risco, iniciativa que ha dado lugar a los proyectos que se han estado desarrollando posteriormente. | A. V.

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