PATRIMONIO

Defensa se opone a incluir su edificio en el BIC del paseo de Las Canteras

El Ministerio emite un informe desfavorable al considerar que el aumento de la protección de la sede de la Delegación afecta a la seguridad de la instalación

Edificio de la Delegación de Defensa en Las Canteras.

Edificio de la Delegación de Defensa en Las Canteras. / José Carlos Guerra


El Ministerio de Defensa ha emitido un informe desfavorable al decreto del Cabildo de Gran Canaria por el que se incoa el expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el denominado Frente Ecléctico de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, en el que se incluyen cinco edificios, entre ellos el que alberga la Delegación de Defensa en Canarias.

Los responsables de Defensa consideran que el aumento de la protección del inmueble, que ya figura desde hace años en el Catálogo Municipal de Protección de Las Palmas de Gran Canaria, vulneraría la seguridad de la instalación y le obligaría a realizar inversiones para evitar el impacto negativo de elementos como antenas o «cualquier otra infraestructura de telecomunicaciones que estén a la vista».

En el escrito remitido a Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria, el departamento que dirige Margarita Robles considera que la inclusión del inmueble en el BIC «supondría un impacto negativo para la operatividad y seguridad de las instalaciones» porque «cualquier actuación de mejora o mantenimiento que se pretendiera ejecutar» debería tener la autorización del Cabildo.

Además, se muestra contrario a la «imposición de restricciones a la hora de instalar antenas o cualquier otra infraestructura de telecomunicaciones que estén a la vista».

Esta circunstancia, considera, «afectaría a las redes de los sistemas de Información y Telecomunicaciones del Estado Mayor de la Defensa y de los Cuarteles Generales de los Ejércitos y la Armada, debiéndose tener en cuenta su especial consideración de insularidad» y «sus posibles limitaciones por cuestiones geográficas en cuanto a la Defensa Nacional».

Los redactores del informe desfavorable subrayan que la inclusión de las instalaciones militares en el BIC «obligarían» probablemente a «la retirada de toda línea de telefonía militar con tendido aéreo» y su sustitución por «otras soterradas, lo que supondría un gasto y detraería créditos de otras inversiones».

Especialmente preocupante es para Defensa la supuesta «vulnerabilidad de la seguridad de la instalación», que entrañaría formar parte de la figura de protección, ya que consideran que ello les obligaría a facilitar información en los catálogos municipales de una serie de detalles del inmueble, como los planos de las plantas, el alzado seccional, tipologías, así como otras características del inmueble, cuyo plano ya aparece en el Catálogo Municipal de Protección, en el que se constata la protección integral que tiene.

Desde el Ministerio de Defensa expresan asimismo su temor por la «reducción de los sectores de vigilancia» a los que obligaría el BIC para que «no afecten a las vistas y perspectivas del edificio», lo que «generaría espacios muertos». El informe concluye emitiendo su opinión desfavorable por la «incidencia» del BIC en «los intereses de la Defensa Nacional como servicio público de competencia exclusivamente estatal».

La antigua Comandancia de Marina, ahora sede de la Delegación de Defensa en Canarias, ocupa una parcela trapezoidal de unos 411 metros cuadrados, con fachadas al paseo de Las Canteras número 15, la calle Pedro del Castillo Westerling número 28 y la calle Hierro, número 25. Antes de ser ocupado por los militares, el inmueble albergó el primer hotel de la playa de Las Canteras.

Un edificio del siglo pasado

El edificio fue proyectado en 1913 por el arquitecto Fernando Navarro y Navarro, por encargo de Domingo Artiles Pérez, sobre una vivienda anterior que perteneció a Cayetano Inglott, según afirman los técnicos de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria en el expediente del BIC.

Figura en el Catálogo Municipal con protección integral y la ficha ARQ 190. Según dicho catálogo, «las estancias ocupan las fachadas y las medianería, dejando un gran patio interior. Es un interesante ejemplar con torreones en las esquinas en cuya última planta abren huecos de medio punto corridos sobre otros que siguen la disposición del resto de las fachadas: simples o dobles con dinteles decorados». Añade que fue diseñado junto con «unas casas terreras colindantes», denominadas «viviendas económicas, que aquí no se protegen».

 Inicialmente, consistió en «un edificio de dos plantas que fue diseñado para albergar dos viviendas en la planta baja y otra en la planta alta, con dos torreones en esquina y un pabellón central abierto de madera en la tercera planta, justo en el frente que da a la playa.

Figura en el Catálogo Municipal con protección integral y la ficha ARQ 190. Según dicho catálogo, «las estancias ocupan las fachadas y las medianería, dejando un gran patio interior. Es un interesante ejemplar con torreones en las esquinas en cuya última planta abren huecos de medio punto corridos sobre otros que siguen la disposición del resto de las fachadas: simples o dobles con dinteles decorados». Añade que fue diseñado junto con «unas casas terreras colindantes», denominadas «viviendas económicas, que aquí no se protegen».

El Ministerio de Defensa ocupó el edificio en 1940, año en el que se arrendó para la Comandancia de Marina. El Estado adquirió finalmente el inmueble en 1986 por 50 millones de pesetas.

Posando ante el hotel Towers

Posando ante el hotel Towers. / MIPLAYADELASCANTERAS.COM

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El edificio de la Delegación de Defensa acogió el primer hotel construido a pie de la playa de Las Canteras.

El alojamiento abrió sus puertas en 1919, bajo el nombre de hotel Fargher aunque la gente lo conocía bajo el apelativo de Alhambra por la decoración árabe de su interior. Fue impulsado, como la mayoría de los primeros hoteles de la ciudad por ingleses, en concreto por Clara Aimiel Fargher, que lo cerró en 1923. Al año siguiente abre el Towers Strand Hotel, que fue referente hasta su cierre en 1938.

Los técnicos de Patrimonio resaltan que se trata de un edificio de «arquitectura ecléctica, singular y único en la playa por su calidad arquitectónica, ornamentación, autoría y presencia en el paseo, siendo un magnífico representante de la arquitectura de principios del siglo XX». 

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