El coste de la metroguagua se encarece aún más y alcanza ya los 170 millones

Los tramos de la Avenida Marítima y Santa Catalina elevan el precio de la obra en 14 millones. La terminación de la obra se aleja como mínimo hasta 2028

Obras de la metroguagua entre Santa Catalina y el Parque Blanco.

Obras de la metroguagua entre Santa Catalina y el Parque Blanco. / Juan Castro

El coste de la metroguagua no para de crecer y alcanza ya los 170 millones de euros mientras su plazo de terminación se aleja cada vez más en el tiempo. Su puesta en funcionamiento se retrasa hasta 2028 como mínimo, según se puso de manifiesto este martes durante la celebración de la comisión de pleno de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Los principales responsables del alza del precio de la instalación del nuevo sistema de transporte , cuyo porcentaje supera ya el 36%, son las obras del tramo tres de la Avenida Marítima, que ni siquiera se ha licitado, la modificación del tramo 7 de Santa Catalina y las nuevas cocheras y talleres de la metroguagua.

En concreto, el tramo de la Avenida Marítima que irá entre el cementerio de Vegueta y la desembocadura del Guiniguada y que estaba presupuestado en 41 millones, se ha elevado hasta los 50 millones aun sin sacar a concurso la obra.

 Por su parte, el tramo 7, el que contempla los pasos subterráneos y las paradas de Santa Catalina, prevé un incremento de 4,9 millones en el último modificado de la obra que ha solicitado la empresa,  aun en tramitación y pendiente de aprobación por Guaguas Municipales, encargada de gestionar y dirigir la obra.

En tercer lugar, se añade la incorporación de las cocheras y los talleres de la metroguagua en el Mirador del Valle, para lo que se ha recibido una subvención europea de cinco millones. En estos 170 millones no se ha incorporado el incremento que experimentará el nuevo contrato de la terminal de Hoya de La Plata, aún pendiente, tras la rescisión del contrato a la empresa adjudicataria de la obra.

Escalada de precios

Durante una comparecencia solicitada por el Partido Popular, el concejal de Urbanismo Mauricio Roque atribuyó tanto el retraso de la obra como el incremento de los costes a razones de carácter técnico y, sobre todo, a los problemas de suministro de materiales que hubo primero, tras la pandemia, y a la posterior escalada de precios. «Creo que dada la situación económica global se justifica esta subida de precios y estos retrasos», dijo.

En relación con la actuación de Santa Catalina -cuyo coste pasa por ahora de 16,5 a 21,4 millones, cantidad esta última muy cercana al precio base de licitación-, señaló que todavía se está tramitando el modificado solicitado por la contrata. «Tan pronto como sepamos el desenlace lo comunicaremos porque ahora mismo está en estudio técnico», se limitó a decir. Según las últimas estimaciones este tramo no acabará antes de mayo.

En cuanto a la fase de la Avenida Marítima, se remitió a lo que dijo en noviembre el consejero regional de Obras Públicas, Pablo Rodríguez, quien anunció el retraso de la licitación hasta 2025.

En lo que respecta al tramo 8, de Eduardo Benot a Juan Rejón, anunció que la obra, que se anunció que iba a retrasarse hasta diciembre, se prolongará ahora al menos hasta el próximo febrero.

Por su parte, el concejal del PP, Gustavo Sánchez, criticó el «tremendo» sobrecoste de la obra y los sucesivos retrasos que ha registrado el proyecto, que inicialmente iba a entrar en funcionamiento en 2021.

Denunció sobre todo los sucesivos retrasos que ha sufrido el tramo de Eduardo Benot a Juan Rejón. «Nos preocupa el aislamiento que esta obra está produciendo en el tráfico de La Isleta y en la zona del istmo, que nos tememos se mantendrá cuando finalice», auguró Sánchez, quien insistió en la necesidad de una auditoría y de unificar en una sola oficina la dirección de la obra.

Roque resaltó lo complicado de sacar adelante un proyecto de «esta envergadura», que es fundamental «tanto para la mejora de la movilidad» como para reducir la contaminación.

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