Educación

Los colegios públicos pierden cada año más de 800 alumnos por la baja natalidad

Los centros de Infantil y Primaria de Las Palmas de Gran Canaria reducen su población en 8.237 escolares en la última década, lo que provoca el cierre de 15 escuelas públicas de la capital

El colegio Europa, en Jinámar, antes de su demolición. |

El colegio Europa, en Jinámar, antes de su demolición. | / Yaiza Socorro

La baja natalidad está vaciando las aulas de los colegios públicos de Educación Infantil y Primaria de Las Palmas de Gran Canaria, que han perdido en el último decenio un total de 8.237 alumnos y alumnas. Como consecuencia de esta imparable reducción son al menos quince centros los que han echado el cierre, en su mayoría en Ciudad Alta y el Cono Sur, en un proceso totalmente opuesto al que se vivió en la ciudad en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, durante las cuales se construyeron de prisa y corriendo decenas de colegios para hacer frente al bum de natalidad de los 60.

Algunos de aquellos nuevos colegios, como el Europa, en Jinámar, han sido demolidos. Otros han sido reconvertidos como el León, en El Lasso, que ha sido cedido por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria al Estado y está siendo reconstruido -el edificio tenía amianto- para acoger a personas migrantes. En la mayoría de los casos, el cierre de los colegios estuvo rodeado de las protestas de las familias de las comunidades escolares.

Según los datos facilitados por la Consejería de Educación del Gobierno canario, que dirige Poli Suárez, en el presente curso hay matriculados un total de 26.171 escolares, frente a los 34.408 del curso 2013-2014 en Infantil y Primaria, lo que supone una reducción de un 24%.

La disminución, que se acentúa año tras año, es más acusada en Primaria -con una pérdida de 5.443 alumnos- que en Infantil. Este ciclo ha perdido 2.794 escolares, aunque porcentualmente, el descenso es mayor, cifrado en un 27%, frente al 22,5% de Primaria.

La enseñanza concertada también ha acusado el descenso de la natalidad, aunque no de manera tan considerable como colegios públicos. Según las cifras de Educación, los colegios concertados han perdido un total de 2.142 alumnos en la última década, al pasar de 11.275 alumnos en el curso 2013-2014 a 9.133 en el actual.

Ante el descenso de alumnos, la Consejería de Educación ha optado por cerrar los colegios, una decisión muy criticada por el sindicato STEC-IC, que considera que el Gobierno canario debería haber aprovechado el descenso de las matrículas en los centros para bajar las ratios y, sobre todo, para impulsar la escolarización del primer ciclo de Educación Infantil, de 0 a 3 años, una asignatura que sigue pendiente en Canarias.

Según el listado que aparece en la página de la Consejería de Educación, en la capital solo funcionan en estos momentos 60 colegios públicos, frente a los 75 registrados hace doce años o los más de cien que llegó a haber en la década de 1990.

Solar del colegio León tras el derribo en 2023 por la presencia de amianto. | | JUAN CASTRO

Solar del colegio León tras el derribo en 2023 por la presencia de amianto. | | JUAN CASTRO / Teresa García Santana

Según Emilio Armas, miembro del secretariado nacional del STEC, los cierres de colegios son especialmente preocupantes en zonas rurales, porque provoca el desarraigo del alumnado de su entorno, al tiempo que considera «especialmente grave» que se sigan concertando plazas en colegios privados, «algo que ya no es necesario», en lugar de promover la matriculación en los centros públicos y rentabilizar la inversión realizada en los equipamientos.

La creación del primer ciclo de Educación Infantil fue uno de los argumentos que utilizaron las madres y padres del colegio Guiniguada para evitar la desaparición del CEIP. El Guiniguada ha sido uno de los últimos colegios de Infantil y Primaria que dejó funcionar como tal en el municipio.

Situado en la parte baja del Risco de San Nicolás, la Consejería lo reconvirtió en un centro de Educación Especial, argumentando que en el último periodo de inscripción solo se matricularon diez niños y niñas.

Los padres y madres se movilizaron durante más de un año para evitar el cierre e incluso llegaron a un compromiso con Educación para implantar el primer curso de Secundaria, pero el CEIP desapareció finalmente. Al Guiniguada había sido trasladado en 2008 el alumnado del colegio San Roque, cerrado, en medio también de las protestas de las familias, por el mal estado en que quedó tras el derrumbe de un techo. La vieja escuela es en la actualidad un centro de formación del IMEF.

En el listado de los últimos centros cerrados figuran el Camilo José Cela, en el barrio de El Fondillo, o el León, cuya clausura provocó un gran movimiento de protesta entre las familias del barrio. Sus hijos e hijas van a ahora a un colegio de Pedro Hidalgo. El edificio, cuyo mal estado fue la excusa para echar el cierre, se está rehabilitando para la acogida de migrantes.

Una fuerte barranquera tras un temporal provocó la inundación y el posterior cierre del colegio Europa, que fue demolido debido al grave estado en que quedó, y en su lugar se habilitó un parque.

El colegio Carlos Navarro, que se fusionó en 2013 con el centro 24 de junio de Zárate, se está rehabilitando en estos momentos para convertirse en la sede del Cono Sur de la Universidad Popular.

En 2018 echó también el cierre el colegio Drago de La Paterna. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, en su calidad de propietarios de los edificios que acogen los colegios públicos, lo ha cedido al Cabildo de Gran Canaria que proyecta reconvertirlo en un centro ocupacional para mayores de 21 años.

Hace cinco años cerró también el colegio del Cortijo de San Gregorio, de Piletas, y los vecinos han presentado un proyecto a los presupuestos participativos para eliminar sus barreras arquitectónicas y poder utilizarlo como recurso social en el distrito.

Por su parte, en El Polvorín, el colegio Ramón y Cajal, se ha transformado en un albergue para personas sin hogar y centro de emergencias.

La última movilización que protagonizaron los padres y madres contra el cierre de un colegio tuvo lugar en Cruz de Piedra el pasado año. Aunque Educación tenía previsto clausurar el CEIP Teobaldo Power, finalmente dio marcha atrás por las protestas de las familias y, seguramente también, por la cercanía de las elecciones.

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