Playas

Los limpiadores de la playa de Las Canteras

Un neerlandés, una americana y un canario acuden todas las mañanas a la cala para recoger cualquier residuo a la vista

Pese a la prohibición de fumar, lo que más encuentran en la arena son restos de tabaco

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Todas las mañanas tres voluntarios, nacidos en Países Bajos, Estados Unidos y España, acuden a la playa de Las Canteras a recoger las colillas, plásticos y residuos que encuentran en la arena.

A las nueve de la mañana, cuando apenas unos pocos bañistas se animan a remojarse en el agua de Las Canteras, tres figuras pasean por la arena con las manos cargadas de bolsas, redes y pinzas. Poco a poco, y con tesón, van tratando de cubrir la distancia entre La Isletay el Auditorio Alfredo Kraus. Son un voluntario neerlandés, una americana y un vecino de la capital que repiten la misma secuencia cada mañana, con el único objetivo de mantener la playa libre de colillas, plásticos y residuos tóxicos.

Aunque desde 2020 está prohibido fumar en la cala de Las Palmas de Gran Canaria, lo que más aparece en la arena son colillas de tabaco. Por si es un problema de desconocimiento y en caso de que quede algún despistado que no conozca la normativa, Antonio José Moreno creó un cartel que planta por las mañanas a la entrada con el mensaje de "prohibido fumar" en español y en inglés. Sin embargo, ha tenido que engancharle un tocón de madera a la base porque algunas personas deciden retirarlo en cuanto lo ven.

"Llevo unos cuantos años recogiendo basura de la playa y anteriormente también estuve en la década de los noventa. Recogía las colillas y, en ese momento, las colocaba en la misma avenida para que después se las llevaran. Ahora he seguido, pero aunque llevo el cartelito que hice, la gente no escucha", explicaba este residente de la ciudad, que vive a pocos metros de la playa. Lleva cinco meses sin poder seguir adelante con la faena por un problema en la vista, pero está esperando a que le operen para ponerse de nuevo manos a la obra.

Obligación de no fumar

El cumplimiento de la prohibición de no fumar le ha llevado a tener alguna discusión con los bañistas. El vecino recuerda una ocasión en la que vio a un grupo grande, de ocho o nueve personas, y cada una sujetaba un cigarro en la mano. Una mujer madrileña que estaba de visita les informó de que no se podía fumar allí y les dijo que a ella, personalmente, le hacía daño el humo del tabaco. "La respuesta que le dieron fue "pues mudese de sitio", pero así no quedó la cosa porque una de las personas del grupo se acercó a ella y le echó el vaho en la boca", explicó el voluntario.

Este vecino echa en falta la presencia de más policías en la playa para frenar la inseguridad en la zona y los robos a bañistas, un problema que, según afirma, se ha convertido en algo cotidiano. "La policía viene cuando hay cosas muy graves, cuando oyen gritos, si hay sangre o una persona ahogada. Cuando llega a las noticias, entonces aparecen, pero sino carecemos de policía, se ven muy pocos en Las Canteras", incidió.

Pese a la prohibición de fumar, lo que más encuentran los tres voluntarios en la arena son restos de tabaco

Jennifer Bell, una ciudadana americana que acude cada mañana a recoger los residuos de la playa, sufrió esta situación de primera mano. "Hay muchas personas que se acercan a los bañistas y les quitan las bolsas. A mí me ocurrió, al igual que a mis amigas, y la policía no ayuda a hacer que la playa sea segura", criticó la voluntaria con una red de pesca en la mano, que emplea para atrapar los plásticos de la arena antes de que alcancen el agua y lleguen a la fauna marina.

Hace tres años que Bell se mudó a Las Palmas de Gran Canaria y, encandilada por Las Canteras, va todos los días a nadar y a recoger la basura que encuentra a su paso. "Me gusta mucho esta playa y no soporto verla sucia. Es un paraíso para todos y todos podemos ayudar a recoger nuestras basuras y sacarla", comentó la americana, que llamó a la responsabilidad ciudadana para mantener el encanto de la cala más concurrida de la ciudad.

Una playa limpia y segura

Otro aspecto que reclama la voluntaria es que el Ayuntamiento instale un cartel de prohibido fumar a la entrada de la playa, con un mensaje similar al que creó Moreno. "Necesitamos una playa segura, limpia y la bandera azul", enfatizó Bell.

Martin, que prefiere mantener su apellido en el anonimato, es un ciudadano neerlandés que forma parte de la asociación deportiva Neophron. Este grupo se encarga de promocionar los deportes de montaña y de divulgar el patrimonio natural y cultural de las Islas y, entre sus actividades, llevan a cabo limpiezas de playas, como explica este voluntario.

Cada día recogen hasta cinco kilos de basura y recorren la playa desde La Puntilla hasta el Auditorio

El ciudadano neerlandés es otra de las personas que acuden por las mañanas a Las Canteras, equipado con todo tipo de materiales para pasar entre una y dos horas diarias limpiando la cala de la capital. "Cada mañana traigo mis bolsas y vuelvo con unos cinco kilos de basura. Encontramos cristal, plástico, muchos cigarrillos, papel y de todo un poco, hay mucho tipo de basura", cuenta.

Desde que es pensionista y vive en Canarias, este voluntario ha conseguido sacar tiempo suficiente para mantener la misma rutina todas las mañanas. "Todas las personas deberían venir a la playa con una pequeña bolsa en la que guardar su basura, ya que solo eso es mucha ayuda. Entiendo que a mucha gente le interesa guardar la basura y a pocos les interesa limpiar", explicó.

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