La sorprendente miniatura de La Isleta que puede visitarse hasta el domingo

Klaus Kandler vive en el barrio portuario de Las Palmas de Gran Canaria desde hace nueve años. Hace seis que comenzó a elaborar una maqueta representativa del barrio

El trabajo se expone al público por primera vez desde este miércoles en el Centro Cultural Pepe Dámaso

La Isleta, en miniatura

Juan Carlos Castro

Klaus Kandler llegó a Las Palmas de Gran Canaria en busca de un ambiente diferente, algo más tranquilo. Es natural de Alemania y dueño de dos empresas, una de instrumentos musicales y otra de software para ordenadores. Trabajó durante 45 años, pero se dio cuenta de que "necesitaba una vida diferente". Fue entonces cuando decidió ir en busca de aquello que anhelaba.

Hace nueve años que vive en La Isleta, el barrio que le transmitió un buen ambiente y, desde hace seis, comenzó a trabajar en una maqueta representativa del entorno que, desde este miércoles y hasta el domingo, se expone por primera vez al público en el Centro Cultural Pepe Dámaso. El modelo, que cuenta con cinco módulos diferentes de 75 centímetros por 1,70 metros cada uno, nació de una manera espontánea. "Al principio la empecé a construir para mí mismo. Era algo personal", dice Klaus. Sin embargo, a medida que los vecinos conocían la representación, "pedían que se hiciesen también sus casa" y "paso a paso" Klaus aprendió "nuevas formas de construción" hasta dar vida a La Isleta en miniatura.

Klaus Kandler, junto a la maqueta.

Klaus Kandler, junto a la maqueta. / Juan Castro

"Visité muchos países como Cuba, Argentina o Chile, pero Las Palmas de Gran Canaria tiene algo diferente que hizo que me quedase", cuenta Klaus. Una vez llegó a La Isleta, buscó una casa terrera que posteriormente reformó con el objetivo de asentarse en el lugar. "Las personas de la Isla son muy amigables, las calles y las casas son perfectas. Parece un cuadro pintado", asegura el alemán. Surge, de la admiración que siente hacia lugares como La Isleta, su necesidad de retratarla.

El proceso

El proceso de elaboración, expone el creador de la maqueta, es principalmente a través del ordenador. El primer paso es sacar fotos de las casas y los lugares que se van a retratar. "Los hogares que están representados en el modelo son fotos reales", dice Klaus que, con ayuda de su cámara de fotos y montado en una bicicleta, ha logrado llegar a cada rincón de La Isleta.

"Una vez hecha las fotografías, las paso al ordenador, las edito y creo un modelo 3D de las imágenes", asevera Klaus y agrega que construir en este formato "cada detalle de las fotos lleva mucho tiempo". El último paso es imprimir las fotografías y pegarlas en cartón para, así, darle forma a la maqueta 3D. "Todo está hecho a ordenador y con cartón", cuenta.

Durante los dos primeros años de creación, en palabras de Klaus, "todo fue un desastre y el proyecto no era lo suficientemente bueno". Pero, con el paso del tiempo, pudo conocer diferentes técnicas para llevar a cabo una maqueta "de gran calibre". "En mi mente tenía todo claro. Sabía que debía hacer algo orginal para ir creciendo", expone y afirma que, desde el principio, quería incorporar coches, calles y las guaguas que pasan por La Isleta, pues solo de esta forma lograría plasmar de manera real el barrio.

Acerca de los detalles

En el modelo se representan aspectos como la línea doce de la guagua municipal o los camiones de la limpieza del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Al pulsar en un botón los vehículos comienzan a circular por la maqueta mostrando, de esta forma, una imagen real del barrio. De igual manera circulan los servicios de emergencia como las ambulancias o la policía. Asimismo, a través de un pequeño cableado, Klaus incorporó en las casas y las calles del modelo luces LED. En La Isleta en miniatura la vida está a un clic de empezar.

Lugares como la sede de Cruz Roja, la plaza Manuel Becerra o la calle Taliarte forman parte de este 'microbarrio'. También Belén María, "un símbolo para la historia obrera y popular de Canarias". Además, en el modelo aparecen personas que "son vecinos reales porque, en su momento, aparecían en las fotografías", cuenta Klaus y explica que, en este caso, las figuras son de plástico.

Parte de la maqueta.

Parte de la maqueta. / Juan Castro

Para Kandler, la maqueta es como "una gran familia" a la que se ha incorporado el Puerto de La Luz porque "también forma parte de La Isleta y que esté representado es algo muy importante". Está orgulloso del trabajo realizado: "Me encanta toda la maqueta, los pequeños detalles, las calles y los coches. Me resulta fascinante".

Ahora que La Isleta en miniatura ya está terminada, Klaus sueña con seguir avanzando en este proyecto. "Tengo algunas ideas de cara al futuro", dice, pero reconoce entre risas que "las novedades son secretas". Sin embargo, confiesa que "aunque es solo una idea", le gustaría hacer algo relacionado con el Carnaval o con La Playa de Las Canteras, dos marcas de identidad de Las Palmas de Gran Canaria.