"Diez horas al día estudiando, cinco por la mañana y cinco por la tarde, lo hago desde junio. Es el último sprint", comenta José cuando se le pregunta cómo lleva el examen MIR, al que el próximo 25 están convocados más de 16.000 licenciados en Medicina para optar a una plaza de formación especializada.

José es uno de los 16.176 aspirantes -788 han sido descartados por no cumplir alguno de los requisitos administrativos previstos en la orden de convocatoria- y espera conseguir alguna de las 7.512 plazas de formación sanitaria especializada que se ofrecen.

Más inscritos

Son 715 más que en la convocatoria anterior y, según Rodrigo Gutiérrez, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, con esta oferta se consigue "por vez primera en mucho tiempo" absorber el número de graduados que sale cada año de las ya 42 facultades de Medicina. Cada año suelen salir entre 6.500 y 7.000 licenciados (ahora egresados) y hasta la fecha no se convocaban plazas suficientes para absorber esta cantidad. "Esta era una de las razones por las que se estaba produciendo una bolsa de profesionales que no podían especializarse", sostiene Gutiérrez.

Y la especialización es necesaria para trabajar en el sistema público de salud. Si no se accede o no se aprueba la formación como residente, que es de entre cuatro y cinco años, según la especialidad, quedan otras opciones.

Los egresados que han terminado y que son ya, por tanto, médicos generalistas, pueden trabajar en clínicas privadas haciendo guardias, en residencias de mayores, en centros de reconocimientos médicos, en una mutua o puede presentarse a otras oposiciones en las que solo se requiere la titulación de grado.

Pero los que quieren formarse y trabajar en un futuro en la sanidad pública tienen que aprobar el MIR, que este año trae novedades: serán 175 preguntas, 50 menos que en la convocatoria anterior, más las 10 que siempre hay de reserva por si las comisiones calificadoras anulan alguna de ellas.