Crisis del coronavirus

Gran Canaria se enfrenta a 14 días “claves” para frenar la pandemia

El presidente del Gobierno de Canarias hace un llamamiento al compromiso individual y colectivo para reducir los contagios

Gran Canaria subirá a alerta 3 si no mejora sus datos epidemiológicos

Isabel Durán

Isabel Durán

Comienzan dos semanas cruciales para controlar el avance de la pandemia en Gran Canaria y poner freno la progresión negativa de los datos epidemiológicos. El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, afirmó que los próximos 14 días son “claves” en las islas que están en nivel 3 de alerta por coronavirus (Gran Canaria y Lanzarote), así como en Fuerteventura, que subió la semana pasada a nivel 2 para aminorar el ritmo de infecciones por covid. En una publicación realizada ayer en su perfil oficial de Twitter, el máximo dirigente del Ejecutivo regional señaló que en el caso de Gran Canaria “se hace preciso un esfuerzo con más restricciones para frenar la tendencia” e hizo un llamamiento al compromiso individual y colectivo. “Siendo así, la tendencia mejorará”, matizó.

Torres insistió en que en Lanzarote –en nivel 3 desde el pasado jueves– y Fuerteventura “los próximos 14 días son claves para ir a menos casos por día y de manera continuada”. Por otro lado, el dirigente autonómico celebró que tras duras semanas de restricción, y ante la tendencia de mejora, Tenerife haya pasado a nivel 2. “Ese es el camino. Responder responsablemente y no bajar la guardia para seguir doblegando la curva”, afirmó.

Con el endurecimiento de las medidas de contención, el Gobierno de Canarias responde a la petición de Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria. Quien la semana pasada apostó por extremar las precauciones y afirmó que “cuanto más nos acerquemos al confinamiento mejor”.

La incidencia acumulada se ha duplicado en la Isla en lo que va de año

Así, Gran Canaria empieza a pagar hoy la factura de la resaca navideña. Tal y como se preveía las fiestas han ocasionado un repunte de contagios de la Covid-19 en la Isla. Los malos datos que la Consejería de Sanidad ha ido notificando en los primeros días del año auguraban un mes de enero complicado. De los ocho indicadores epidemiológicos que los especialistas vigilan para determinar si una isla debe subir o bajar de nivel, Gran Canaria tiene cuatro en riesgo alto, pero todos han mantenido una tendencia alcista en las últimas jornadas. 

La incidencia acumulada (IA) a 7 días ha pasado de los 49 casos por cada 100.000 habitantes el 1 de enero, a los 103,4 confirmados ayer. Si bien, el punto de inflexión se sitúa en el 10 de diciembre, cuando este indicador era de 18,8. En algo más de cinco semanas, el incremento experimentado por este parámetro ha sido del 450%.

El número de contagios también se ha disparado tras la Navidad. Solo en la última semana, Gran Canaria ha sumado 941 positivos, llegando a los 2.370 casos activos. El municipio más afectado es la capital, con 2.162 infecciones activas, según la última actualización de datos facilitada por la Consejería de Sanidad. 

Otro de los indicadores epidemiológicos que se valoran para tomar decisiones sobre la contención de la crisis sanitaria es la tasa de positividad –el porcentaje de pruebas realizadas en un día que arrojan un resultado positivo–. En el caso de Gran Canaria, durante la última semana este índice ha rondado el 7%, dos puntos por encima de lo que la Organización Mundial de la Salud estipula como el umbral para determinar si la pandemia está o no bajo control.

La capital es el municipio más afectado por el virus con 2.162 casos activos

Esta tercera ola de contagios de la Covid-19 viene precedida por la que se desencadenó en Canarias durante el mes de agosto y llegó a su punto álgido a principios de septiembre. Las vacaciones de verano y las de Navidad invitaron a la relajación de las medidas de protección lo que, en ambos casos, se ha traducido en un aumento de infecciones. 

Al informar sobre el paso de Gran Canaria a nivel 3 de alerta por coronavirus, el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, explicó que han detectado en la Isla un comportamiento paralelo al del Tenerife a mitad de diciembre, cuando se endurecieron las normas de cara a la Navidad. “Vimos una afectación generalizada de brotes muy pequeños pero muy dispersos a lo largo de todo el territorio”, detalló Trujillo. Y es que, en la última semana, en Gran Canaria se localizaron 71 brotes, de los 170 detectados en el conjunto del Archipiélago. 

Estas cifras son las que firmaron la sentencia de unas restricciones más estrictas, con las que se ha decretado el cierre de la Isla; se adelanta el toque de queda a las 22.00 horas; se prohíbe el uso del interior de los establecimientos de restauración y se limitan las terrazas al 50% de su aforo, con un máximo de cuatro comensales por mesa; y se restringe la actividad deportiva en espacios cerrados.

Más presencia policial

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria reforzará la presencia de Policía Local en la ciudad para vigilar el cumplimiento de la normativa para contener la propagación de la Covid-19 ante el paso del nivel de alerta frente a la pandemia. Los agentes tendrán la misión de garantizar el cumplimiento de las normas establecidas, tales como el correcto uso de la mascarilla o la reducción de los aforos, y controlar que no se produzcan aglomeraciones y concentraciones. La corporación municipal recuerda que la cuantía de las sanciones por incumplir las medidas oscilan entre los 100 euros y los 60.000 euros. El Consistorio suspende temporalmente la actividad en las instalaciones cerradas del Instituto Municipal de Deportes y cierra los locales sociales y centros cívicos, así como el de los juegos de mesa del parque Santa Catalina.