La historia de Canarias a través de 90 hectáreas de patrimonio cultural

Santiago de Luxán, Ramón Faustina Díaz y Baltasar Manrique de Lara relatan el devenir del espacio y de las personas que ocupan el Campus de Tafira desde el siglo XV

De izquierda a derecha, Baltasar Manrique de Lara, Santiago de Luxán y Ramón Faustino Díaz, en el Campus de Tafira.

De izquierda a derecha, Baltasar Manrique de Lara, Santiago de Luxán y Ramón Faustino Díaz, en el Campus de Tafira. / José Carlos Guerra

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

Tafira, un microespacio cercano a las 90 hectáreas que actualmente alberga el Campus más importante de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, es un reflejo a pequeña escala de toda la historia de Canarias. Esta hipótesis es el punto de partida del libro Tafira y el Campus de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria: una visión desde la microhistoria (siglos XV-XXI), que será presentado el próximo martes, 28 de mayo, en la sede institucional de la ULPGC por su autores, Santiago de Luxán Meléndez -Catedrático de Historia e Instituciones Económicas y profesor emérito-, Ramón Faustino Díaz Hernández -Catedrático de Geogafía Humana y profesor honorífico-, y el letrado Baltasar Manrique de Lara Martín-Neda. El acto se enmarca dentro de la celebración del 35º aniversario de la ULPGC.

Tafira y el Campus de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria: una visión desde la microhistoria (siglos XV-XXI) es una joya científica y literaria escrita tras un arduo proceso de investigación, que relata a través del patrimonio cultural -acervo natural e histórico-, el devenir del espacio y de las personas a lo largo de los siglos. Con ella se inicia la colección Campus, que edita el Servicio de Publicaciones adscrito al Vicerrectorado de Cultura, Deporte y Activación Social de los Campus de la ULPGC.

Revitalización

«Este libro no es una historia de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, es una historia del espacio que ocupa ahora este Campus de la Universidad, y es un compromiso de nosotros, los autores, de contribuir al objetivo del actual equipo rectoral de revitalizar el Campus», indicó De Luxán.

A lo largo de cinco capítulos, y bajo la óptica de la microhistoria que recuperan los tres autores, se hace un detallado seguimiento de la apreciación del paisaje, de la titularidad de la propiedad de la tierra durante los siglos XVI al XVIII, una valoración del impacto de las leyes desvinculadoras hasta los procesos de desamortización de los bienes de las órdenes religiosas del siglo XIX con sus cambios y continuidades en las sagas familiares, la sucesión de linajes, la llegada de nuevos propietarios y las situaciones introducidas por la posición hegemónica del sistema capitalista.

«La perspectiva que hemos utilizado es la óptica de la microhistoria, una manera de enfocar la historia que estuvo muy de moda en los años 80, pero se abandonó. Nosotros hemos intentado recuperar este concepto porque nos parece que es muy útil. Consiste en reducir el ámbito espacial e intensificar fuertemente la mirada y además hacerlo en un contexto de larga duración temporal».

El libro se estructura en dos partes. Una primera que recoge el análisis socioespacial de Tafira, que se cierra con la creación del seminario y el proceso de gestación del campus universitario, desde la creación de la Universidad Politécnica a la actual Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En la segunda, se traza, desde el siglo XV hasta el final de la Gran Guerra, el proceso de ocupación de este territorio, que protagonizan más de 2.000 personas. La publicación se completa con unos anexos documentales y estadísticos, así como con un índice onomástico, que facilitan su consulta, y la convierten en un valioso instrumento de trabajo.

Fuentes primarias

Tras una rigurosa selección de las fuentes documentales -Archivo Histórico Provincial y dentro del mismo los protocolos notariales-, parten de la Edad Moderna. «Seleccionamos protocolos notariales que hemos completado con los registros de partidas de bautismo y de defunción en el Archivo Histórico Diocesano, los hemos registrado y en la correspondiente nota a pie de página, aparece la referencia documental y las fechas. Por lo tanto, utilizamos fuentes primarias, no estamos especulando», matizan sus autores.

Y es que esta obra sólo se explica desde su condición de trabajo colectivo, redactado a seis manos, las que conforman el equipo formado por el catedrático de Historia e Instituciones Económicas y profesor Emérito de la ULPGC, Santiago de Luxán Meléndez, encargado de construir la línea del discurso histórico de la obra. Otro de los miembros es el profesor honorífico de la ULPGC Ramón Faustino Díaz Hernández, «un geógrafo atípico por su sensibilidad de historiador». Y completa el equipo el jurista Baltasar Manrique de Lara, un gran genealogista que ha construido para la obra 17 árboles genealógicos sobre las familias más importantes; además, con la metodología más innovadora, ha transcrito la documentación más relevante que se utiliza en el libro, enriqueciendo el discurso escrito con apéndices donde están los documentos más importantes que se siguen en Tafira y el Campus de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria: una visión desde la microhistoria (siglos XV-XXI).

«Poliédrico»

El resultado es un libro «bastante poliédrico» en el que intervienen elementos de gran valor como es el caso de la toponimia. «La riqueza toponímica de la zona es increíble, entre otras cosas porque esto era parte del monte Doramas donde existía una gran cantidad de plantas y de accidentes geográficos», indicó Díaz Hernández. Como ejemplo, el geógrafo señaló que, a pesar de ya no existir lentiscos, existe el Monte Lentiscal. «La combinación de una morfología geográfica muy intrincada, muy compleja, más una masa forestal impresionante, añadido al proceso de humanización en la colonización y posteriori, da un enjambre de topónimos increíbles».

Otros ejemplos son las cuevas de Los Frailes, donde los guanches defenestraron a los frailes, en La Calzada. «Son acontecimientos históricos importantes que se han quedado en el territorio. Probablemente en otros sitios, el proceso de colonización arrasaba con todos esos conceptos y ponía el nombre de los conquistadores que tuvieran cierta alcurnia. En nuestro caso se han respetado y hay bastantes topónimos».

Árboles genealógicos

La historia de las familias más importantes que han habitado ese espacio desde el siglo XV es, a través de los árboles genealógicos, otro de los aspectos más importantes del libro. Se inician con el del conquistador Cristóbal García del Castillo y sus descendientes, y luego se fue complementando con otras familias que iban acumulando importante propiedades en Tafira. Todo ello se complementa con todo tipo de protocolos notariales, particiones, dotes, testamento, imposición de tributos, reducción de censo... «Examinamos cientos y cientos de protocolos notariales y finalmente hicimos una selección de 70», indicó Baltasar Manrique de Lara, para quien uno de los más importantes es la toma de posesión -una reminiscencia feudal-, de la Hacienda de Salvago que está en el Campus, de 1580, por Pedro Salvago en nombre de su hermana.

Cartografía

Además, el libro se acompaña de una valiosa cartografía para que el lector pueda situarse espacialmente, integrada por unos 15 mapas en el nordeste de Gran Canaria con todas las características de las zonas. Entre los mismos figuran el de la Cuenca del Guiniguada, el mapa de El Batán, Monte Lentiscal y El Mocanal; o del Fondillo, Hoya del Parrado, San Francisco de Paula, Montaña de Riquiánez y Hoya del Capón.

Y en el afán de contar la historia de poblamientos de este pequeño espacio, al final del libro, los autores aportan un índice onomástico de cerca de 3.000 nombres de las personas que aparecen citadas.

«Para nosotros es importante porque desde nuestro punto de vista esta es una historia de las personas que han ocupado el territorio y, en cierto modo, es un homenaje a todas esas personas que antes que nosotros han ocupado este espacio». En esta relación aparecen no sólo el nombre de los grandes o medianos propietarios conocidos y de sus descendientes, sino de personas anónimas, los que trabajaban la tierra, labradores, agricultores, albañiles, carpinteros, deudores, arrendadores y arrendatarios, peritos que aparecían en las particiones de herencia, etcétera.

A través de todos estos elementos, los autores confirman que la historia del Campus de Tafira y de sus aledaños, con todas sus singularidades, es un fiel reflejo de la historia de Canarias, hipótesis de partida de Tafira y el Campus de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria: una visión desde la microhistoria (siglos XV-XXI).

«El resultado es la elaboración de un libro con ilustraciones, cartografía, árboles genealógicos, apéndices documentales, índice onomástico, un índice muy desarrollado. Nuestra esperanza es que contribuya a preservar este patrimonio cultural, que podamos crear incentivos para que este espacio se viva más cuanto más lo conozcamos, y que no convirtamos el Campus de Tafira en un aparcamiento, que sea para disfrute, no solamente de los universitarios, sino de toda la sociedad canaria. En definitiva, que seamos conscientes de lo que tenemos».