La hospitalización a domicilio se extiende al sur de Gran Canaria

El equipo del Hospital Universitario Insular aspira a establecer unidades satélites fuera de la capital para atender pacientes en Mogán y cubrir toda su área de influencia

Equipo de atención a domicilio del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria.

Equipo de atención a domicilio del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. / José Carlos Guerra

Iván Alejandro Hernández

Iván Alejandro Hernández

La unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital Universitario Insular ha experimentado un crecimiento continuado desde que cuenta con vehículos propios para desplazarse fuera de Las Palmas de Gran Canaria. De los 65 pacientes que se atendían en 2013, se ha pasado a los 751 el año pasado, cuando se consiguió traspasar la frontera de Telde y el servicio se extendió por Valsequillo, Ingenio, Agüimes y Santa Lucía de Tirajana. La previsión es que este año se alcancen las 1.100 personas atendidas. La última meta para cubrir toda su área de influencia son las zonas interiores y Mogán, pero para que la unidad sea efectiva es preciso que el desplazamiento se haga en menos de 30 minutos, por lo que necesitan desarrollar una unidad satélite en Telde o en la localidad de Vecindario.

"Al llegar a Vecindario nos hemos hecho una perspectiva más clara de lo que tenemos que hacer para desarrollarnos", explica Luis López Alva, coordinador del equipo en el Hospital Universitario Insular. La evolución ha sido lenta. La unidad se instauró como una prestación más de la cartera de servicios del complejo en 2007 y hasta 2014 solo podía cubrir Las Palmas de Gran Canaria. "Hemos ampliado a más zonas y gastamos menos dinero porque nos movemos en coches de renting, con lo cual, gastamos un tercio de lo que gastábamos en taxi", añade López, quien entró al servicio en 2014 como médico adjunto y, desde 2018 ejerce la coordinación.

Más de veinte personas

El equipo está formado por 25 personas: un responsable; cuatro médicos de familia y dos internistas; doce enfermeros, dos fisioterapeutas, dos auxiliares, un administrativo y un celador. Y dispone de dos vehículos híbridos y cuatro de combustión. Cada profesional visita entre seis y siete pacientes al día, con una atención que se prolonga durante 7,2 días de media, por los 39 días antes de 2014. López estima que aumentando la flota, se organizaría mejor el servicio de manera que la hospitalización domiciliaria podría situarse por encima de los 3.000 pacientes al año.

"No tenemos ninguna dificultad para llegar hasta donde haga falta. Pero para hacerlo con la garantía de que vamos a dar una atención en tiempo, forma y calidad, necesitamos profesionales y recursos. Nuestro recurso más útil son los vehículos", remarca López.

Otro problema que también deben solventar es la orografía isleña. "La dispersión de población nos ha creado un poco de dificultad porque nuestro tramo de trabajo no debe superar los 30 minutos desde el hospital. Por ejemplo, en Telde tenemos que atender a pacientes que viven en La Garita, a donde tardas 10 minutos, pero también en Lomo Magullo, un trayecto que se prolonga más allá de la media hora", detalla López.

Para salvar la geografía, la idea es aprovechar los centros de salud y atención especializada que ya cuentan con infraestructura para soportar despachos de trabajo en los que instaurar unidades satélites y acortar el tiempo de desplazamiento. "Desde Vecindario hasta Mogán tendríamos el tiempo suficiente para poder cubrir a toda esa población. El objetivo que debemos cumplir es llegar hasta Mogán en un plazo de tiempo que no vaya más allá de dos años y estaríamos cubriendo la totalidad del área de influencia del complejo hospitalario", apunta López.

Un sanitario en un vehículo para la hospitalización a domicilio que se hace desde el Hospital Insular de Gran Canaria.

Un sanitario en un vehículo para la hospitalización a domicilio que se hace desde el Hospital Insular de Gran Canaria. / José Carlos Guerra

Una alternativa

La hospitalización a domicilio supone una alternativa que, además, contribuye a descongestionar distintas unidades con un ahorro económico. "El ingreso hospitalario lleva aparejado un ambiente estresante y, además, está más que comprobado que a lo largo del proceso, los pacientes, sobre todo ancianos, se deterioran mucho por la inmovilización y por los cuadros de confusión o alteración del comportamiento porque están fuera de su entorno. Y dificulta que acaben por recuperarse", explica López.

De hecho, recuerda que cuando comenzó en a ejercer en la unidad, los pacientes se mostraban más reticentes a recibir este servicio; ante la posibilidad de elegir, preferían quedarse en el hospital para seguir el tratamiento por recelo o desconocimiento. Pero el crecimiento en el número de pacientes en la hospitalización a domicilio también se debe a que la unidad se ha ganado su confianza, según López.

"Quien ya ha sido ingresado y sabe que recaerá dos o tres veces al año, cuando va al hospital no va a querer quedarse. Lo primero que hace cuando llega a los servicios de Urgencia es pedir el servicio de atención a domicilio. Ese paciente se ha vuelto fiel a nuestros cuidados porque le hemos demostrado con hechos que su recuperación en el domicilio es mejor que en el hospital", detalla López.

Todos los días

En este sentido, el coordinador de la unidad recuerda que administrativamente, el paciente está ingresado a todos los efectos, con la salvedad de que los tratamientos los recibe en su hogar y los sanitarios son los que se desplazan. "En los domicilios podemos hacer todo lo que se puede hacer en el hospital, excepto las pruebas de imagen. Podemos transfundir sangre, cualquier tipo de hemoderivado, oxígeno, aerosoles, ventilación mecánica no invasiva, hacer curas complejas cortantes con sistemas de vacío, nutrición enteral o parenteral o utilizar cualquier fármaco...", enumera López.

El servicio está operativo los 365 días del año, desde las 8 de la mañana a las 20.00 horas, con las correspondientes guardias. En cada jornada se revisan los casos y se trazan los recorridos en función de las necesidades de los pacientes, siempre bajo un protocolo reglado. "Habitualmente se hacen las visitas si es preciso un tratamiento o algún tipo de intervención, llámese cura o cualquier otra actuación por parte de enfermería o de medicina. Normalmente, suelen ser durante las mañanas. Pero si es necesario todos los días, todos los días; si es necesario ir dos veces al día, también. Lo que nosotros damos son cuidados de rango hospitalario en la misma cantidad y calidad que le darían al paciente en el hospital", reitera López.

Tipos de pacientes

"Hemos incorporado una telemonitorización para los pacientes que necesitan una vigilancia más estricta y compleja de sus constantes, por el cual el paciente se mide sus constantes en unos dispositivos que les dispensamos, ellos lo vuelcan en una aplicación que va a su teléfono y se conecta directamente con el sistema aplicativo del software del hospital para volcar sus datos", añade.

En cuanto al tipo de pacientes, mayoritariamente suelen ser crónicos complejos o personas mayores con patologías asociadas, que suelen requerir el ingreso hospitalario más de una vez al año. "En muchas ocasiones, intentamos que el paciente venga al hospital. El médico de familia o el familiar previamente adiestrado, nos alerta precozmente y nosotros lo ingresamos desde el domicilio. Si tenemos que traerlo para hacer alguna prueba de imagen, lo traemos y si vemos que no hay nada complejo que requiera atención en el medio hospitalario, pues lo devolvemos a su casa y continuamos con el tratamiento"; relata López.

También se dan numerosos casos de infecciones de tipo respiratorio, urinarias o digestivas, que tras las 48 o 72 horas del ingreso donde se contrasta por pruebas de imagen y de laboratorio que la evolución está siendo correcta, pueden continuar en sus domicilios el final del tratamiento. De forma similar se tratan a los pacientes oncológicos y, además, desde el año pasado pudieron tratar también a pacientes que precisen rehabilitación física gracias a la incorporación de dos fisioterapeutas.

El grueso de las atenciones a domicilio se realizan en Las Palmas de Gran Canaria y Telde, aunque se espera que con la ampliación del servicio hasta Vecindario, el número de "camas virtuales" siga aumentando en el sur. "Nuestras camas no tienen fin. Podemos tener 100 o 1.000 camas, pero debemos tener los recursos para atenderlos. No es tanto el número de camas, sino el recurso que tenemos para poder darle un ratio de seguridad clínica, que el paciente pueda estar en su casa sin estar desatendido", subraya López.

El personal

Por otro lado, el equipo también es seleccionado por "unas determinadas cualidades en el trato con las personas", indica López. Todo el personal cuenta con formación previa en el hospital y se intenta que tenga una visión global de la medicina, "humanista y holística", que no solo se preocupe por la patología del paciente, también de su entorno social y familiar.

"Ese es el perfil del médico o enfermero que necesito, que tenga una visión global, que no solamente se centre en el problema que ha generado el ingreso, sino en todo lo que nosotros identificamos como problemas potenciales o que son cosas a las que el paciente se ha acostumbrado a vivir y deteriora su calidad de vida porque todo eso va a repercutir en que el paciente mejore y se mantenga en la mejor situación en su domicilio cuando nosotros le demos el alta", agrega López.

Ahorro y descongestión

Además, el coordinador de la unidad defiende que otro de los puntos más importantes para apostar por la hospitalización a domicilio es el ahorro que supone y su contribución a descongestionar camas. "El coste para el mismo proceso de un paciente hospitalizado es de aproximadamente 720 euros. En el domicilio, son 180 euros. Somos una unidad que es muy rentable para la economía del complejo y, sobre todo, para poder ahorrar costes en la atención de procesos que se pueden dar en el domicilio de la misma forma que en el hospital", reivindica López.

Y se trata de un servicio que puede seguir creciendo si se ponen los recursos necesarios. "Esta unidad no tiene techo. Podemos hacer casi todo lo que se hace en el hospital en casa, mientras nos den los medios, el entrenamiento y la gente esté dispuesta a ser atendida. (...) Para el paciente supone una mejoría en el bienestar psicológico que ayuda a la recuperación, porque también implicamos a las familias en el proceso de curación y ellos se ahorran el coste del transporte al centro y la saturación de los aparcamientos. Y para el complejo hospitalario supone tener más camas a la hora de planificar una actividad. Y garantiza la sostenibilidad del sistema", resume López.

Por ello, demanda que se apueste decididamente por esta unidad, que ni siquiera requiere de unos fondos cuantiosos, puesto que los vehículos "se rentabilizan con el uso y los profesionales son los mismos que hay en el complejo que se pueden redistribuir", apunta López. "Quizá es más eficiente la enfermería en esta unidad que en otras, le podemos sacar mayor rendimiento. Habrá que contratar más gente, evidentemente, pero con una redistribución de los recursos se podrían generar más equipos y con más medios de transportes podríamos atender a más gente", concluye.