El incendio de Santa Úrsula y La Orotava afecta a 30 hectáreas y mantiene a 2.600 evacuados

Personal de las Brifor, bomberos de Tenerife, Eirif de La Palma y varios helicópteros logran estabilizar ocho episodios en dos días en varios enclaves del norte de la Isla

Reactivación en el incendio de Tenerife

Reactivación en el incendio de Tenerife / LP/DLP

Unas 2.600 personas fueron evacuadas este miércoles en Santa Úrsula, La Orotava y El Sauzal por diversas reactivaciones del incendio forestal que se inició el pasado mes de agosto en Arafo y que se extendió por varias zonas del sureste y el norte de Tenerife. Hubo 30 hectáreas afectadas en total, parte de ellas dentro del perímetro ya quemado en verano. El más espectacular y llamativo de los fuegos se produjo, poco después del mediodía, en la parte alta de Santa Úrsula, en los parajes de la parte alta de La Corujera, Las Charquitas, La Atalaya y Pino Alto, un núcleo que en parte pertenece al término municipal de La Orotava. Su expansión por la ladera facilitó que fuera visible desde buena parte de la vertiente norteña. Este fuego se dio por estabilizado a las 18:30 horas por el Cabildo de Tenerife

Según la Dirección Insular de Seguridad y Emergencias, entre el martes y el miércoles hubo un total de ocho reactivaciones en total. Según las mismas fuentes, hasta la tarde de este miércoles, todas ellas se hallaban estabilizadas.

La mayor parte de los afectados por los desalojos son vecinos de Santa Úrsula, unos 2.400, que residen en la parte alta de La Corujera, hacia la calle Guanche y Pino Alto. Es decir, que se desalojó los mismos enclaves que en el pasado incendio de agosto, con excepción de El Ferrobillo y La Tosca de Ana María. La mayoría de esos ciudadanos fueron a casas de familiares. En la tarde de este miércoles había medio centenar en el terrero municipal de lucha, que se habilitó para el avituallamiento por parte del Ayuntamiento. 

Cruz Roja habilitó unas 150 camas en una nave próxima al citado recinto deportivo por si algunos ciudadanos evacuados necesitaban un lugar en el que pernoctar. El alcalde, Juan Acosta, definió la situación como «un nuevo susto». Aclaró que el primer foco de la reactivación en Santa Úrsula estuvo en Las Charquitas, pero esta vez atravesó el Camino a Candelaria y las llamas afectaron a terreno que no resultó dañado en el incendio de agosto. Varias personas que se hallaban encamadas fueron llevadas a un centro sociosanitario y se estaba a la espera de determinar si era necesario el traslado de varios discapacitados a un recurso en Los Realejos.

En la parte de Pino Alto que corresponde a La Orotava se evacuó a unas 200 personas, según el Cabildo. Las varias decenas restantes son vecinos del Carril del Polvo, en la zona de Ravelo, en el municipio de El Sauzal, que durante la mañana se vieron sorprendidos por las llamas.

Una de estas afectadas, Macu, señaló que «fuimos desalojados a las 8:30 horas por los policías locales». En su caso, pudo acudir a la vivienda de una hermana. Esta mujer indicó que las llamas llegaron a estar a 50 metros de su casa. «Gracias a Dios se quedó en nada», apuntó. Este es el segundo desalojo que los residentes en Carril del Polvo sufren en apenas un mes y medio. El fuego de la pista de El Rayo provocó que fueran los primeros desalojados de la zona y los últimos en ser realojados. Este miércoles fue diferente. En poco más de dos horas se les permitió regresar a sus domicilios, situadas cerca de las huertas y el barranco situados en las proximidades del campo de tiro y el Camino Monasterio.

Con sus padres mayores

Más difícil lo tuvo otra vecina, que, tras someterse a una operación hace pocos días, debió despertar y llevarse de la casa a sus padres de avanzada edad. 

El fuego llegó a menos de 100 metros de su residencia y dicha mujer cree que la expansión de las llamas fue muy rápida. Estima que los medios de extinción tardaron en llegar unos 45 minutos desde que dieron la alerta.

El martes hubo reactivaciones en Las Charquitas, en Santa Úrsula; en La Hornaca, en Tacoronte; y en La Vica, en La Matanza.

Y este miércoles se contabilizaron dichos episodios en Carril del Polvo (por la mañana y después del mediodía), en Ravelo (El Sauzal), Pino Alto (en el límite entre Santa Úrsula y La Orotava), Los Arroyos (La Orotava), así como en Las Charquitas y La Atalaya (en Santa Úrsula, por segunda vez). Así lo explicó el director insular de Seguridad y Emergencias, Iván Martín. 

Todos los fuegos comenzaron en terrenos ya afectados por el incendio de agosto, con excepción del detectado en Pino Alto. Después, durante su expansión, en la parte alta de Santa Úrsula también se salió del perímetro de incidencia del pasado verano. En opinión de Iván Martín, este tipo de reactivaciones «entran dentro de lo normal», debido a las altas temperaturas, que rondaron este miércoles los 39 grados en el norte, la intensidad del viento y la baja humedad. Apuntó que en días anteriores hubo episodios similares y también se prevén hechos parecidos en próximas jornadas.

El director insular de Seguridad y Emergencias achacó estas reactivaciones al fuego de subsuelo, que se extiende a través de las raíces y el cual se ve favorecido por el viento y el calor. Recordó Martín que, además de las reactivaciones citadas, también se detectaron hechos mucho más puntuales, como fumarolas en algún pino, que o bien se extinguen por sí solas, o bien se apagan con la descarga de un helicóptero.

En el fuego registrado en Santa Úrsula intervinieron dos helicópteros del Cabildo de Tenerife, otros tantos del Gobierno de España, un par de aeronaves del Eirif de La Palma y un tercero del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), que dependen del Ejecutivo canario. También actuaron por tierra profesionales de las Brifor (Brigadas Forestales) y bomberos del Consorcio de Tenerife. El Gobierno autónomo explicó que el incendio se halla en nivel 1 del plan Infoca (Incendios Forestales de Canarias) y ofreció sus recursos especializados a la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila. Los equipos de extinción continuaron trabajando toda la noche hasta la mañana de hoy para tratar de frenar nuevas reactivaciones y proteger infraestructuras.

La columna de humo que se generó en la parte alta de Santa Úrsula fue muy llamativa, ya que, al arder zarzas y brezos, se produjo mucho humo y alarma en la población. De hecho, en la autopista del Norte hubo retenciones importantes durante las primeras horas de la tarde. Los cortes de vías para acceder a Cuesta de la Villa y el casco, junto a la avería de un camión, generaron importantes retrasos y colas en la entrada a Santa Úrsula. Y a esto hubo que añadir la prioridad otorgada a los vehículos que intervenían en las tareas de extinción del fuego.

En el operativo de extinción tomaron parte este miércoles un total de 90 personas pertenecientes a las Brifor, Bomberos de Tenerife, el Eirif con base en La Palma, así como bomberos voluntarios de La Laguna y Tegueste.