Tribunales

El presunto asesino de Nono: "Si yo lo hubiese matado, lo habría desaparecido"

Jeffrey B. S. asegura que nunca tocó al hombre discapacitado, pero su pareja lo niega y dice que le vio estampar la cabeza del fallecido con fuerza contra la pared

Dos acusados del asesinato de Nono declaran en el tercer día del juicio

LP/DLP

Benyara Machinea

Benyara Machinea

El acusado de asesinar a Juan Antonio Ojeda, más conocido como Nono, después de tenerlo retenido durante una semana en su vivienda de Zárate, en Las Palmas de Gran Canaria, ha asegurado este miércoles en el tercer día de vista oral que "nunca" tocó al hombre discapacitado. "Si yo lo hubiese matado, habría cogido y lo hubiera desaparecido, y no tendría ahora este juicio", afirmó Jeffrey B. S. frente a los miembros del jurado popular que determinará si es inocente o culpable. Por el contrario, Ylenia R. S., acusada de un presunto homicidio por omisión de socorro, declaró que vio a su pareja asestar el golpe mortal que terminó con la vida del vecino de Pedro Hidalgo en la noche del 22 de septiembre de 2021.

Jeffrey B. S. accedió a responder a las preguntas del jurado y de su abogado, Guillermo Nieves, pero no a las interrogantes de la fiscal Cristina Coterón. Empezó su alegato asegurando que, cuando iba en coche con su pareja, se encontró a un Nono ensangrentado que caminaba a solas por la calle. "Le pregunté qué le había pasado y me dijo: ¿puedo subir?", declaró el acusado y añadió que el fallecido le dijo que había estado retenido durante una semana y había logrado escapar "tirándose de un quinto piso". "Eso fue la semana anterior a yo recogerle", especificó.

Después, según su versión, se dirigieron juntos a la vivienda que compartía Jeffrey con su mujer. Los policías que acudieron más adelante al domicilio describieron que el espacio estaba "muy sucio", sin suministro de agua, con el suelo pegajoso y ratones escondidos en el sofá. El acusado sostiene que la casa seguía "en construcción" y que él "iba arreglando el inmueble como podía para que fuera normal".

Ylenia R. S. declara que vio al acusado asestar un golpe mortal en la cabeza de su víctima

El presunto asesino negó que el vecino de Pedro Hidalgo estuviera encerrado y afirmó que lo llevó a casa de un amigo suyo para que le devolviera su tarjeta de crédito y le diera el dinero que le debía. Cuenta que salió varias veces a un cajero para "comprobar el número de la cartilla" porque el fallecido le había dicho que le "faltaba poco para cobrar".

El encausado declaró que Nono permaneció cerca de una semana en su vivienda e incidió en que, "si lo hubiera tenido retenido, no lo habrían visto los vecinos" ni en el patio interior del edificio ni en la calle. "Tuvimos varias discusiones esos días, más cuando se trata de temas de drogas", declaró. El 22 de septiembre asegura que vio cómo el fallecido "estaba sin fuerza" y le dejó en su cama con una botella de agua al lado, pero no llamó a los servicios de emergencias hasta la noche del día siguiente. "Gracias a Ylenia no estuvo más tiempo ahí tirado y decidimos llamar a la ambulancia", subrayó.

Marcas de sangre por obras en la vivienda

En su declaración aseguró que las marcas de sangre y los nudillos desgarrados que vieron los servicios de emergencias cuando llegaron al lugar se debían precisamente a que "estaba trabajando para mejorar la casa". Sin embargo, también afirmó en un primer momento a los agentes que tenía las manos así porque practicaba boxeo y atribuyó entonces los restos de sangre al momento en el que trató de zarandear a Nono para que se despertara.

Ylenia R. S. accedió a responder a las preguntas de su abogado Israel Godoy y del jurado y atribuyó todas las agresiones y el golpe mortal que recibió la víctima a su pareja. "Nono se quedaba toda la mañana con Jeffrey y yo entre las cuatro y las cinco de la tarde llevaba comida para los dos. Cuando salíamos, se quedaba amarrado", declaró.

El 22 de septiembre, sobre las diez y media de la noche, la acusada sostiene que recibió una llamada del presunto asesino en la que decía que Nono estaba mal y "se quedó medio turuleta". "Pensé miles de veces en llamar a la policía, pero tenía miedo a Jeffrey", afirmó la encausada.

"Gracias a ella no estuvo más tiempo ahí tirado y decidimos llamar a la ambulancia"

La fiscal pide prisión permanente revisable para Jeffrey B. S. por el presunto asesinato y seis años más por detención ilegal. Este último delito también se lo imputa a la encausada Ylenia R. S., que se enfrenta a otros 18 años de prisión por un supuesto homicidio por omisión de socorro.

Las defensas de los dos acusados solicitaron la libre absolución de sus clientes, aunque el abogado de Ylenia también contempló, en caso de que se emita una sentencia condenatoria, que se tenga en cuenta que colaboró con la policía y se le aplique la atenuante de reparación del daño porque ha abonado la indemnización "en la medida de sus capacidades". El letrado de Jeffrey solicitó que, en su caso, se califique el delito como homicidio y no asesinato y se le apliquen las atenuantes de alteración psíquica, intoxicación de drogas o alcohol, así como cualquier otra circunstancia análoga.