Sidnei, el héroe más inesperado

El central de la UD marca tres años después, sienta a Curbelo y es un fijo para Pimienta

El central brasileño de la UD Sidnei Rechel da Silva recibe la felicitación de Sandro Ramírez, al término del encuentro. | |

El central brasileño de la UD Sidnei Rechel da Silva recibe la felicitación de Sandro Ramírez, al término del encuentro. | | / LOF

P. C.

La citación de Coco con Guinea brindó al zaguero brasileño una oportunidad de oro. Cumplió ante el Sporting y repitió titularidad en Albacete. De ser munición para los memes a indiscutible.

El héroe de la UD que no figuraba en las quinielas. De víctima de los memes a realizador bendito para sepultar la gran depresión. Sidnei Rechel da Silva Junior (Alegrete, Brasil, 33 años) vio puerta en el Carlos Belmonte para el hacer el 1-1 y puso así fin a una sequía de más de tres años sin marcar. Su última contribución como goleador fue con el Real Betis en el Villamarín ante el Real Madrid –el pasado 8 de marzo de 2020 y para abrir el marcador ante los merengues–.

El marcador central suma 180 minutos en sus dos últimos duelos de amarillo ante el Sporting de Gijón y el Albacete Balompié. Ante los asturianos, formó como central derecho junto a Eric Curbelo. La baja de Saúl Coco, citado con Guinea Ecuatorial, le puso en primera línea. Ante los manchegos, ya con Coco en la expedición, Pimienta optó por el brasileño, ex del Espanyol, Dépor o Betis, para prescindir de Eric Curbelo. El satauteño, uno de los intocables del barcelonés, fue el sacrificado.

El inicio del pulso resultó terrorífico para los amarillos, en especial para los centrales Sidnei y Coco, que quedaron retratados por la falta de agresividad ante el ligero toque de Dubasin en el 1-0 al cuarto de hora. El resto del primer tiempo fue el fiel retrato de la impotencia. Nervios, carreras y la solicitud de auxilio de forma constante. Tras la tormenta, llegó el tanto de Sidnei que sería crucial. Hizo el empate gracias a un saque de esquina lanzado por Sandro.

Se coló en el corazón de área y llevó el esférico a la red de Bernabé. Su debut como goleador de amarillo le brindó dos bombas de oxígeno y autoestima. Fue otro Sidnei, fueron mejorando con el paso de los minutos y sobre la bocina, alejó un esférico con cianuro con Álvaro Valles ya batido. El brasileño no completaba dos partidos íntegros de forma consecutiva desde octubre –cuando se cruzó con el Ibiza y el CD Lugo–.

Su último gol fue en marzo de 2020 con el Betis al Madrid en el Villamarín y justo antes de la pandemia

Antes de jugar ante el Sporting de Miguel Ángel Ramírez, el brasileño encadenó nueve jornadas sin minutos. El silencio del ostracismo. Comenzó el año de forma tímida con un rol residual ante el Racing de Santander (un minuto de juego) y Racing (dos minutos).

Una liberación

Batir al portero Bernabé le quitó diez años de vida. Sidnei se ganó el perdón y silencia a una gran parte de sus detractores. Al menos, por ahora. Su forma de correr e incluso su peso han sido objeto de burlas en las redes sociales. En el Belmonte, habló alto y claro. Gol para encauzar la remontada y besar la segunda plaza. Un central elegante, que hizo siete tantos en su periplo en el Benfica y tres con el Real Betis. El brasileño tira de oficio y colocación. La velocidad no es su fuerte. Ante el Zaragoza, en la primera jornada de la temporada, comenzó de inicio y tuvo que ser retirado en el descanso.

No encontró la manera de frenar a Narváez. Vio la amarilla a los siete minutos. La grada comenzó a murmurar. Sidnei ha sido pitado por el Gran Canaria, como ya lo fueron otros centrales como David Rodríguez Deivid o Aythami Artiles Oliva. En la segunda fecha liguera, disputó 60’ ante el Málaga en La Rosaleda. El gran momento de forma de Eric Curbelo y Coco relegó al ‘18’ al banquillo isleño.

La búsqueda urgente de soluciones de Pimienta le ponen en la primera línea. En el instante más crítico del curso, sobredosis de pánico y adrenalina para maniatar a Fuster, Higinio y Dubasin. Con grises. De menos a más, acabó ovacionado por los 200 fieles amarillos del Carlos Belmonte. En la tierra del Quijote, se convirtió en caballero de la corte real. De la burla a la capa de Superman.

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