Un regreso especial para Mikel

El centrocampista de la Real Sociedad, hijo del exjugador amarillo Miguel Merino, se recupera de su lesión y está listo para su vuelta a Gran Canaria, donde vivió parte de su niñez

Miguel Merino (i.), exjugador de la UD Las Palmas, junto a su hijo Mikel, hoy en la Real Sociedad, sobre el césped del extinto Estadio Insular. | | LP/DLP

Miguel Merino (i.), exjugador de la UD Las Palmas, junto a su hijo Mikel, hoy en la Real Sociedad, sobre el césped del extinto Estadio Insular. | | LP/DLP / Pedro C. García

La Real Sociedad visita el viernes el Estadio de Gran Canaria en la jornada 3 de LaLiga EA Sports. Un partido especial para la familia Merino. La recuperación del mediapunta Mikel Merino le permite viajar con la Real a Gran Canaria, y enfrentarse a la UD Las Palmas, equipo en el que militó su padre, Miguel Ángel Merino, dos temporadas. El regreso esperado de aquel niño que corría por el césped del Insular de la mano de su padre.

Un duelo especial entre padre e hijo. El partido de mañana enfrentará a dos equipos, UD Las Palmas y Real Sociedad de Fútbol, que confrontan la raíz y la actualidad de una familia. Lo que lo hace especial es el regreso a casa de un niño que corría por el antiguo Insular junto a su padre. Es Mikel Merino, jugador txuri-urdin e hijo del exjugador de la UD Miguel Merino. El navarro se crío durante dos años de su vida viendo a su padre subir la banda del campo de Ciudad Jardín; ahora, es el padre el que le verá a él en una ciudad muy especial para ellos, aunque en un escenario diferente: el Estadio de Gran Canaria.

El interior de 27 años Mikel Merino, que formó parte de la selección española proclamada campeona de la Liga de Naciones el pasado mes de junio, viene de unas semanas recuperándose de unas molestias en el soleo, y por fin, le han dado el ok y podrá viajar a las Islas Canarias con la Real Sociedad, esperando su debut esta campaña con el equipo de Anoeta. Todo apunta a que no será titular en el partido de este viernes contra la UD, pero podría contar con algunos minutos, pese a disputar tan solo un entrenamiento a las órdenes de Alguacil, entrenador de la Real, desde su reciente recuperación. Regresa a una ciudad con grandes recuerdos tanto para él como para su familia.

Su padre, Ángel Miguel Merino Torres fue un mediocentro de la UD entre los años 1997 y 1999. 55 partidos disputados por parte de el madrileño con la camiseta amarilla en los que consiguió sumar seis goles a su cuenta particular en el club insular. Dos temporadas que recuerda con gran cariño y que su hijo, desde pequeño fue partícipe de las vivencias de su padre. De la mano de su Miguel, con pocos años de edad Mikel ya pisaba el césped del antiguo estadio del equipo amarillo. Vuelve a donde residió los primeros tres años de su vida, y a un estadio distinto al que jugaba su predecesor. Los años del Estadio Insular quedan atrás, y las buenas anécdotas en el Gran Canaria, empiezan a sumarse a las grandes hazañas de Ciudad Jardín.

Con la camiseta blanquiazul, y con un equipo dispuesto a todo, viene el internacional español absoluto a Gran Canaria. La Real Sociedad, con dos empates en sus dos primeros encuentros de LaLiga EA Sports esta temporada, viene necesitado de victorias. Los de Alguacil, con 11 bajas en este mercado de fichajes, afrontan una campaña diferente. Su regreso a la Liga de Campeones, unido a su mal arranque, influirá en el rendimiento de una nueva campaña del equipo de San Sebastián.

Encomendados por el Japonés Kubo y el fichaje estrella del delantero portugués André Silva, necesitan a un Mikel Merino en plenas facultades y que convenzan a una afición con ganas de volver a vivir noches gloriosas como la ocurrida en 2021, en la que concluyeron una Copa del Rey de ensueño venciendo a su eterno rival vasco, el Athletic Club de Bilbao por 1-0 y que el equipo txuri-urdin levantó el trofeo de campeón.

En este caso, sin su padre, y siendo un jugador de talla mundial, vendrá a demostrar su juego y porque está llamado a liderar la selección española los próximos años junto a los asentados Pedri y compañía. Sus 197 partidos con la casaca de la Real a sus espaldas, y solo 19 goles para un mediapunta de calidad y llegador como es Merino, hacen de esta temporada una nueva prueba de fuego para el internacional absoluto, que tras cinco temporadas, no ha conseguido la regularidad que se le pretende a un jugador de su calibre. Varias lesiones largas, y periodos de sequía tanto goleadora como de juego notable, Mikel y los aficionados txuri-urdines, esperan que este año dé un paso al frente tras la marcha del noruego Sorloth y la retirada de Silva.

Deportivamente, el jugador nacido en Navarra, tan solo ha visitado una vez el Estadio de Gran Canaria. En la 14-15, temporada que sucedió el milagroso ascenso a Primera división por parte de la UD, el ahora mediocampista de Anoeta, vino con la chamarra granate de Osasuna y que con tan solo 18 años marcó su único gol contra el equipo amarillo, entrenado en aquellos tiempos por Paco Herrera, en la victoria de los Navarros por 1-2 en diciembre de 2014.

Su padre, como entrenador, regresó a la que fue su Isla a las órdenes del Peña Sport, que se enfrentó en el Anexo de Gran Canaria, a escasos metros de donde reaparecerá este fin de semana su hijo, al filial amarillo en el año 2013. El resultado fue un 4-0 para la Vela Chica.

Quedan horas contadas para que el balón empiece a rodar en el Gran Canaria y que los equipos muevan sus fichas en un partido importante para ambos clubes. La Real de Mikel y la UD de Miguel necesitan cosechar su primera victoria en LaLiga EA Sports y que esta sirva como una inyección de moral que necesita para el resto de partidos que le preceden. Los Merino estarán muy pendientes, uno dentro y uno fuera. Padre e hijo frente a frente.

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La Real Sociedad viajó a la Isla por última vez en 2021, para enfrentarse al Panadería Pulido San Mateo (militaba en la categoría de 2ª RFEF). El equipo isleño no contaba con las condiciones solicitadas por la Federación Española de Fútbol para acoger un partido de los dieciseisavos de final de Copa del Rey en el campo de fútbol municipal de San Mateo. Sin embargo, la UD Las Palmas, le cedió el Gran Canaria para que se pudiera disputar el partido y así recaudar más dinero, una situación cotidiana que se da cuando equipos de ligas de divisiones bajas se clasifican para rondas avanzadas de la Copa. El resultado acabó en un contundente 0-4 a favor de los de San Sebastián, que hicieron valer su gran registro goleador y su tremenda superioridad sobre un equipo tres divisiones inferiores con muchas ganas pero que sucumbió al equipo de Alguacil. | P. C. G.

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