Chamartín y su ‘caserismo’

Las Palmas ha salido esquilmada de varios arbitrajes a favor del Real Madrid en su casa

En 1968 y 1975 fueron muy criticados

Portada de LA PROVINCIA del 21 de abril de 1968

Portada de LA PROVINCIA del 21 de abril de 1968 / La Provincia

David Rodríguez

David Rodríguez

Tradicionalmente se suele decir que a los equipos grandes es más fácil pitarles. Más aun si estos juegan como local. El factor de tener encima una afluencia de público mayor que la de otros campos de alguna manera ha podido influir en los arbitrajes. De ese condicionante sabe Las Palmas cuando ha visitado el Santiago Bernabéu. Sobre todo en los partidos disputados en 1968 y en 1975, cuando las portadas de la edición de La Provincia dejó claro que el árbitro del partido influyó en el resultado.

Una de las más dolorosas fue en la temporada 1967-68 la campaña que más cerca ha estado la Unión Deportiva de poder ganar una liga. Por mucho que quedara tercero en la clasificación, estuvo más cerca que cuando finalizó segundo.

Y si fue tercero en la clasificación con 38 puntos, a cuatro del líder el Real Madrid, fue precisamente porque el conjunto blanco le ganó en casa en la penúltima jornada del campeonato nacional –por entonces las victorias valían dos puntos–.

Llegaba la UD a la capital española por enctonces con la posibilidad de recortar dos puntos al conjunto blanco, que tenía 40 ya, por los 36 de la UD. Era el Madrid yé-yé que dos años antes había conseguido su sexta Copa de Europa y los amarillos, plagados de canarios en el once luchaba por una gesta heroica.

Transcurrido el encuentro, con 2-1 en el marcador tras los goles de Velázquez para abrir la lata en el 22’, igualado por parte de Castellano en el 42’ antes de llegar al descanso y sentenciado por Pirri en el 77’, se pudo leer en el periódico del día siguiente el titular: Caserismo en el Bernabéu: ¡Fuera de juego. Lo justo hubiera sido un empate. Reflexión trasladad por el enviado especial al choque, Antonio Lemus.

En las páginas interiores el plumilla de la década de los 60 en La Provincia continuó: Zariquiegui, con su caserismo, perjudicó notoriamente a los amarillos, y expulsó, al final, a Gilberto I. Con el párrafo final que sentencia lo que para Lemus significó la resolución del choque. Lo cierto es que el partido, cuya crónica hilvanamos bajo la impresión de la carga emocional que ha tenido, no mereció perderse. Faltó un minimun de suerte, y faltó sobre todo que no subiera al marcador el gol de Pirri. La fotografía

atestigua bien claro su posición de fuera de juego. Presumiblemente, de otro modo, el resultado final habría sido empate, que era a nuestro juicio lo justo.

El mayor atraco

Pero si hay un partido que se comenta entre los históricos amantes del fútbol que perjudicó a Las Palmas en sus enfrentamientos directos contra el Real Madrid, ese no hay duda alguna que tuvo lugar en el encuentro de vuelta de la los cuartos de final de la Copa del Generalísimo de 1975.

En la ida los insulares trituraron en el Insular al conjunto blanco con un abultado 4-0, un resultado que dejó prácticamente la eliminatoria sentenciada si no hubiera sido por lo perpetrado en el choque de vuelta seis días después en el recinto de Chamartín.

La portada de LA PROVINCIA del domingo 15 de junio de 1975 lucía en rojo chillón abriendo por la parte superior un titular indudable a lo que había pasado en el campo del Madrid. «Robo incalificable», mientras que el sumario añadía: «Las Palmas, eliminada al alimón por el Real Madrid y Sánchez Ríos en un show vergonzoso. La forma en cómo se produjo el 5-0 es un desafío a todas las normas de la deportividad.

Además de concluir el texto inicial con una sentencia clarificante. «Por eso podemos afirmar que Las Palmas no ha perdido. Perdió el Madrid y, con él, la integridad del deporte nacional».

Incluso entre la afición amarilla se recuerda que el partido de ida se jugó con Tonono ingresado en el hospital y cinco días después de su fallecimiento, con el equipo en plena consternación, debió resolverse la vuelta que no fue más que otro puñal a toda una Isla.

Una actuación arbitral que también puede dejar cierto recuerdo al encuentro disputado en 2017 cuando Real Madrid y Las Palmas empataron 3-3 después de ir ganando hasta el minuto 85 por 1-3.

En ese instante el colegiado del encuentro, Fernández Borbalán, decretó un penalti por manos de Dani Castellano que seguramente hoy con el VAR no sería señalado. Marcó Cristiano Ronaldo y dos minutos después el luso puso el empate de cabeza.

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