Los Supermanes del jet-foil

Víctor Afonso, que eliminó al ‘Tete’ dos veces (1995 y 1997) y cayó ante el Barça de Ronaldo, valora más la hazaña de los penaltis: «En el muelle, mi padre estaba llorando»

Alineación titular de la UD, antes de medirse al Tenerife (1995), con Ramos (1ºi, arriba), Afonso, Padrón, Suárez, Manolo, García, Eleder, Orlando, Verona, Axier y Paquito.

Alineación titular de la UD, antes de medirse al Tenerife (1995), con Ramos (1ºi, arriba), Afonso, Padrón, Suárez, Manolo, García, Eleder, Orlando, Verona, Axier y Paquito. / LP/DLP

Paco Cabrera

Paco Cabrera

El 13 de enero de 1995, cuatro mil almas agasajaron al plantel de Paco Castellano en el muelle. Edu García anotó el penalti definitivo que iluminó un escudo bajo las tinieblas. Un Segunda B se cargó a un Primera bajo el envoltorio de un derbi. Gritos de ‘¡gato, gato, te comiste al chicharro!’ para Manolo López. Asier, Eleder, Padrón, Orlando, Paquito, Eduardo Ramos, Verona, Robaina...Y Afonso, que hace cronista.  

Electroshock de autoestima. La hazaña del 12 de enero de 1995 vale por un ascenso. Una sobredosis de dignidad. La eliminatoria del jef-foil. El pase copero más agónico y hermoso ante la semilla del Euro-Tenerife aconteció hace 28 años y Víctor Afonso lo tiene en la cabeza. Desgranado, dividido por capítulos. (0-0) en la ida, (0-0) en la vuelta, prórroga y penaltis. Manolo fue el Gato de Arucas. La historia del alma. La UD Las Palmas, en Segunda B y en la era de las catacumbas, dinamitó todos los pronósticos y tumbó al CD Tenerife, que dos años después volaría hasta las semifinales de la Copa UEFA con el estratega Jupp Heynckes.

«¿Un recuerdo? ¿Una imagen? Las lágrimas de mi padre [Luis Afonso] en el muelle de Santa Catalina con la llegada del jet-foil de la expedición. Una locura. Fue pisar tierra y no éramos conscientes de lo que habíamos hecho. Todavía me emociono al ver esas caras marcadas por el éxtasis. Han pasado casi tres décadas y para mí, que he participado en tres ascensos con Las Palmas [1996, 2000 y 2006], vale como un cuarto salto de categoría. Con diez, tras la roja a Alexis Suárez [minuto 43], nos miramos a la cara. Jamás nos rendimos y pasamos en los penaltis. Arrancamos una sonrisa al aficionado, en un tiempo muy difícil para la entidad. Con el equipo en 2ª B y el Tenerife en Primera, estábamos abocados a caer eliminados. Pero obramos lo imposible. Solo había una persona que creyese en nosotros, solo una. Paco Castellano. El míster nos los dijo en la previa, que lo lograríamos. Gracias a un Manolo [López] increíble, que pasó de querido a odiado en Tenerife, avanzamos a la siguiente ronda para luego ser eliminados por el Atlético de Madrid [dirigido por D’Alessandro]».

La prima y Javier Pérez

Víctor Afonso, extécnico de Las Palmas Atlético y que cuenta con el honor de firmar la mejor clasificación de la historia de la vela chica, al jugar el playoff a Segunda en 2014, alcanzó los 287 duelos con la UD. Apodado el Abuelo, se retiró en 2007 a los 35 años. Un central contundente, fiel admirador de la libreta de Álvaro Pérez.

Computa 287 partidos de amarillo, en dos ciclos, y también participó en la eliminación del CD Tenerife del curso 97-98. En ese escenario, el conjunto pío pío militaba en la categoría de plata tras dejar la Segunda B en 1996 –con el ascenso a Pacuco Rosales, considerado la madre de todos los ascensos–. El billete de octubre de 1997 se fundamentó en la victoria en el Insular (3-2) y en la igualada (2-2) en el Heliodoro. García Remón era el máximo responsable técnico amarillo, Turu Flores (2), Merino (2), el padre de Mikel Merino (Real Sociedad) y Juan Carlos Socorro fueron los realizadores. Por parte del Tete, Kodro (2), André Luiz y Alexis Suárez.

Lo del 1997 fue vibrante, pero el milagro de 1995 lo supera con creces. La epopeya de chocolatinas Tirma. Los Supermanes del jet-foil. Afonso participó en las dos eliminatoria y admite que «no hay color; lo del jet-foil fue de película». Que hagan una serie.

Y eso que tras el ascenso a la categoría de plata [1996], se besaron las semifinales para caer ante el Barça de Ronaldo –en la eliminatoria en la que Ferrer lesionó de gravedad a Miguel Ángel Valerón–. Ante el cuadro azulgrana del fallecido Bobby Robson, también participó Afonso (a las órdenes de Castellano) para completar el serial de batallitas.

«Me quedo con la eliminatoria de 1995, sin duda. En la segunda ocasión que nos cargamos al Tenerife [1998], las fuerzas se habían equilibrado. Con García Remón jugamos el playoff ante el Oviedo y fuimos eliminados».

Sobre si cobró la prima –siete millones de pesetas, 50.000 euros–, al extécnico del Atlético B o Lincoln Red pierde la cobertura. «Claro que se cobró, pero no recuerdo más». Sí recuerda las provocaciones del presidente tinerfeño Javier Pérez, que en 1997 lo veía demasiado claro. ‘Si me preguntan por cuánto quiero ganar, lo tengo claro: por 20-0’, dijo el mandatario, ya fallecido. Lágrimas, dignidad y la gesta de la fe. Vale de guía para Pimienta. En los multicines de la lírica, los Supermanes del jet-foil. «Hicimos felices a una Isla», finaliza el Abuelo.

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