Kirian recrimina los insultos y pide unión a parte de la grada

La caída en el derbi «está bien recriminarlo, pero los chavales no se merecían muchos de los insultos», exclama el ‘20’ al sector más animoso, cuyo líder le recuerda que la derrota dolió

Kirian recrimina los insultos a parte de la grada

UD Las Palmas/Andrés Cruz

Desde hace tiempo el contacto mayor de la plantilla de la UD Las Palmas con la afición es a través de un pequeño sector de la grada, el más animoso, el grupo Ultra Naciente. A ellos se dirigen después de cada partido para celebrar los triunfos o para recibir el apoyo en las derrotas; se paran delante de donde están ubicados y durante unos cuantos minutos permanecen quietos, mirando hacia arriba, observando, escuchando, mientras el resto de aficionados, miles y miles, ya han abandonado el Estadio. Ayer no fue una excepción, pero había una cuenta pendiente por la derrota con estrépito en el derbi copero del Heliodoro.

La eliminación dolió mucho a la grada no tanto por el resultado en sí, sino por cómo sucedió, con un equipo plagado de suplentes que no tuvo el juego ni la actitud necesarios para doblegar a un rival que siempre ofrece un plus en los duelos ante Las Palmas. Los 500 seguidores que estuvieron allí hicieron saber a los jugadores su descontento, generalizado en toda la afición, que, por otra parte, no desmerece la gran temporada de la UD en la Liga. Nadie lo hace.

Pero Kirian, erigido como capitán porque ninguno de los cuatro oficiales que empezaron el curso es titular, y también como nuevo líder del vestuario tras la marcha de Jonathan Viera, recriminó al sector los insultos, al tiempo que pidió unión.

Su manera de dirigirse a la grada recordó a la del excapitán, el ‘21’: «Yo creo que tenemos un vínculo de puta madre, ¿no? Sufrimos todos, nos vamos todos jodidos a casa también. Yo creo que lo del otro día está bien recriminarlo, está bien, pero yo creo que los chavales no se merecían muchos de los insultos, porque les duele, a ellos les duele, como a todos ustedes. No se piensen que yo llego al vestuario y están todos con una sonrisa. Todos lloran también. Nos duele. Nos duele que se caguen en nuestra puta madre. Entonces, yo creo que vamos a mantener la unión, que es bonito. Cuando nos metan cuatro, nos meterán cuatro; metemos el culo atrás, nos metemos abajo, lloramos y lo que haga falta, pero cuando sufrimos, los necesitamos a ustedes más que nunca. Ese era el momento de levantarnos».

Antes de que pronunciara la última frase, un aquí estamos por parte de un seguidor provocó un griterío previo a la réplica del líder del grupo, que recordó a los jugadores, hasta dos veces, que lo de Tenerife dolió. Se lo dejaron bien claro. Y fue entonces cuando la última caída en el derbi quedó ya en el olvido.