La crónica | UD Las Palmas-Villarreal

La UD cicatriza la herida del derbi con una exhibición y aplasta al Villareal (3-0)

El cuadro amarillo, con dos tantos de Kirian y otro de Juanma Herzog, se recrea ante el Submarino Amarillo con 25.000 almas en las gradas

Iñaki escenifica el segundo debut de un platanito en Liga con Pimienta, que vuelve a salir reforzado

Moleiro sale ovacionado y vuelve la ola al Gran Canaria

Paco Cabrera

Paco Cabrera

La cicatriz más hermosa. Esclavos del delirio para convertir el derbi del esperpento en un viejo recuerdo. Tierra quemada. Kirian Rodríguez (2) y Juanma Herzog, debut liguero y gol, impusieron la cordura para poner en órbita a una UD colosal. El conjunto de García Pimienta superó a un patético Villarreal CF (3-0) y vuelve a sonreír en el partenón de Siete Palmas un mes y medio después ante un rival ofuscado en el error. Lo del Submarino Amarillo resultó dantesco, muy blandito en las dos áreas y Alberto Moleiro dejó gotas de su fragancia. Toneladas del mejor perfume en un partido serio, redondo con un balón al travesaño de Parejo en el primer acto. 

Todo salió a la perfección. Kirian I, el pichichi de un plantel desatado con el partido 20 del Superman Valles que le garantiza la renovación automática hasta junio de 2025. Goles de Tenerife, pólvora de El Teide con el ‘20’ y el central de la factoría, que emuló a Sergio Ramos tras un córner sacado por Sandro Ramírez a la hora del partido. A los ocho minutos, desde el corazón del área, Kirian hizo el 1-0 con una facilidad pasmosa. Concretar, rematar, fusilar. Una y otra vez, la UD impuso su velocidad. Un ritmo de vértigo para pasar por encima de un Villarreal que se estrelló de forma compulsiva en la figura de Valles -como el remate de Sorloth que desbarató el meta sevillano cuando Gerard Moreno estaba solo en la otra parte del área-. Fue un carrusel delictivo. Los de Marcelino patinaron en defensa y luego estuvieron imprecisos en su bombardeo con 17 misiles.

La crónica es sencilla: cuatro tiros a portería, tres dianas. La goleada del curso resultó incontestable. Bailó la UD hasta el amanecer, devorando sus miedos y volando por los costados con un Sergi Cardona escandoloso. Nadie puede con el Lamborguini de Lloret de Mar. El balón al espacio casi lo remacha Sandro Ramírez en el primer fotograma de una película de dibujos animados. Lluvia de tarjetas amarillas bajo la antorcha de Kirian. El arte de este delineante es infinito. Aparece como arte de magia y te pica con su aguijón. En estado de gracia, hizo un doblete para su consagración definitiva -el segundo con un certero pase de Javi Muñoz-. Se ha ganado el derecho a soñar con la Selección.

Imprecisos ante Valles, los de Marcelino fueron calamitosos en la retaguardia

La línea defensiva del Submarino estaba llena de fisuras. Los de Marcelino tenían motivos para la deserción. Les temblaban las piernas.

Las deficiencias defensivas del Villarreal quedaron patentes con la pérdida de Bailly ante Jörgensen. Desliz de Alti que provoca una llegada de Munir de alto volaje. Remate de Gerard Moreno y la acción queda anulada. En este escosistema de ida y vuelta, la UD se manejó a las mil maravillas. 

Supo gestionar en el cuerpo a cuerpo la descompensación defensiva de un rival de cartón. Un tiro de Parejo se estrelló en el travesaño y Gerard Moreno desperdició cuatro manos a mano. Bajo estos parámetros, llegó el ecuador. Las Palmas maravilló desde la parsimonia y la electridad. Córner de Sandro Ramírez y remate de Juanma solo en el área, sin oposición. Lo del Villarreal resultó frustrante, una y otra vez se toparon con el infortunio y la desidia. Moleiro se llevó una ovación atronadora. Regresó la ola y la catedral del plátano se puso de pie. El segundo de Kirian llegó tras un pase magistral de Javi Muñoz y el tiro a bocajarro de Gerard Moreno lo desperdició en otra llegada surrealista. Paradón de Valles y otra llamada a la Selección que ya alcanza tintes épicos. Siempre aparece para dar la nota. Espectacular ante el ciego de De la Fuente. Pimienta se permitió el lujo de retirar a Kirian, bajo otra ovación atronadora, y dar entrada a Iñaki. La tarde perfecta para el pimientismo ilustrado. Baño de fútbol y goles. Dos estrenos de canteranos y un estratega que mantiene intacto su crédito. La primera línea es intocable. Pocos a nadie pueden dudar de esta constelación de maravillas, que supo rehacerse de la gripe del derbi. 28 puntos, cinco goles de Kirian y un Valles implacable. El técnico de la UD se doctora a lo grande ante un cuadro ensangrentado. Parejo pasó de puntillas y Morales cayó en la trampa de una retaguardia de acero. 

La actuación de Álex Suárez resultó deliciosa. Con Máximo Perrone dirigiendo la orquesta, cada vez que los amarillos pisaban el área de Jörgensen se veía venir el drama. Todo se generaba desde las botas de Moleiro, así como desde la escuadra y el cartabón de Sandro. El peligro estaba por los costados, Altimira y Pedraza no encontraban la manera de taponar la sangría. La UD se desmelenó desde el primer segundo y gobernó en el electrónico gracias al cirujano Kirian Rodríguez. 

Más allá del golpeo de Gerard Moreno, el Villarreal elevó la presión y jamás se sintió cómodo. Le pintaron la cara a los de Marcelino. No fue el equipo que se paseó por el Heliodoro, había otro espíritu. Incluso con los cambios, de Marc Cardona a Iñaki, la UD no bajó ni un pistón. Equipo plástico, alegre y demoledor. Sin un nueve consagrado de cara al gol, la pegada es cosa de Kirian Rodríguez. Marvin Park acarició la goleada y los amarillos fueron eternos. 

Parejo estrelló el balón en el travesaño y fue devorado por un gran Javi Muñoz

De los pitos al reconocimiento extremo. A pesar de la lista imponente de bajas -Nuke Mfulu, Coco, Curbelo...-, el once amarillo aplastó al Villarreal. El resultado más abultado de la temporada para la UD llega tras sucumbir en el Heliodoro de forma poca decorosa. Fuegos de artificio en la mañana de Juanma Herzog. Mereció la pena esperar al primer debutante en Liga del estratega amarillo. Las Palmas fue un ciclón de caviar, una máquina industrial de talento con un Javi Muñoz pletórico. Con Sory Kaba y Pejiño castigados en la banda, este equipo es una mina. Garantía de espectáculo y porvernir. Así se reina en el cielo. 

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