El grito de un ‘animal’

Juanma Herzog, favorecido por las múltiples bajas en la defensa, debuta en Primera con una buena actuación y con un gol de cabeza lleno de carácter que le define a la perfección

Juanma Herzog celebra con efusividad su gol, el segundo de la UD Las Palmas al Villarreal CF, en el día de su debut en Primera División. | | ANDRÉS CRUZ

Juanma Herzog celebra con efusividad su gol, el segundo de la UD Las Palmas al Villarreal CF, en el día de su debut en Primera División. | | ANDRÉS CRUZ / Pablo Fuentes

Casi dos años después de su llegada al banquillo de la UD Las Palmas Xavi García Pimienta hizo debutar por fin en Liga a dos canteranos, el centrocampista Iñaki González y el central Juanma Herzog, este último como titular. El tinerfeño, que destacó en la pretemporada pasada, completó una buena actuación e incluso marcó un gol: un cabezazo a la salida de un córner que le define como un jugador con mucha personalidad.

Juanma Herzog sorprendió para bien desde que apareciera en la pretemporada de la UD Las Palmas en julio del año pasado. Más en concreto en el stage de Marbella, donde demostró en los amistosos que jugó que es un central que pinta muy bien. No es tanto un central moderno, sino más bien todo lo contrario, de la vieja escuela, fuerte, rápido, expeditivo. Pese a todo, maneja bien el balón, algo en lo que sólo podrá progresar con la suma de minutos y confianza. Las circunstancias –las bajas de Coco, Curbelo, Araujo y Sinkgraven– le abrieron las puertas de la titularidad ayer y el tinerfeño, tal y como muchos barruntaban cuando llegara el momento de su estreno, no defraudó.

Arropado por un equipo de mucha más calidad que el del domingo pasado en el derbi copero, las virtudes del jugador nacido en Santa Cruz de Tenerife destacaron mucho más que en el Heliodoro. Se fajó con Morales, Gerard Moreno y Sorloth con la serenidad de un veterano y no tembló cuando la pelota le llegó a los pies. Además, por si no hubiera sido suficiente para un pibe de 19 años que asomaba por primera vez en Primera División, marcó un gol que le define a la perfección.

Sucedió a los seis minutos de la reanudación, en un córner lanzado por Sandro, que imprimió al balón una curva perfecta con un toque sutil, muy plástico en su ejecución. Mientras el esférico volaba por el cielo de Siete Palmas, Herzog, que había detectado que si se quedaba quieto jamás lo alcanzaría, lo atacó, se anticipó a Comesaña y giró el cuello hacia la izquierda para conectar un cabezazo en el área pequeña imparable para Jorgensen, fusilado sin pena. El testarazo de un animal, como algunos de sus compañeros le definen de manera afectuosa.

La celebración también fue muy propia de un tipo con su carácter, llena de efusividad. Corrió y gritó sin vergüenza alguna para disfrutar un momento único. Fue muy espontáneo. Primero se abrazó a Sandro y luego todos acudieron a felicitarle no sin cierta mofa, pues un canterano había marcado en su primer partido como titular en la máxima categoría. Recibió un sinfín de golpes cariñosos en la cabeza por parte de muchos compañeros. Incluso García Pimienta, que vio el gol sentado en el banquillo, exclamó ¡Juanma, Juanma!, como más contento si cabe por quién había logrado el tanto. Una apuesta más que sale bien al entrenador.

Alegría, rabia y sobre todo satisfacción por el trabajo de muchos años que había dado sus frutos tan pronto se mezclaron en los últimos tres rugidos de Herzog cuando por fin logró escapar del círculo de capones. Sin cortapisas, como es él. Un animal lleno de personalidad y futuro.

Suscríbete para seguir leyendo