UD Las Palmas-Sevilla FC: Con actitud no es suficiente (0-2)

El cuadro amarillo sufre su cuarta derrota consecutiva sin marcar al caer frente al Sevilla en un partido marcado por la expulsión de Coco a los seis minutos por una falta dudosa

En-Nesyri, de cabeza, marca el gol hispalense al filo del descanso en una acción precedida de una falta inexistente y después de que Isaac perdonara dos veces

Los isleños meten al rival en su campo en la segunda parte, pero carecen de peligro

Lukebakio pone la sentencia en una contra en el descuento

No hay manera de que la UD reaccione. La caída del equipo en los últimos meses, desde que se supo salvado, se ahondó un poco más con una nueva derrota sin marcar, la cuarta consecutiva, esta vez en casa frente al Sevilla FC (0-2), en un partido marcado por la expulsión de Coco por roja directa a los seis minutos de juego tras una rectificación del VAR cuando Gudelj se disponía a encarar a Aarón. Falta dudosa. Más allá del contratiempo de tener que jugar otra vez casi todo el encuentro con uno menos la actitud de Las Palmas fue encomiable, pues a pesar de que recibió el gol de cabeza de En-Nesyri al filo del descanso en una acción precedida de una falta de Sandro inexistente muy protestada por el bando amarillo, metió al rival en su campo en el acto final e incluso gozó de alguna ocasión para empatar, pero no fue suficiente. Lukebakio, en una contra en el descuento, puso el 0-2 definitivo y certificó que Las Palmas, por mucho que afrontara el duelo con uno menos y que mostrara mucha predisposición, está en crisis.

Los registros son desgarradores: cero puntos de 12, dos de 21, ningún gol a favor en cuatro partidos, siete jornadas sin ganar, sólo un triunfo en los últimos 10 encuentros... Los números son incuestionables más allá de que García Pimienta, en su afán de siempre de tener buenas palabras hacia los jugadores, no reconozca que el equipo se le ha venido abajo, entre otras cosas porque todos los futbolistas sin excepción han bajado su rendimiento de una forma que sería alarmante si no fuera porque antes dieron mucho más e hicieron los deberes. Y porque por abajo nadie aprieta. Con lo que tiene, la UD ya ha dado mucho, pues logró el objetivo desde enero, pero lo hizo tan pronto que ahora el campeonato se le hace demasiado largo.

Tres cambios

Con Aarón por el sancionado Valles, Perrone por Loiodice y Marvin por Munir con respecto al partido de dos semanas atrás frente al Barça, lo que menos podía imaginar el cuadro amarillo es que tendría que jugar el prácticamente todo el partido con uno menos, casi como en Montjuic. En esta ocasión la roja, a Coco llegó en el minuto 6 y no en el 24 después de un mal achique de Mika Marmol que facilitó un pase en profundidad a Gudelj, que fue derribado por el central. Muñiz Ruiz, desde abajo, consideró que una tarjeta amarilla era un castigo suficiente, pues Álex Suárez andaba cerca, pero Pizarro Gómez, sentado frente a múltiples pantallas a unos 1.700 kilómetros de distancia, consideró que se trataba de una acción manifiesta de gol y que el lanzaroteño debía ser expulsado. El árbitro rectificó y el contexto cambió.

Porque el cuadro amarillo tuvo que activar otra vez el modo resistencia. La solución táctica inmediata de García Pimienta fue bajar a Marvin del extremo al lateral y escorar un poco a la derecha a Javi Muñoz. Y todos debieron multiplicar sus esfuerzos, sobre todo Moleiro y Sandro, los más adelantados y los encargados de obrar un milagro en forma de gol que era más bien una misión imposible en un equipo que sumaba, además, tres jornadas sin marcar.

Revive en fotos el UD Las Palmas - Sevilla FC

Revive en fotos el UD Las Palmas - Sevilla FC / José Carlos Guerra

El Sevilla, a quien empezaba a sobrarle de entrada un central, pues su sistema 3-5-2 careció de sentido a priori ante el poco poder ofensivo del rival, no varió su hoja de ruta. Ni sufrió en defensa ni apretó en exceso en busca de una diana que le pusiera al filo del triunfo, sino que se dedicó a mover el balón con parsimonia de un lado a otros mientras la UD vivía tranquila. Tuvo que ser en un pelotazo del portero Nyland como llegara la mejor ocasión del cuadro hispalense en el minuto 23, cuando Mika Mármol, otra vez mal, salió perdedor de un coque con En-Nesyri y propició una carrera en solitario de Isaac contra Aarón, pero el canterano sevillasta definió mal: puso el interior de la bota izquierda demasiado recto y no encontró la curva necesaria para que el balón entrara en la portería.

De la UD, por su parte, sólo se supo a nivel ofensivo en una jugada en la que Sandro se anticipó a Badé y combinó con Moleiro, que no supo ni centrar ni tirar con la zurda; demasiado poco para un rival en superioridad que habría de acelerar para irse al descanso en ventaja. Antes del tanto Isaac volvió a fallar un mano a mano por el mismo motivo que la vez anterior después de superar, otra vez, a Mika Mármol, que dejó un hueco enorme.

Pero cuando la ocasión tuvo a En-Nesyri como protagonista, el marroquí no perdonó. Al filo del descanso, Sergio Ramos, que poco antes había lanzado un misil desde muy lejos que supuso la primera y única parada de Aarón, puso un centro perfecto desde la izquierda a la cabeza del delantero, quien libre de marca (ni Mika ni Sergi le encimaron) cabeceó picado para poner el 0-1. Imparable para el valenciano. La UD protestó que el colegiado pitará una falta de Sandro muy cuestionable y de la que vino el tanto. Estaba justificado. Si el partido ya era difícil, ahora estaba casi imposible. Eso sí, Las Palmas de fue al vestuario con el 61% de posesión, sin tirar ni por fuera ni por dentro. El cuento de siempre.

García Pimienta, que no hizo cambios en el descanso pese a que Álex Suárez, Sandro y Marvin tenían tarjeta y que el equipo necesitaba aire. Isaac Romero volvió a gozar de una ocasión clara en el saque de una falta ensayada, pero disparó demasiado cruzado. El canterano había perdonado ya tres goles claros y eso, por otro lado, daba vida a la UD, que se desplegaba de vez en cuando a base de arreones. En uno de ellos, Sandro logró sacar un tiro fuerte a raso desde fuera del área antes de la hora de juego que se marchó rozando el poste izquierdo de Nyland.

El guardameta noruego volvería a ser protagonista con dos paradas en dos acciones seguidas en el minuto 65, cuando primero rechazo un chutazo de Sandro en una falta lejanísima y luego un disparo de Kirian en un rechace en el área a la salida de un córner. La actitud de Las Palmas con uno menos y con el calor asfixiante que gobernaba Siete Palmas era encomiable, al tiempo que al Sevilla le entraban dudas, producto también de un cierto cansancio que Quique Sánchez Flores trató de solucionar con las entradas de Jesús Navas y Agoumé. El plan del técnico era claramente miedoso: dejar la pelota a la UD y tratar de aprovechar una contra.

El técnico amarillo introdujo a Benito por Javi Muñoz y a Munir por Sandro. Más mordiente. Que la UD consiguiera que el Sevilla no tirara entre palos en toda la segunda parte y meter al rival en su campo pese a tener un jugador menos tenía mérito, pero faltaba claridad para crear peligro. El cuento de casi siempre. Al filo del 90 Kirian buscó a Munir, pero el pase fue una piedra. El descuento sirvió para volver a ver en escena a Sory Kaba, que hacía dos meses y medio que ni jugaba ni calentaba. Sustituyó a Álex Suárez en busca de un remate que nunca llegó. Muy poco tiempo. Sí lo hubo para el 0-2, que llenó de razones a Quique: ya sin laterales en defensa, Agoumé llegó a la línea de fondo por la izquierda, centró por bajo, Aarón rechazó el balón y Lukebakio, el autor del gol de la ida, puso la sentencia.

Ficha técnica:

(0) UD Las Palmas: Aarón; Álex Suárez (Sory Kaba, 90'), Coco, Mika Mármol, Sergi Cardona; Perrone (Campaña, 87'), Javi Muñoz (Benito, 77'), Kirian; Marvin, Sandro (Munir, 77') y Moleiro.

(2) Sevilla FC: Nyland; Ocampos (Jesús Navas, 66'), Badé (Agoumé, 66'), Sergio Ramos, Kike Salas, Pedrosa; Soumaré, Gudelj, Oliver Torres (Lukebakio, 78'); Isaac (Suso, 78') y En-Nesyri.

Goles: 0-1.- (43'): En-Nesyri; 0-2.- (93'): Lukebakio.

Árbitro: Muñiz Ruiz (Comité Gallego). Expulsó a Coco (6') por roja directa tras revisión del VAR. Además, amonestó a los locales Álex Suárez, Moleiro y Marvin, y a los visitantes Badé, Kike Salas y Nyland.

Incidencias: partido correspondiente a la trigesimoprimera jornada de LaLiga EA Sports, disputado en el Estadio de Gran Canaria ante 23.698 espectadores.