Agüimes

Un chapuzón para adelantar el verano en Arinaga

Varias personas se reúnen en el paseo marítimo para pasar el domingo

El restaurante Nelson acoge a críticos gastronómicos con un menú de marisco

Temperaturas por encima de los 24 grados, colas en las heladerías del paseo marítimo, bullicio de niños disfrutando de la jornada, terrazas y restaurantes llenos y una playa a rebosar de gente. Arinaga vivió hoy un domingo de verano en sus calles, entre los que destacaba tanto residentes de la zona, como canarios llegados desde varios puntos de la isla o incluso extranjeros, que han hecho de los alrededores del paseo su nuevo hogar. Así lo explican Los Barqueros de Arinaga, tal y como se denomina este grupo de nueve amigos que cada tarde de fin de semana se reúne junto a sus niños en la misma esquina de siempre, justo al lado de la vivienda de uno de los integrantes.

El plan de domingo no era otro que compartir vivencias, conversaciones y risas junto a un picoteo y un remojón de agua salada en el mar, que todavía a estas alturas del año resulta estar más fría de lo normal. Desde las once y media de la mañana estaban ahí, preparando su particular chiringuito en el que se encontraba la piscina de los niños, neveras, una mesa plegable y sillas de playa. Todo un equipaje para poder pasar de la mejor manera posible la jornada. "Todavía no ha empezado la temporada fuerte y somos más canarios, pero también nos hemos percatado de la presencia de mucho italiano", dicen.

Críticos gastronómicos

El restaurante Nelson, ubicado en el paseo marítimo de Arinaga, lucía su terraza llena desde las doce de la mañana. En cuanto a las reservas para el almuerzo, esperaba a 43 personas para las horas centrales del mediodía, destacando la presencia de los críticos y periodistas gastronómicos que, llegados desde varios puntos del país con motivo del Foro Internacional del Queso, no dudaron en probar el pescado fresco de este lugar. El menú previsto, de gala, consistió en un carpaccio de camarón de Agaete y calabacín, salpicón de viejas y lubina de Aquanaria a la sal con verduras de cultivo orgánico.

Nelson Pérez enseña las lubinas de su restaurante

Nelson Pérez enseña las lubinas de su restaurante / José Pérez Curbelo

Nelson Pérez, dueño del restaurante, explica junto a la lista de reservas que el 80% del local ya lo tiene lleno, y que al contrario que los viernes y sábados, es un día en el que la sobremesa no se suele alargar demasiado. Cuestionado por los perfiles que llegan hasta sus mesas, Nelson explica que "Arinaga siempre ha sido de turismo local", aunque cada vez "hay más turistas por la zona que, atraídos por el buen tiempo y la calidad de vida, se quedan a vivir aquí, como es el caso de los noruegos, que van aumentando considerablemente". La pregunta a la carta es obvia, y es que en zonas próximas al mar, el marisco siempre es la mejor opción. "En San Mateo tocará otra cosa, pero Arinaga es fiel al pescado", comenta.

Desde Arinaga hasta Telde y viceversa

Por la zona de Arinaga también los hay quienes van cada fin de semana a pesar de no vivir permanentemente en el lugar. Es el caso de Nélida Santana, natural de Telde pero con una vivienda de 'veraneo' en el paseo marítimo. Se le nota en la voz que siente una gran admiración por las calles que la vieron pasar gran parte de su vida, pues tal y como asegura, cuando ella llegó a Arinaga, hace más o menos 32 años, no había ni avenida. "Yo vivo en Telde, pero cada viernes me vengo a pasar el fin de semana aquí, porque no cambio esto por nada y porque nadie tiene una avenida como la nuestra, ni siquiera Melenara", dice.

Las terrazas del paseo marítimo de Arinaga se llenan atraídos por el buen tiempo

Las terrazas del paseo marítimo de Arinaga se llenan atraídos por el buen tiempo / José Pérez Curbelo

Nélida se llena de vida cada vez que regresa a este lugar tan mágico para ella, y asegura que sus días son de lo más entretenidos. "Voy a misa, camino para aquí y para allá, hablo con todo el mundo, me da igual quien sea y a veces, como hoy, viene mi nieto a levantarme el almuerzo", apunta con alguna que otra risilla. Y no solo eso, sino que Nélida también suele irse de excursiones programadas. "El sábado me fui a Valleseco y Teror. No paraba de llover y después, cuando volví a Arinaga, hacía hasta calor y ni una gota de lluvia", comenta. Por si no fuera poco, esta vecina de Telde con raíces costeras, ya está pensando en su próxima parranda: el día del vecino. Un encuentro anual que el Ayuntamiento de Agüimes celebra cada año con el objetivo de fomentar la convivencia entre vecinos. "Ahí hay de todo, yo no me lo pierdo", sentencia.

A favor del turismo

Vestidos con ropa de deporte, Pedro y Juani descansan en uno de los bancos más próximos al mar. Lo hacen después de haber hecho su recorrido matinal de paseo y tienen en mente subir a casa, comer, cambiarse, y darse un baño para poder empezar la semana de la mejor manera. Mientras que Pedro lleva toda la vida viviendo en Arinaga, Juani vino arrastrada por el cuando se casaron, y en sus gestos de complicidad se nota que ha sido una de las mejores decisiones que han tomado juntos. Pedro, después de tanto tiempo en la zona, se ha dado cuenta de que cada vez hay más italianos y viviendas vacacionales, pero no es algo que le incomode. "El turismo es bueno, tenemos que prosperar porque si seguimos como hace cincuenta años vamos mal. El turismo nos da mucho más de lo que creemos", asegura.

De este modo, la playa de Arinaga y sus alrededores disfrutaron de una jornada dominical en la que parecía que el verano se había adelantado meses antes de lo previsto.

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