Los secretos del retablo flamenco de la basílica de San Juan de Telde al descubierto

La limpieza de la escultura del siglo XVI descubre los colores y decoración del adoquinado y las vestimentas

El conservador ha recolocado piezas que se habían caído y estaban detrás de las figuras o en la sacristía

El especialista afirma que esta obra fue elaborada con una madera cortada en invierno

Rehabilitación del retablo gótico flamento de la Basílica de San Juan de Telde

LP/DLP

"Una ambrosía visual". Así calificó hoy el retablo gótico flamenco del Altar Mayor de la Basílica Menor de San Juan Bautista de Telde Iván Arencibia, el especialista de la empresa VallRestauro encargado de la intervención conservativa de urgencia en esta obra escultórica del siglo XVI.

La Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias presentó hoy los resultados de esta actuación que se ha desarrollado durante los últimos meses para estabilizar y consolidar el retablo y frenar el proceso de desgaste, garantizando su perdurabilidad a largo plazo. En el acto participaron, además de Arencibia, el director general, Miguel Ángel Clavijo, el director insular de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, Juan Sebastián López, el alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, el concejal de Patrimonio Cultural, Juan Martel, y el párroco, Antonio López

Comparativa que muestra el resultado general de la intervención realizada

Comparativa que muestra el resultado general de la intervención realizada / LP / DLP

Adoquinados llamativos

Durante este proceso se han descubierto numerosas peculiaridades como los sellos pirográficos con la forma de una mano que demuestran su origen o que debajo de las policromías incorporadas en las distintas intervenciones a lo largo de los siglos se ocultaban detalles como suelos adoquinados blancos, verdes y naranjas, y pintados con elementos vegetales y letras del abecedario, además de la complejidad y riqueza de las composiciones de cada una de las escenas o que algunos de los elementos habían sido sustituidos en el pasado, como el ala de un ángel.

Iván Arencibia explicó que durante los trabajos se "recolocaron algunas piezas que estaban desprendidas, descolocadas y sujetas prácticamente por medio centímetro y estaban a punto directamente de desprenderse y de perderse", como un ángel del postigo superior izquierdo, "que estaba sujeto por la parte lateral con un clavo puesto en los años 20".

Algunas, incluso, habían caído y estaban ocultas detrás de otros elementos del retablo, como una mano, que se han recolocado junto a otras que estaban guardadas en la sacristía.

Como una tarta

El responsable de la intervención comparó las diferentes capas del retablo con las de una tarta, "que da la información de lo que está compuesta la escultura, una base de madera, una preparación, una policromía y una lámina de oro". Además, "el análisis estratigráfico nos aportan la información de todas las vicisitudes que ha tenido el bien cultural a lo largo de su vida material. Es interesante también porque si somos conscientes que cada material envejece la forma diferente, vamos a ver todas las complicaciones intrínsecas que tiene el retablo en sí". Por otro lado, el estudio permite conocer las intervenciones realizadas a lo largo de estos siglos y descubrir los colores iniciales de la obra.

Extracto de la presentación de los trabajos de conservación del Retablo Flamenco de San Juan de Telde

Iván Arencibia Rivero

Otro de los datos que se han podido obtener con esta intervención es que el retablo fue trasladado desde Amberes en dos piezas que se ensamblaron en la basílica, algo que ha podido observarse con las pruebas radiológicas realizadas en las que se ven claramente los marcos de cada uno de los paneles.

Iván Arencibia asegura que "no es lo mismo verla desde cinco metros de lejos que verla a 30 centímetros" y confiesa que podría estar "horas y horas viendo los diferentes extractos históricos, el uso que ha tenido el retablo y el enriquecimiento que ha tenido la propia obra".

Con una representación en 3D, Arencibia mostró todos los elementos de cada uno de los seis postigos que conforman este retablo y representan escenas de la vida de la virgen e infancia de Cristo, que tiene 30 centímetros de fondo y con 33 personajes diferentes que reflejan todos los aspectos de la sociedad del siglo XVI en Flandes, como vestimentas, mobiliario y costumbres. Eso incluye, por ejemplo, que en la imagen del nacimiento de Jesús, a la derecha de la virgen se encuentre su ajuar, con las zapatillas incluidas, tal como se acostumbraba en esa época, la ropa o los peinados con moños o trenzas.

Imagen del retablo gótico flamenco

Imagen del retablo gótico flamenco / LP / DLP

Cortado en invierno

Una de las curiosidades arrojadas por el estudio es que la madera que se utilizó para su construcción "fue talada en invierno porque tenía menos sabia en lo que sería el recorrido del tronco y fue estacionada de unos 5 a 15 años".

En lo que se refiere al estado de conservación, el deterioro del retablo se debe a múltiples y diversas afecciones, entre ellas "suciedad acumulada, antiguos ataques de xilófagos junto a lagunas de soporte, pérdida de policromía, perforaciones y elementos metálicos ajenos a la obra de intervenciones históricas", señaló Arencibia.

Miguel Ángel Clavijo afirmó que "se trata de un retablo que viene a ejemplificar la historia del Archipiélago en su conjunto desde los contactos con Flandes hasta América" y que "es uno de los bienes muebles más importantes de Canarias". En ese sentido, apuntó que "no solo tiene un valor histórico incalculable sino también didáctico porque cumple una función social y cultural desde sus inicios".  

Además, avanzó la intención del Ejecutivo de poner en valor la figura de Cristóbal García del Castillo, el terrateniente que ordenó construir el templo y que está enterrado bajo él, así como el patrimonio que encierra la basílica a través de una guía audiovisual a la que tendrán acceso las personas que se acerquen a esta joya patrimonial.

El restaurador (izquierda), junto a los representantes públicos y de la iglesia, y el cronista de Telde

El restaurador (izquierda), junto a los representantes públicos y de la iglesia, y el cronista de Telde / LP / DLP

Por su parte, el alcalde trasladó el agradecimiento en nombre de la ciudad a la Dirección General de Patrimonio Cultural, así como a Iván Arencibia "por el gran trabajo realizado". Resaltó, además, el papel mediador de la Concejalía de Cultura, que dirige Juan Martel, y la coordinación entre instituciones para salvaguardar el patrimonio cultural de la ciudad.

Telde tiene "un gran patrimonio cultural y es nuestra responsabilidad conservarlo y ponerlo en valor", asegura Martel, por eso esta visita ha sido clave para "trazar una hoja de ruta". En este sentido, "la coordinación política y técnica ha dado un paso trascendental para el futuro de Telde", ya que gracias a "la planificación conjunta, estamos sentando las bases para un desarrollo sostenible y una mayor proyección de nuestra ciudad", destaca. 

Sin salir de la basílica

El director insular de Patrimonio, por su parte, anunció que el Cabildo de Gran Canaria continuará trabajando en la Basílica Menor de San Juan Bautista "hasta que esté de revista", interviniendo inicialmente en la edificación. Además, avanzó que con los 250.000 euros que se han destinado este año para Telde, también se actuará en la iglesia de San Gregorio y, posteriormente, en la de San Francisco.

En ese sentido, el párroco de San Juan, Antonio López, detalló que en la basílica se eliminarán las humedades y se arreglarán los desperfectos del baptisterio, con una partida de 100.000 euros. Con los 150.000 restantes, añadió, se procederá a la impermeabilización, eliminación de humedades y la pintura de la iglesia de San Gregorio, cuyo proyecto está aún en ejecución. Esta obra debe estar terminada a finales de año, mientras que la anterior deberá estarlo en abril de 2025.

De forma paralela, avanzó el sacerdote, la parroquia realizará un análisis del estado actual de la iglesia conventual de San Francisco para encargar el proyecto para su restauración. Esto conllevará también el desalojo de la vivienda aledaña, conocida como la Casa Roja, para lo que "estamos estudiando cómo proceder" para cerrar el acceso que da a la calle El Bailadero, por donde acceden los okupas que desde tiempo residen allí. Una vez desalojados, agregó, se procederá a la limpieza del espacio.