Un cuento ilustrado acerca a los más jóvenes la figura de Martín Chirino

La espiral marcó los sueños y los anhelos de un niño que tendido sobre la arena de la playa de las Canteras observaba las líneas de las gaviotas que extendían sus alas ligeras a favor del viento. Ese niño, convertido en artista, fue Martín Chirino, a quien la colección Nuestros Ilustres dedica el lanzamiento del cuento ilustrado Martín Chirino. El niño que quería mover el horizonte, una obra de Jesús María Castaño, director de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, con la ilustración de María Padilla. La entrega fue presentada en la sede del Castillo de la Luz en compañía de Eva Moll de Alba, patrona de la Fundación Acuorum y directora de Vegueta Ediciones, con el propósito de divulgar la trayectoria del escultor que marcó un hito en las vanguardias del siglo XX y que sigue presente en el imaginario isleño.

Moll lanzó una pregunta al estudiantado de 1º de la ESO del IES Playa de Arinaga: "¿Quién de aquí quiere ser artista?". Ante el silencio nervioso, una mano en primera fila se alzó y la siguiente respuesta fue para la joven. "Es la capacidad de comunicar el mundo con una sensibilidad especial", detalló el autor. "No por ser un cuento el encargo venido de Eva ha sido menos", explicó ante la audiencia, "son 15 escenas para retratar cada segundo del maestro, donde la primera y la última marcan la ida y la vuelta a las Islas". La publicación que promueve el conocimiento, la innovación y la investigación se dio a conocer al público esta mañana en presencia del pintor Pepe Dámaso, la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, el director general de Cultura, Francisco Bravo de Laguna, y la presidenta de la Fundación, Marta Chirino Argenta.

La espiral de la vida

El tomo se suma a una colección conformada por Agustín de Betancourt, los hermanos Fernando y Juan León y Castillo, el narrador Benito Pérez Galdós y el físico Blas Cabrera con el fin de rescatar figuras emblemáticas de la historia de Canarias para que su legado perviva entre las futuras generaciones. De esta forma, las biografías que parten del proyecto impulsado por la Fundación Acuorum Iberoamericana Canaria de Agua en colaboración con Canaragua, Aguas de Telde y Teidagua forman un relato pormenorizado pero clave para entender las distintas etapas de su vida y pequeños fragmentos que detallan conceptos, lugares o sentires de Chirino.

"Chirino fue uno de los principales embajadores de su tierra", remarcó Castaño, logrando que la espiral que encontró en los yacimientos arqueológicos aborígenes marcara el emblema que luego lo representaría por el mundo. Venido de una familia sin artistas pero dados a los paseos por el Puerto de la Luz en los que se maravillaba ante la flotabilidad del hierro en los buques que atracaban en su tierra, decidió marcharse en los que zarpaban. "Se dio cuenta de la precariedad que había aunque siempre creó en libertad".

Doblegando el hierro

Una libertad también creativa que adquirió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando y que gracias a sus viajes por el continente europeo bebía de los ilustres humanistas que dejaron su marca en ciudades como Roma, Florencia, Londres o París. Al volver a la capital grancanaria, fundó su primer taller y decidió establecer el "tricontinente" que conectaba América y África a sus raíces con la exposición de sus primeras obras Reinas Negras. El Ateneo de Madrid fue el lugar escogido para su primera exposición individual e indagó sobre "cómo podía perscindir de la materia para abarcar al máximo el espacio", aceptando la espiral como el late motiv de su impronta, destacó Castaño.

Después de formar parte de uno de los grupos de mayor prestigio del siglo XX español con Manolo Millares, Antonio Saura o Rafael Canogar en El Paso, creció, convenció y triunfó con series como Mediterráneas, Ladies, Aeróvoros, Paisajes y Afrocanes, siendo el 2015 un año clave por la inauguración de la Fundación de Arte y Pensamiento que lleva su nombre. A su fallecimiento el 11 de marzo de 2019 en Madrid, y tras haber logrado el Premio Nacional de Artes Plásticas y la Medalla de Oro de Bellas Artes, se extinguió uno de los mayores intelectuales y artistas de las Islas, quien "doblegó el hierro" bajo sus manos para transitar ahora en los juegos y divertimentos de los más pequeños por espacios dados al arte.